Saenai Boku ga Kimi no Heya de Shiteiru Koto o Kurasumeito wa Dare mo Shiranai - Capítulo 7
Capítulo 7: Cambio gradual de humor
Tooyama, Uehara, Chihiro y Aizawa trajeron sus almuerzos y se reunieron alrededor de la mesa de Tooyama.
Últimamente, lo hacían muy a menudo.
En el pasado, eran solo Tooyama y Chihiro, pero las cosas habían cambiado recientemente.
Chihiro también se había dado cuenta del cambio de look de su compañero, además los rumores de su relación con Uehara habían disminuido un poco.
No se trata de un cambio drástico.
Y también estaba la situación donde Takai era invitada todos los días por Uehara a unirse al grupo, pero ella siempre se negaba.
Tooyama admiraba su espíritu, que no se rendía a pesar de haber sido rechazada muchas veces.
—Tooyama, ¿estás libre hoy después de la escuela? ¿Quieres que vayamos juntos al karaoke? Tengo un cupón de descuento para uso grupal.
Como si el beso en la mejilla de la despedida no hubiera ocurrido hace unos días, Uehara invitó a Tooyama a ir juntos al karaoke.
—¡Hagámoslo! No he ido al karaoke hace mucho, ¡tenemos que ir ahora!
Aizawa se inclinó hacia delante y levantó su mano primero.
—Con Mika y los demás solíamos ir mucho juntos, pero recientemente todos se separaron.
Según Uehara, su círculo solía ir al karaoke juntos, pero se separaron desde los eventos del chat grupal en el que se habló de Tooyama y Uehara.
La razón por la que el pequeño círculo centrado en Kurashima se convirtió en esto fue principalmente debido a la salida de Uehara y Aizawa.
—Todavía tengo trabajo como miembro del comité de la biblioteca después de la escuela, así que no puedo salir hasta más tarde. Si les parece bien, me pueden esperar.
—Sí, te esperaremos. ¿Qué te parece, Mika?
Uehara pidió la aprobación de Aizawa.
—Está bien esperar en clase una hora o más, no hay problema.
Aizawa también dijo que la esperaría.
—¿Y tú Chihiro?
—Si Yuuki va entonces yo también iré….
Al decir eso, Chihiro bajó la cabeza y levantó los ojos para mirar suplicante a Tooyama.
La bonita expresión de Chihiro hacía difícil creer que fuera realmente un hombre.
—¡Bien! Entonces también invitaré a Takai-san a venir también.
Diciendo esto, Uehara se dirigió hacia su compañera, que estaba leyendo tranquilamente como de costumbre.
No puedo imaginar cómo se vería Takai cantando en un karaoke.
—Takai-san vendrá con nosotros también~
¿¡Eh!?
Uehara, que volvió, dio una respuesta sorprendente.
No esperaba que ella dijera que sí… ¿Qué clase de cambio de humor es este?
Pero Aizawa también estaba allí, Tooyama ahora quería aprovechar esta oportunidad para que Takai tuviera una buena relación con ellos y ampliará su círculo de amigos.
Después de las clases, se dirigió a la biblioteca. Veía a Takai ya sentado en su silla leyendo un libro.
Antes de venir, Tooyama quería decirle a Uehara que esperara en la biblioteca mientras él terminara su trabajo. Pero pensando que podrían ser muy ruidosos, tuvo que pedirles que le esperaran en clase.
Si pudieran leer tranquilamente como su amiga ahí sentada, todo estaría bien.
—Yuuki, no puedo alcanzar un libro, ¿puedes bajarlo por mí?
El plazo de préstamo y devolución de libros había terminado, y cuando la biblioteca estaba vacía por acercarse la hora de cierre, Takai se acercó a la recepción.
—Sí, está bien.
Es raro, normalmente es ella quien evita iniciar alguna conversación, ¿no puede agarrarlo ella misma? Tooyama pensó que sí, y le siguió por detrás.
—Ese de ahí, por favor.
