Saenai Boku ga Kimi no Heya de Shiteiru Koto o Kurasumeito wa Dare mo Shiranai - Capítulo 1
Capítulo 1: Somos amigos con derechos
—Ah, me quedé sin condones.
Tooyama miró la caja de preservativos vacía, y se quejó para sí mismo de que nadie respetara la ley del que “lo vacía, lo repone”, ignorando el hecho de que él fue la última persona en usarlo.
—Si no tenemos condones, puedes correrte fuera.
Para Tooyama, no… para todos los hombres sería un sueño poder hacerlo. La que hablaba era su compañera de clase, Yumi Takai, quien estaba tumbada y desnuda en la cama, quejándose de la situación.
—Eso no va a pasar. Aún estamos en la preparatoria, ¿no sería malo si quedaras embarazada? Creo que es mejor si no lo hacemos hoy.
—Ummmm… pero quiero hacerlo.
Para Takai, quien ya estaba excitada, era difícil aceptarlo.
—Está bien… Iré a comprar algunos a la tienda.
Esta es la primera vez que nos quedamos sin condones. Siendo sincero, es bastante molesto salir a comprarlos.
—¿Debería ir yo también?
—No, iré solo. Además, tendrías que volver a ponerte la ropa.
Tooyama estaba desnudo, así que se puso algo de ropa y salió de la casa.
Esa era, por cierto, la casa de la familia Takai. Tenía una madre soltera y una hermana mayor. Su madre trabajaba para mantener a su familia, pero no solía volver a casa muy a menudo. Y su hermana mayor parecía estar conviviendo con su novio, así que casi nunca estaba en su casa.
A Tooyama no le interesaba la vida de otras personas y no quería saber más sobre ella, así que tampoco le hizo más preguntas.
—Ir a una tienda es un poco… creo que hay una máquina expendedora de condones un poco más allá.
Con su memoria poco fiable, Tooyama se paseó por la noche en busca de preservativos.
—¡Oh, ahí está!
Después de caminar durante unos 30 minutos, Tooyama finalmente encontró una máquina expendedora. Había poca gente pasando por ahí, así que parecía que no iba a tener que preocuparse de que lo vieran.
—¿Eh? ¿Tooyama?
Justo cuando Tooyama estaba por irse luego de comprar un condón, una voz llegó desde atrás.
Al darse la vuelta, pudo ver que era una compañera de clase.
Guardó apresuradamente lo que acababa de comprar en su bolsillo. Sería muy problemático tener que dar explicaciones.
—¿Uehara-san?
Uehara Marika, quien tenía rizos sueltos y se teñía el pelo de rubio, pertenecía a la casta superior de la escuela por su bella apariencia y su popularidad.
Era guapa y simpática, con una gran figura y unos magníficos pechos que la hacían resaltar.
También era la chica más popular de la clase.
Tooyama había oído que también era bastante popular entre los chicos de otras clases.
—¿Acaso vives cerca, Uehara-san?
—No. ¿Y tú qué haces en un lugar como este, Tooyama? Por cierto, ¿qué era esa cosa que escondiste en tu bolsillo
Uehara señaló la máquina que brillaba en la oscuridad.
Parece que me ha visto comprarlo. Qué suerte que no vine con Takai.
—Um, supongo que sí.
—Mmmh… ¿Y vas a usarlo?
Probablemente sentía curiosidad de que una persona tan discreta como él comprara algo así.
Sin embargo, no parecía estar bromeando. Tenía una expresión muy seria en su rostro.
—Ahhh, mi hermano me pidió que se lo comprara. Dijo que después me daría una propina.
Tooyama dijo la primera mentira que se le ocurrió. En realidad, no tenía un hermano mayor, pero Uehara no tenía que saberlo.
—Ya veo… Pero, tu casa no queda por aquí, ¿cierto?
Por alguna razón, ella sabía que Tooyama no vivía cerca. Él sintió como si ella sospechara de algo.
—Aunque acepté, ir en una tienda me daba algo de vergüenza. Así que terminé buscando una máquina expendedora y sin saberlo llegué hasta aquí.
Tooyama volvió a mentir siguiendo la trama de la mentira anterior.
—Hmm… bueno, olvídalo. De todos modos, no pareces ser alguien que necesite ese tipo de cosas.
Uehara cambió su seria expresión por una más alegre.
—Así es… Oh cierto, mi hermano me está esperando. Tengo que irme.
Aunque no era su hermano quien lo esperaba.
Si sigo hablando con ella, empezará a sospechar y me delataré yo solo.
—Okey, te veo mañana en la escuela.
—Sí, nos vemos.
Tooyama y Uehara estaban en la misma clase, pero no hablaban mucho. La de hoy fue probablemente la conversación más larga que tuvieron hasta ahora.
Las personas alrededor de Uehara eran un grupo conformado por personas de la casta superior.
Tooyama no era bueno para manejar eso, por lo que hacía lo posible para no involucrarse con ellos.
¿”Te veo mañana en la escuela”…?
De hecho, incluso si Tooyama la viera en la escuela, no tendrían nada de qué hablar. Así de simple era su relación con Uehara.
Tras separarse, Tooyama se apresuró a volver a la casa de Takai. En cuanto entró en la habitación, pudo ver que continuaba desnuda y, al parecer, se había quedado dormida.
—Qué… A pesar de que fui a comprarlos. — se quejó mientras miraba el bello rostro dormido de Takai.
