Saenai Boku ga Kimi no Heya de Shiteiru Koto o Kurasumeito wa Dare mo Shiranai - Capítulo 12
Capítulo 12 – El reconocimiento
Como de costumbre, llegué a la escuela y me quedé en blanco frente a mi casillero.
—¿Es esto una carta de amor? No… eso es imposible. ¿Me están acosando de nuevo?
Un sobre blanco estaba colocado encima. A primera vista podría parecer una carta de amor, pero el mundo no era tan sencillo. Tooyama ya tenía experiencia con esto.
Sacó con cuidado el sobre y lo metió en su bolso, y luego corrió apresuradamente hacia el baño. Desde el punto de vista de los demás estudiantes, pensarían que se trataba de un dolor de estómago.
—¿No está el nombre del remitente?…
Tooyama abrió el sobre, que contenía una nota blanca y una foto.
¿¡Foto!?
La imagen captaba el momento en que Takai tomó la mano de Tooyama y la invitó a entrar a su casa.
¿¡Nos vieron!? ¿Me siguieron a casa desde el karaoke? ¿O fue sólo una coincidencia…?
Lo único que se puede entender es que esta carta no es el tipo de carta de amor que hace feliz a la gente.
Tooyama abrió ansiosamente la nota que también estaba metida en el sobre para confirmar el contenido.
(Tooyama-kun, tengo algo que preguntarte. Hoy, después de las clases, alguien te estará esperando delante del almacén de material deportivo. Por favor, ve al lugar después de la escuela y concede el deseo de esa persona.)
Se pensó que, para que no se supiera quién la había escrito, todo el contenido de la nota estaba impreso.
Poner una foto en el sobre significa que, tengo que hacer lo que quiere el remitente, sino revelara mi relación con Takai.
Aunque no sabía qué petición haría la otra parte, lo que Tooyama podía hacer es muy limitado.
La relación entre Tooyama y Takai no puede determinarse sólo con fotos. Pero los rumores siempre se extenderán. En ese caso, lo único que se puede hacer es seguir las instrucciones de la carta.
—No queda de otra.
Tooyama, que no sabía qué tipo de exigencias haría la otra parte, estaba muy inquieto, pero aun así decidió poner fin a esta serie de acosos.
—Mika, tengo algo que decirte, ¿me das un momento?
Una vez terminada la clase de la tarde, Marika le dijo a Aizawa.
—Sí, no hay problema. ¿Qué quieres contarme?
—Yo también quiero decírselo a Takai-san, pero lo oirán los demás aquí, así que salgamos del aula.
Marika miró a su alrededor, susurró a Aizawa, y corrió hacia Yumi de nuevo.
Marika sacó a Yumi y a Aizawa del aula, y las tres se dirigieron a un lugar sin nadie alrededor.
—Incluso en un lugar como este, ¿es tan privado e importante?
—Si dices que es un problema… Debo decir que me avergonzaría si alguien lo oyera…
—¿Está bien que lo escuche yo?
—¡Por supuesto, Takai-san! Eres una de mis mejores amigas, así que también quiero que me escuches.
Yumi preguntó ansiosa, y Marika respondió con seriedad.
Yumi pareció un poco feliz cuando escuchó las palabras “mejor amiga”, no debía ser una ilusión.
—Entonces dilo.
Aizawa miró a Marika con seriedad.
—Eh, pues…
Aunque Marika quería decirlo, aún estaba dudando.
—Marika, si es algo difícil de decir, no tienes que forzarte.
—Mmm, estoy bien.
Al ver el aspecto de Marika, Aizawa dijo suavemente con una expresión de preocupación en su rostro. Marika cerró los ojos y respiró profundamente, como si se hubiera decidido, y volvió a encarar a Aizawa y a Yumi con una expresión seria.
—Le confesaré mis sentimientos a Tooyama.
Marika, que se había decidido, hizo una sorprendente confesión.