El libro que Takai buscaba estaba en el rincón más profundo del callejón sin salida de la biblioteca, y ella trataba de señalar el estante superior de la estantería.
—Eh… ¿este?
Tooyama se subió a la escalera y tomó el libro del lugar que le indicaba.
—No, el de la derecha.
El libro que Takai le indicó era una comedia romántica que no solía leer. Tooyama se preguntó si sus gustos habían cambiado.
—Okey ¿este?
—Gracias.
Tomó el libro y pasó las páginas para confirmar el contenido.
—Este no.
Dijo esto mientras devolvía el libro a la mano de Tooyama.
—El siguiente es ese.
Le pidió que le bajara otro libro, pasó la página y dijo que estaba mal. Tras repetir la acción varias veces, Takai se detuvo de repente al no saber el número de libros que había pasado, y le entregó la página abierta a Tooyama.
—Oye Yuuki, quiero hacer esto.
— ¿Eh? Esto, tú…
Cuando miré la página que Takai me mostró, había una ilustración de un hombre y una mujer besándose apasionadamente.
Tooyama, que estaba mirando fijamente a Takai, pensó que le estaba tomando el pelo, pero por su expresión que nunca mostraba emoción, era difícil saber si estaba bromeando o hablando en serio.
Pero él sabía claramente que Takai no era de las que bromeaban, así que debía hablar en serio.
—Quizás alguien nos vea, si hay rumores extraños, podrías meterte en problemas.
—No importa si me ven. Sé que tú también podrías tener un problema con Uehara si te vieran.
Takai, empezó a avanzar paso a paso, y la espalda de Tooyama, que seguía retrocediendo, chocó con la estantería.
Como ella dijo, no quería que Uehara supiera de su relación. Así que no podía decir nada, y sus ojos seguían vagando.
—¿¡–!?
En el momento en que apartó los ojos de su compañera que se acercaba poco a poco, algo suave y cálido tocó el cuello de Tooyama. Su cuerpo se estremeció.
—¡Taka, Takai! ¿Qué estás haciendo?
Takai presionó sus labios y su lengua contra su cuello.
—En, en un lugar como este… No, no, si alguien viene…
Tooyama dijo eso mientras sentía el aliento que ella exhalaba mientras le lamía. El aroma femenino en su cuerpo, que era obviamente diferente al de los productos que usaba para bañarse, paralizó poco a poco su mente.
—Sabe un poco salado.
—Takai, está sucio…
—No lo está, no me importa eso — dijo Takai eso mientras lamía de nuevo el cuello de Tooyama.
Su resbaladiza lengua estimulaba su cerebro, y una ráfaga de placer fluyó tras él.
—Yuuki, está duro….
La estimulación en el cuello hizo reaccionar la parte inferior del cuerpo de Tooyama, que no pudo evitar mover la cintura por vergüenza.
—No te vas…
Al decir esto, Takai extendió la mano y abrazó su cintura, como si no estuviera dispuesto a dejarlo escapar.
—Um
Takai lamió el cuello de Tooyama sin parar, apretó su cintura contra la parte inferior de su cuerpo y comenzó a frotarla lentamente.
Su respiración acelerada le hizo entender a Tooyama que se estaba excitando.
En lugar de detenerse, extendió la mano y tocó la parte inferior del cuerpo de él.
—Um… Yuuki….
Takai puso su mano en los abultados pantalones escolares de Tooyama, suspiró y luego empezó a acariciarle su pene de arriba abajo.
—Taka, Takai… Detente… Si seguimos adelante…
—No quiero.
Tooyama, cuya racionalidad estalló, extendió su mano hacia la parte inferior del cuerpo de Takai y la estimuló a través de la falda.
—Que……
El cuerpo de Takai también tembló en respuesta, y jadeó suavemente.
Tooyama, que se estaba desesperando, metió la mano dentro de su falda.
—¿Ah? no hay nadie?
Cuando la puerta de la biblioteca se abrió, una voz familiar se pudo escuchar.
—¿No está Tooyama?