Sin embargo, debido a su encuentro con Uehara, ya no tenía ganas de hacerlo. Aunque ella se lo pidiera, hubiera sido imposible
Quizás fue bueno que se durmiera — pensó Tooyama mientras le acariciaba el pelo.
Para evitar que se resfriara, la cubrió suavemente con una manta y después salió de su casa.
Espero que no difunda rumores extraños en clase.
Aun sintiéndose ansioso, se apresuró a ir a su casa .
Al día siguiente, Tooyama llegó a la escuela y se sentó en su silla. Pensaba leer una novela para pasar el rato antes de que empezara la clase.
Usualmente leía un libro durante sus descansos y pausas para comer. Le gustaba pasar su tiempo leyendo. Por supuesto, no era una persona completamente solitaria, pero tampoco era muy cercano con ninguno de sus compañeros.
—¡Buenos días, Tooyama!
Sin embargo, ese día fue diferente de lo habitual. Tan pronto como Uehara entró a la clase, saludó a Tooyama. Parecía estar de buen humor esa mañana.
—Ah, buenos días, Uehara-san.
Él nunca había saludado a Uehara por la mañana, así que no sabía muy bien cómo responderle.
—No nos vemos desde anoche.
—Así es. Entonces, ¿qué puedo hacer por ti?
Incluso si no nos vemos desde anoche, no tenemos nada de qué hablar. Así que, si tienes algo que decir, por favor dilo rápido.
—Pues la verdad no necesito nada… ¿o acaso no puedo hablar contigo?
Tooyama sintió que se había pasado un poco. Tal vez había sido muy cortante al querer evitar una conversación con ella.
—No, no es así… Disculpa.
—A veces siento que eres muy frío y algo más maduro que los otros chicos.
—Yo creo que es muy normal. Tal vez pienses eso porque soy una persona tranquila.
Era común que los chicos de la casta superior hicieran tonterías para llamar la atención de las chicas.
—¡Sí, a eso es de lo que hablo! Pareces una alguien más tranquilo y seguro de sí mismo.
Hablar con una chica tan popular como Uehara realmente lo hacía destacar en la clase. Tooyama estaba deseando sinceramente que ya se alejara.
—Marika, sabes que no es divertido hablar con marginados, ¿verdad? Vámonos.
El chico que repentinamente interrumpió la conversación y habló mal de él era su compañero de clase, Kazuhito Kurashima.
Era un chico guapo de la casta superior de la escuela. Se decía que era muy popular y que estaba saliendo con varias chicas a la vez
—Kazuhito, eso que dices es muy grosero.
Por alguna razón, Uehara defendió a Tooyama, lo que sorprendió y desagradó a Kurishima
—…Tooyama, me disculpo por lo que dije.
En clase se sabía que a Kurashima le gustaba Uehara.
A pesar de ceder ante sus palabras y disculparse a regañadientes, su mala actitud dejaba entrever que no lo sentía en absoluto.
—No, está bien. No me importa.
Aunque lo defendiera del estúpido que estaba en frente de él, Tooyama no quería relacionarse en absoluto con ellos. Por lo que, si era odiado o no, le daba bastante igual.
—Marika, vamos.
Kurashima a veces se comportaba como el novio de Uehara. Era obvio que intentaba actuar genial y llamar su atención, pero ella solo se veía incómoda.
—Perdón, Tooyama, debo irme. La próxima vez recomiéndame un buen libro.
Luego de decir esto, ambos se unieron al grupito de los populares. Tooyama los miró con indiferencia. Juntarse con un grupo como ese resultaría muy molesto, era mucho mejor estar solo.
Puedo darme cuenta de que no ha leído una novela en su vida…
O tal vez sí, y solo soy un idiota especulando.
Mientras pensaba en estas cosas, Tooyama sintió que alguien lo miraba. Miró a su alrededor y sus ojos se encontraron con los de Takai.
Ella desvió la mirada y regresó a leer el libro que estaba en su escritorio.
Incluso si hace un momento lo hubiera visto hablar con Uehara, Takai no tendría porqué estar celosa. Después de todo, ellos no eran novios.
Takai y Tooyama sólo tenían sexo casual, lo que se suele llamar amigos con derechos. No era ese tipo de relaciones donde ambos terminarían enamorádose del otro.
Todo empezó un día después de clases. Tooyama tenía un encargo de parte del comité de la biblioteca. Cuando Takai fue a devolver unos libros, casualmente empezaron a hablar. Cierto día, ella lo invitó a su casa con la excusa de prestarle un libro.
—¿Quieres tener sexo conmigo?
Cuando entraron a su habitación, ella le susurró suavemente estas palabras. Tooyama no tenía razones para rechazarla, así que terminó haciéndolo con ella.
Que se lo pidieran tan casualmente hizo que Tooyama pensara que Takai debía ser una perra. Pero, para su sorpresa, ella era virgen al igual que él. Siendo algo nuevo para ambos, tuvieron sexo a base de prueba y error
Tooyama también era un chico saludable con un gran deseo sexual. Por lo que no tuvo problemas al usar el cuerpo de Takai para satisfacerse. Mientras que por otro lado, ella no tenía sexo por satisfacción, sino para llenar el vacío que sentía por dentro.
Aun así, a pesar de tener ese tipo de relación, ellos no se hablaban en clase.
Por lo que nadie sabía que Tooyama y Takai eran amigos con derechos.