—¿¡Eh!? Marika… ¿qué acabas de decir?
Las palabras demasiado agresivas hicieron que Aizawa se preguntara si había escuchado algo mal.
—Me confesaré a Tooyama.
Al escuchar esta frase, Yumi seguía inexpresiva como siempre, y no se movió.
—¿Por qué de repente dices que vas a hacer eso?
Esto fue demasiado sorprendente para Aizawa.
—Cuando estuve ayer en el arcade, hablé con Ishiyama-san…. Dijo que había esperanza, así que me pidió que lo hiciera.
—¿Decidir algo tan importante por esa declaración sin fundamento?
Aizawa estaba muy sorprendida de que ella decidiera confesar basándose en esa información poco fiable.
—No es así. Ishiyama-san dijo que escuchó directamente de Tooyama, decir que le gusto, así que definitivamente tendré éxito, e Ishiyama-san dijo que está bien dejarle el asunto a ella.
—……Así que, ¿has decidido confesarte hoy?
—Hmm… Ishiyama-san llamará a Tooyama frente al almacén de artículos deportivos, todo lo que me queda por hacer es decirle lo que siento.
—Eres muy…
Inesperadamente, a Marika le gustaba de verdad Tooyama, el cálculo de Aizawa había estado equivocado todo el tiempo. Aunque se dice que el amor ciega a las personas, Marika no podía ver lo que pasaba a su alrededor.
—Mika, ¿no me apoyas…?
Al ver la apariencia de Aizawa, Marika se sintió un poco incómoda.
—¡Cómo crees! Siempre te apoyaré. Así que… vamos.
En ese momento, no había poder para detenerla. Marika podría realmente tener éxito y ser feliz.
—Takai-san también me apoyará
Marika miró a Yumi, que seguía sin expresión y no dijo nada.
—Yo iré primero.
Marika, que dejó esta frase, se dio la vuelta y se fue, corriendo hacia el lugar del encuentro.
—Todavía estoy pensando en lo que pasó… Es sorprendente decir que Marika quería confesar tan repentinamente. Cierto, Yumi.
—¿Eh?
Mirando la espalda de Marika, Aizawa pidió la aprobación de Yumi. Pero Aizawa no obtuvo ninguna respuesta, y miró hacia atrás de forma digna, sólo para ver la cara de Yumi aturdida y confusa.
—¿¡Qué!?
Yumi tenía muchas ganas de contestarle, pero no pudo decir nada. Frente a Aizawa, empezó a derramar lágrimas.
—Yumi… ¿te gusta Tooyama-kun…?
Ella que lloraba como la lluvia, no dijo nada y se alejó.
—¡Ahhhh Dios! ¡Por qué las cosas se pusieron así! ¡Todo es tu culpa, Tooyama!
Aizawa echó un grito al cielo y trató de seguir a Yumi, pero no encontró rastro de ella.
—Ha ha ha……
Cuando Uehara dijo que quería confesar, su mente se quedó en blanco. Cuando recuperó la conciencia, la llorosa Takai se alejó del lado de Aizawa como si huyera, y corrió hacia el almacén de material deportivo donde iba a ser el encuentro.
—Me gusta Yuuki.
Cuando Yumi escuchó que Uehara iba a confesarse a Yuuki, se sintió desesperada. Takai que no quería perder con Uehara y no quería que Yuuki fuera robado por ella, finalmente se había dado cuenta de sus sentimientos.
—¡Sí!
Takai dobló la esquina del pasillo mientras corría, pero casi chocó con otro estudiante, pero afortunadamente lo evitó en el último momento.
—Lo siento
Debido a su error de correr en el pasillo, se disculpó con ella.
—¿Ishi, Ishiyama-san?
—Takai-san, ¿por qué estás tan nerviosa?
—No, estoy bien… Casi choco contigo, lo siento.