Esa voz era de Uehara, que se suponía que le estaba esperando en clase. Todo el cuerpo de Tooyama se calmó instantáneamente al escuchar esa voz. Para que ella no viera esta situación, trató de distanciarse de Takai.
—¿¡–!?
Por un momento, Tooyama sintió un ligero cosquilleo en el cuello.
Takai había dejado claramente marcas de mordiscos en su cuello. Entonces se lamió los labios deliciosamente, y separó su cuerpo de Tooyama.
Sus hermosos labios estaban mojados con su propia saliva, haciendo que su expresión fuera extremadamente lasciva.
—Ah, Tooyama, ¿estás aquí? ¿Qué están haciendo tú y Takai-san?
Uehara, que descubrió la figura de Tooyama, corrió hacia ella, y por suerte para él no vio nada malo.
—Ah, eso pues… porque Takai-san dijo que no podía alcanzar el libro, así que vine a ayudarla.
Tooyama inmediatamente puso su mano en su cuello, cubriendo el lugar donde acababa de ser besado. En su mano podía sentir la humedad de su saliva.
—Tooyama, ¿qué te pasa en el cuello?
Uehara pareció notar la mano antinatural de él tocando su cuello.
—No, no… Es porque…, me acaba de picar un bicho.
—Hmm… No debería haber ningún insecto dentro de la biblioteca. Déjame ver Tooyama.
Los insectos adheridos a los libros no pican, a no ser que el insecto del libro sea como Takai.
—No, no, estoy bien. Pero… está bien…
Si sigue negándose a mostrarla, podría despertar sus sospechas. Tooyama tuvo que rendirse y retiró lentamente la mano que cubría su cuello.
—Ah, está realmente mordido. Está todo rojo.
Uehara miró fijamente su cuello, sin la menor sospecha de que fuera la marca que había dejado Takai. Pero como Tooyama en realidad sabía que eran sintió un indescriptible sentimiento de culpa.
—¿Ah? por qué está mojado.
Al oír esas palabras, los latidos del corazón de Tooyama se volvieron repentinamente muy acelerados.
—Eso… pues… quizá sea porque estaba sudando mientras organizaba las estanterías.
—Vamos, límpialo con esto.
Aunque era una excusa débil, Uehara sacó su pañuelo del bolsillo sin dudarlo y se lo entregó.
—No, no, estoy bien.
—Toma esto.
—Okey… gracias.
Tooyama tomó su pañuelo y limpió la saliva de Takai. Este comportamiento poco ético le hizo sentir arrepentimiento.
—Gracias, te lo devolveré después de lavarlo.
—Ah, no es necesario.
Al decir eso, y sin tener siquiera la oportunidad de negarse, Uehara tomó su pañuelo en un instante.
—Un pañuelo con sudor de Tooyama… jejeje.
—¿Eh? Uehara-san, ¿qué acabas de decir?
Uehara tenía una expresión algo revuelta mientras se metía el pañuelo en el bolsillo. Pero Tooyama no pareció escuchar con claridad sus palabras.
—¡Qué, nada! ¿Entonces ya terminaste?
Uehara se apresuró a cambiar de tema, como si tratara de eliminar la culpa en su corazón.
—Terminaré cuando haya devuelto los libros prestados a las estanterías, puede que tarde un poco más.
—Entonces déjame ayudar también. Para poder terminar más rápido.
Uehara se ofreció a ayudarlo.
—También te ayudaré con ese libro. Básicamente sé dónde es el lugar de cada uno, así que puedo colocarlos más rápido. Uehara-san, puedes esperar en el aula.
Takai, que había permanecido en silencio durante mucho tiempo, dijo que la ayudaría a ella en lugar de a Uehara. Ante esa frase Tooyama sintió una presión insoportable.
—Ahora entiendo… Entonces Takai-san, ayúdalo por favor. Esperaremos en el aula.
—¿No sería mejor si Uehara-san también ayudará?
—¿Quiere estar más tiempo con Uehara-san?
—No, pues….
Tooyama sintió que Takai rara vez era tan emotiva.
—Oye Yuuki, acabas de tener una erección, ¿cierto?
—¿Eh? Um… fue solo por el momento…
—Yo también estoy un poco excitada. Así que… continuaremos en mi habitación más tarde.
El libido que se había enfriado con la aparición de Uehara se reavivó con sus palabras, y Tooyama sintió que su cuerpo empezaba a calentarse.
Y hoy Takai también estaba extraña. No sólo aceptó la invitación al karaoke, sino que también dejó sus marcas de mordiscos en el cuello de Tooyama. No sólo eso, también mostró un sentido de exclusividad. Tooyama sintió que ella estaba un poco inestable.
—Guardemos todo y volvamos a la clase, todos están esperando.
Después de todo, no es que no entendiera lo que Takai estaba pensando, así que decidió no seguir con el tema.
Cuando terminaron el trabajo de la biblioteca, se trasladaron a la estación con Uehara y los demás.
En el grupo, sólo Tooyama y Chihiro eran hombres. Aunque el último parecía una chica a primera vista, ahora estaba vestido como un hombre, así que era un poco más difícil confundirlo. Pero desde el punto de vista de otras personas, podría parecer que era un chico discreto que caminaba con cuatro chicas.
—¿Qué pasó con Takai-san hoy? Que bien que estuvo dispuesta a ir al karaoke con nosotros.
Takai, que estaba incluso más comprometida con una vida en solitario que Tooyama, ¿cómo podría cambiar su estado de ánimo respecto a lo habitual?
—Nada. Como Uehara-san siempre me invita, me siento como una molestia y no tengo más remedio que aceptar de vez en cuando.
—Jaja, que bien.
Esta fue una declaración honesta y única típica de ella.
Ante las palabras de Tooyama, Takai permaneció en silencio.
Aunque era cierto lo que ella decía, si fuera la invitación de Tooyama, probablemente se negaría. Pero Uehara se metió en su corazón como una experta en comunicarse con los demás y consiguió una buena respuesta por su parte.
Se puede ver que Uehara sólo intenta tener una buena relación con ella sin importar si gana o pierde.
Tal vez por eso Takai supo que no tenía malas intenciones, por lo que poco a poco se fue abriendo a ella.
En cuanto llegaron al karaoke, resultó ser un espectáculo individual entre Uehara y Aizawa. Al fin y al cabo, las dos venían a menudo, así que estaban acostumbradas a cantar un montón.
Entre Uehara y Aizawa cantaron tres canciones cada una, Tooyama y Chihiro cantaron una canción con su propio ritmo.
—¿Qué canción vas a cantar Takai-san? ¿Eh? ¿No estás segura? Mira, esta es muy famosa, debes haberla escuchado unas cuantas veces.
Takai dijo que no había ido al karaoke desde la secundaria. Aunque en un principio había planeado escuchar a otros cantar, Uehara la había convencido. Como resultado, Uehara y Takai eligieron una canción juntas.
Finalmente, le tocó el turno a Takai de cantar.
Tooyama, que normalmente sólo lo veía en el aula o en la biblioteca leyendo un libro, o en una cama desordenada de tanto tener sexo, ahora la veía nerviosa sosteniendo un micrófono, lo cual era muy refrescante.
Después de cantar, Takai se sentó en el sofá con un suspiro de alivio.
—¡Takai-san, cantaste muy bien! Tu voz también es muy linda.
Uehara elogió a Takai, que estaba sentada a su lado, por lo linda que era mientras cantaba. Al oírla, ella parecía muy avergonzada, y le pareció ver un atisbo de excitación en su rostro habitualmente inexpresivo. Esto no debe ser una ilusión.
Aunque Takai no estaba acostumbrada a cantar, lo hizo bien. Chihiro también cantó bien. Sólo Tooyama recibió una sutil evaluación.
Tooyama sintió que realmente no pertenecía a este lugar, y se sintió un poco incómodo.
—¿Por qué estás un poco ansioso, Tooyama?