—No hay problema. Pero Takai-san, tu cara…
Las lágrimas de Takai se detuvieron, pero Ishiyama pareció darse cuenta de algo al ver su expresión.
—Ya veo… ¿ya te lo dijo Uehara-san?
Takai asintió lentamente.
—No dejaré que los molestes. Lo siento, pero tendré problemas si los dos no están juntos.
—Ishiyama-san… eso es todo para ti, ¿cierto? Porque crees que Kurashima-kun renunciará a Uehara-san con tal de que puedan salir sin problemas, ¿cierto? Si Kurashima-kun renuncia a Uehara-san, tal vez se fije en ti, ¿cierto?
Viendo que Ishiyama no decía ni una palabra, Takai continuó con sus palabras.
—Por eso dejaste que Uehara-san tuviera esa idea y la animaste a confesarse con Tooyama-kun.
—¡No lo vuelvas a decir!
Probablemente por la culpa, Ishiyama no quería hablar con nadie más de lo que había hecho.
—Puedo entender tus sentimientos, Ishiyama. Es doloroso que alguien que te gusta no sienta lo mismo. Pero… pero tampoco puedes aprovecharte de los sentimientos de los demás.
Antes de que Takai terminara de hablar, sus ojos se abrieron de par en par, sorprendidos. Lo que captó su mirada no fue Tooyama frente a él, sino la figura que estaba detrás.
—Saori… ¿lo que acaba de decir es cierto?
Al escuchar una voz imposible de olvidar, Ishiyama miró hacia atrás y vio la figura de Kurashima que aparecía allí.
—¿¡Kazuhito!? Desde, desde cuando has estado aquí…
—Vengo escuchando en este rincón desde el inicio de su conversación
──¿¡!?
En otras palabras, Kurashima lo escuchó todo. Ishiyama que empujó la confesión de Uehara, ahora se encontraba contra la pared.
Ishiyama sintió como si todo su cuerpo hubiera perdido su sangre. Tenía miedo de ser odiada por Kurashima.
—¿Así que es cierto que Marika quiere confesar a Tooyama?
Ante los fríos ojos y la voz de Kurashima, Ishiyama no pudo decir nada.
—¡Respóndeme Saori!
El cuerpo de Ishiyama se estremeció ante el furioso grito de Kurashima.
—Kura, Kurashima-kun… Por favor, cálmate….
Takai también se estremeció momentáneamente ante el grito, pero aun así le rogó que se calmara.
—Takai, ¿qué pasa contigo? Por qué sigues de pie en este lugar.
—Tranquilo… pero, entiendo cómo te sientes.
—Tooyama-kun y Uehara-san se reunirán frente al almacén de material deportivo…
Ishiyama, cuyo rostro estaba pálido, alzó la voz para transmitir la información que Kurashima quería saber.
—¡Te odio!
Al oír esto, Kurashima se dio la vuelta y corrió hacia el almacén de material deportivo.
—Kazuhito, no vayas…
Ishiyama quiso impedir que Kurashima corriera al lado de Uehara. Pero Kurashima miró a Ishiyama y se fue rápidamente.
De camino al almacén, Tooyama se detuvo un poco más lejos y observó la situación que le esperaba desde detrás de un árbol.
¿¡Uehara-san!?
Incluso desde la distancia, se puede reconocer el llamativo color de pelo y la hermosa atmósfera, nadie más que ella tiene tales rasgos.
—¿Es Uehara-san quien me llamó…? No… Uehara-san probablemente no haría tal cosa.
Sin duda, Uehara también fue llamada para acá. Tooyama se preguntó qué tipo de trampa era, y caminó hacia Uehara.
—Tooyama… ya estás aquí…
Uehara no mostró su sorpresa cuando apareció Tooyama, sino que mostró una expresión de vergüenza y placer.
En serio, ¿fue ella quien me llamó?
—¿Tú me llamaste para encontrarnos aquí?