Uehara, preguntó con ansiedad.
—No, solo que todos cantaban muy bien o algo así.
—Tooyama puede cantar siempre que esté acostumbrado a hacerlo. Este tipo de cosas son solo de práctica.
—¿Es cierto? Acabo de escuchar que los delirios de tono no se pueden curar.
Tooyama siempre desafina al cantar.
—Karaoke o lo que sea, siempre que cantes alegremente. Eso está bien. Mientras practiques más, puedes llegar a ser mejor… La próxima vez practicaremos juntos, ¿de acuerdo?
Uehara-san como siempre trato de apoyarlo.
—Eso es, vayamos juntos al karaoke la próxima vez.
Tooyama, conociendo los sentimientos de ella, no sabía cómo responder, para evitar que se hiciera ilusiones,
—¡Genial! Claramente esta es una buena razón para estar a solas con Tooyama.
A pesar de lo que dijo Uehara, no parecía estar tan confundido.
—Jeje, estoy muy contenta. Es muy lindo que podamos salir de vez en cuando.
De camino a la estación tras salir del karaoke, Aizawa se acercó y susurró.
—El karaoke fue realmente divertido. No sólo libera la presión, sino también pude escuchar como cantas, Takai-san, estoy tan satisfecha.
—¿Te divertiste Takai-san? — preguntó Uehara.
—Sí, estuvo bien.
Esto debería ser una evaluación muy sutil para una persona normal. Pero teniendo en cuenta la personalidad de Takai, podría considerarse una buena sensación.
—¡Um! Eso es bueno. Vamos a divertirnos juntos otra vez.
Uehara tenía una sonrisa en la cara, y parecía aceptar la respuesta de Takai con mucha alegría.
Takai asintió en silencio.
Tooyama y Takai estaban en la misma línea, mientras que los otros tres estaban en líneas diferentes, así que el grupo se separó frente a la estación y se dirigió a casa.
Tooyama aceptó ir a casa de Takai cuando estaban en la biblioteca.
Tooyama, que estaba sentado al lado de ella en el tren, estaba emocionado por tener sexo y continuar lo que empezaron.
En ese momento, quizás comprendiendo el estado de ánimo actual de Tooyama, Takai le cogió de repente la mano.
Su mano era suave y ligeramente cálida.
¿Acaso ella también está esperándolo?
Tras bajar del tren, los dos caminaron en silencio por la oscura calle.
Incluso sin diálogo, fue un momento muy cómodo para ambos.
—Yuuki, espera un momento.
Cuando Tooyama llegó a la casa de Takai, ésta entró primero para comprobar si había alguien en casa.
—Bueno, no hay nadie, por favor pasa.
Tooyama escuchó las palabras de Takai, que asomó la cabeza desde la entrada, y posteriormente fue arrastrado al interior de la casa.
Los dos, cuyo deseo sexual era elevado a causa de la biblioteca, satisfacían el cuerpo del otro con más intensidad de lo habitual. Finalmente, Takai quedó exhausta y se tumbó en la cama con el cuerpo completamente desnudo.
—Si Uehara-san y los otros vienen a invitarte de nuevo en el futuro, ¿aceptarás?
Tooyama quería saber si Takai había venido hoy al karaoke por capricho, o si su forma de ser estaba cambiando.
—No lo sé. Pero… Hoy fui al karaoke con todos. Me sentí un poco feliz porque hacía mucho tiempo que no salía con mucha gente.
—Sí… eso es genial. Mientras puedas seguir comunicándote con los demás así poco a poco, seré feliz.
Teniendo en cuenta el entorno familiar de Takai, la mala influencia en ella también era evidente a simple vista.
Sin embargo, como estudiante ordinario de preparatoria, Tooyama no podía molestar a su familia, lo único que podía hacer era al menos alegrar su vida escolar.
—Hmm… también has estado cambiando, así que yo…
Takai no continuó.
Sin embargo, aunque Takai no dijera nada, Tooyama sabía lo que quería decir.
Porque, soy como tú.