—Um, uh, sí oh… siento haberte llamado de repente. ¿Te he dado problemas?
Uehara bajó la cabeza y miró a Tooyama, mostrando una expresión preocupada.
—No tranquila… ¿Y qué pasa? ¿Sucede algo malo?
—Uh…ah eso…tengo algo que decirte.
Mirando a Uehara que se sonrojaba y parecía estar pensando, Tooyama recordó una frase de la nota, “Por favor, cumple el deseo de esa persona”.
—¡Podría ser…!
El corazón de Tooyama dio un violento salto.
—Yo…
Tooyama estaba ansioso, comprendió lo que sucedería.
Uehara-san, ¿qué vas a decir ahora…?
—Tooyama, me, me─!
—¡Marika!
Un grito llegó desde lejos, y Uehara se detuvo.
Cuando escuché esa voz y miré hacia atrás, vi que Kurashima que ya estaba sin aliento, corrió hacia Tooyama y Uehara con una expresión sombría.
—¿¡Kazuhito!? ¿Por qué estás aquí?
Uehara no parecía saber que Kurashima venía, y Tooyama se agitó aún más.
—¿Kura, Kurashima-kun…? ¿También te han llamado?
—No, no es cierto. Vine aquí después de oír hablar de ti a Saori.
—¿Ishiyama-san? ¿Qué pasa?
—Aunque sea así, ¿estás bien Marika?
Con una expresión pensativa en su rostro, Kurashima respiró profundamente y miró a Uehara como si hubiera tomado una decisión.
—Me gustas. Así que… por favor, sal conmigo.
Uehara se quedó en silencio escuchando la repentina confesión de Kurashima.
Hubo un silencio entre los tres.
—Kurashima…
Uehara, que estaba en silencio escuchando, habló.
—Yo… tengo a alguien que me gusta… así que… no puedo corresponder a tus sentimientos. Lo siento.
Tanto Kurashima como Tooyama sabían a quién iba dirigida la confesión de Uehara.
— Marika…realmente con un tipo como este…
—¡No!
—¿¡Takai!?
Takai salió corriendo de repente de la esquina del almacén. ¿Escuchó la conversación de antes?
—Kurashima-kun… no vuelvas a decir eso….
—Takai… ¿es esto aceptable para ti? ¡Tal vez quiere compararte con Marika!
—Yuuki… no hará nada de eso.
—¿Qué estás pensando? ¿Vas a dejar que salga con otras chicas?
—…Yuuki y yo no estamos saliendo.
—¡No te creo! ¡Saori y yo lo vimos, metiste a esta persona a tu casa!
Ante la afirmación de Kurashima, Takai no confirmó ni negó, y permaneció en silencio todo el tiempo.
—No se puede negar eso. ¿Y tú Tooyama?
Kurashima pidió a Tooyama, cuya mente no podía seguir el ritmo de todo, que respondiera a su pregunta. Pero para Tooyama, sólo había una respuesta en su cabeza.
—…No estoy saliendo con Takai.
—Ya veo… Entonces puedo estar con Takai, ¿cierto? Después de todo, he sido abandonado por Marika, y siempre me he preocupado por ella.
Las palabras de Kurashima sonaban como si se diera por vencido, pero en realidad estaba tratando de poner a prueba a Tooyama, de sacar la verdad del interior de su corazón.
—Mentiroso. Sólo te importa Uehara-san por su apariencia.
──¡!
—¡Ahhh… claro! Siempre me ha gustado Marika. ¡Me ha gustado desde que entré en la preparatoria! Pero fuiste tú quien la ayudó a resolver el problema de acoso… ¡fuiste tú! Si hasta se sospecha de mí como culpable, ¡me da mucha pena!
Kurashima, que había dejado salir el contenido de su mente, se acercó a Tooyama.
—Kurashima-kun… Conozco muy bien ese sentimiento. Pero… eso no es motivo para culpar a Yuuki…
Takai se quedó sin palabras y no pudo seguir hablando.
—Realmente te envidio, Tooyama. Hay tantos compañeros que te admiran y se reúnen a tu alrededor. También lo hace Marika, ¡también lo hace Mika! Tooyama… si no fuera por ti!
Kurashima se molestó mucho.
—Maldito, desprecias a la gente como yo, solo porque te ves reflejado en ellos todo el tiempo, ¿cierto? ¿No es todo esto culpa tuya?
Aunque Tooyama escuchaba con calma, no podía seguir ocultando su ira ante lo que decía Kuroshima.
—¡Tooyama, no me jodas!
Acercándose lentamente a él, Kurashima agarró el pecho de Tooyama con una mano.
—¿He dicho algo malo? Esto es algo tan típico que harías.
—¡Silencio!
—No me voy a callar. Seguiré hablando hasta que lo admitas. ¡Dilo si te atreves!
—¡Tú, bastardo!
Kurashima agarró el pecho de Tooyama con ambas manos y apretó su cuerpo contra la pared del almacén.
Dejando salir un quejido, la cara de Tooyama mostraba dolor.
—¡Kazuhito, no sigas!
—¿¡Saori…!?
Kurashima, que agarraba el pecho de Tooyama, a punto de golpearlo, fue impedido por Ishiyama quien lo abrazó por detrás.
—Kazuhito… todo esto es mi culpa… así que, por favor, no sigas con este asunto…
Con lágrimas en los ojos, Ishiyama intentó desesperadamente detener a Kurashima.
—Así que sí… al final no obtengo nada más que la sospecha de ser un criminal y el injusto castigo de quedarme solo.
Kurashima soltó a Tooyama.
—Tooyama… ¿estás bien?
—Estoy bien.
Takai entrecerró los ojos mirando a Uehara, que estaba preocupada por Tooyama, y dijo a la espalda vacía de Kurashima.
—Kurashima-kun… Aunque dices que estás solo, no es así. La gente que te aprecia está a tu lado. Así que… espero que te des cuenta y valores a esa persona.
Takai dirigió su atención a Ishiyama, que abrazó a Kurashima por detrás y enterró su rostro tras él.
Kurashima e Ishiyama, se miraron por un momento.
—Que…
Kurashima soltó suavemente el abrazo de Ishiyama y se alejó de ella, luego se dio la vuelta y se fue. Ishiyama, que observó en silencio la marcha de Kurashima, le siguió los pasos.
Después de que Kurashima e Ishiyama se marcharan, los tres que permanecían en el lugar no sabían qué hacer entre ellos, y se limitaron a quedarse quietos.
Sin embargo, fue Uehara quien rompió el silencio.
—Te llamé porque tengo algo que decirte. Siento haberte arrastrado a este tipo de cosas.
Tooyama sabía lo que Uehara quería decir. Y la respuesta ya había sido determinada. Lo único que quedaba por hacer era escuchar la determinación de Uehara de continuar y tener el valor de aceptar sus palabras.
—No, no importa. Comparado con esto… ¿qué quieres decirme?
Tooyama comprendió perfectamente lo que había sucedido esta vez, era Ishiyama quien planeaba llamar a Tooyama y permitir que Uehara se confesara con él.
—Mmmm… Realmente no puedo hablar de eso ahora, así que olvídalo.
Uehara respondió mientras miraba a Takai, y luego sus ojos miraron hacia sus pies.
—Ya veo…
—Perdón por ser tan inconstante…
Al escuchar esta frase, Tooyama ya se había hecho a la idea, pero resultó que ahora estaba realmente aliviado.
Sé que es imposible continuar así, creo que esta fue la mejor decisión.
Incluso Tooyama sabía que era sólo un retraso, para algo que tenía que pasar.
Y entonces, mañana, sigamos con nuestra vida cotidiana como de costumbre.