La gal que se sienta atrás se enamoró de mí - Capítulo 6
9 DE NOVIEMBRE
La llegada del primer amigo
Después de la escuela un día antes del festival.
Con muchos estudiantes entusiasmados por el festival escolar que finalmente llegaría mañana en su visión lateral, Sandai se despidió de Shino yendo a su trabajo a tiempo parcial como de costumbre, y luego cliqueo la aplicación que listaba las ofertas de trabajo a tiempo parcial que había instalado recientemente.
Mientras que usaba su PC cuando estaba en casa, usaba una aplicación para buscar uno cuando estaba fuera y no tenía nada que hacer.
—Veamos…
Cuando especificó la zona y filtró la búsqueda, aparecieron filas de nuevas ofertas de trabajo. Mientras revisaba una por una mientras se desplazaba hacia abajo, descubrió de repente una que le llamó la atención.
(Buscamos personal de limpieza para un nuevo acuario de tamaño medio cuya apertura está prevista para el 1 de diciembre.)
Las condiciones para ello eran casi ideales.
Sandai era consciente de que su capacidad de comunicación no era tan alta, por lo que evitaba los lugares en los que pudiera haber un círculo establecido de relaciones interpersonales, pero esa preocupación desaparecía ahora si se trataba de un personal el día de la inauguración en el que casi todos se encontrarían por primera vez.
Además, la descripción del trabajo de “limpieza” también fue una bienvenida para Sandai. Al fin y al cabo, podía hacer el trabajo con un mínimo de comunicación, aunque hubiera alguien con quien no pudiera tratar.
Una oferta de trabajo tan ideal para él era inesperada y poco frecuente, sin saber cuándo podría volver a aparecer, así que se apresuró a ponerse en contacto con ellos para concertar una entrevista.
(Si le parece bien la hora, venga ahora a la entrevista.)
Ante tal respuesta, se apresuró a volver a su apartamento para cambiarse de ropa y salir.
Cuando se acercó a la dirección mencionada en el anuncio de trabajo, pudo ver un edificio en construcción a punto de terminar. Parecía ser aquí.
En la entrada había un cartel informativo que decía “La entrevista es por aquí”, así que siguió las instrucciones y llegó a una sala con un papel en el que ponía “Sala de entrevistas”.
Había muchas sillas alineadas frente a la sala, pero estaba desierta, sin nadie.
Dado que la apertura parecía estar cerca, es posible que la contratación a gran escala del personal principal ya se haya realizado mucho antes. Y entonces, tal vez, después de eso la condición era que fueran reclutando cada vez que identificaran el personal que pudieran necesitar.
—…Bueno, me pongo nervioso cuando hay mucha gente, así que está bien.
De momento, llamó a la puerta para avisar de su llegada. Sin embargo, desde detrás de la puerta no le llegó ninguna voz indicando que entrara. Sandai volvió a llamar a la puerta mientras inclinaba la cabeza; esta vez con más fuerza, pero seguía sin obtener respuesta.
—Me apresuré a venir aquí después de que me dijeran que viniera ahora, pero no hay nadie. …Supongo que no hay más remedio que esperar. Saben que vengo, así que probablemente estarán aquí pronto.
Suspiró ante la inesperada situación, pero el otro bando podría tener sus propias circunstancias, por lo que perder los estribos sería algo estúpido.
Sandai decidió sentarse y esperar en una silla frente a la puerta.
Y entonces, al poco tiempo, una chica de la misma edad que Sandai se presentó donde él estaba.
Por el atuendo informal de un jersey con las mangas lo suficientemente largas como para ocultar sus manos y unos vaqueros ajustados, no parecía estar aquí para una entrevista…
La chica miraba inquieta a su alrededor. Cada vez que sacudía la cabeza, su pelo corto y uniformemente cortado se balanceaba.
—Ah… um… hola
Cuando la chica se percató de la presencia de Sandai, le saludó con una voz muy ronca y andrógina y, tímidamente, hizo una ligera reverencia.
Atraído por ella, Sandai le devolvió la reverencia.
Hola a ti también. Umm… ¿Podría haber venido a la entrevista para el acuario?
—Sí.
Parecía haber venido aquí después de ver el reclutamiento como Sandai.
A él no se le daba bien tratar con gente nueva y, además, con aquellos que tenían un ambiente verdaderamente femenino, pero podrían llegar a ser compañeros de trabajo. Sandai decidió ser lo más amable posible.
—Yo también he venido aquí para la entrevista, pero parece que el entrevistador todavía no ha venido, así que estoy aquí sentado y esperando.
—Oh, ya veo. … ¿Puedo sentarme a su lado?
—Claro.
—Bueno, entonces… Umm, me llamo Saeki Hajime, de segundo año de preparatoria… Lo siento, pero eres del mismo grado que yo, ¿no?
Dejando de lado el hecho de que ella había adivinado que era de la misma edad por su apariencia, pensar que era un bokukko lo hacía más extraño.
(NT: Bokukko: una chica que usa el pronombre japonés boku en primera persona, utilizado principalmente por niños y hombres jóvenes. Incluso con los patrones de habla japonesa que se vuelven más neutrales en cuanto al género a lo largo de los años, esto se consideraría inusual en la vida real; sin embargo, es una peculiaridad de carácter común en el anime y los videojuegos japoneses.)
Siempre lo veía a menudo en el manga o el anime, pero era extremadamente raro en la vida real.
Pero, sin embargo, no se sentía especialmente fuera de este mundo; era una chica extraña que se adaptaba extrañamente a él y apenas estaba fuera de lugar.
—Segundo año… Yo también. Ah, mi nombre es Fujiwara Sandai.
—¿De verdad? Estoy taaaan contento de que estemos en el mismo año-ah, ah, yo-yo lamento que hable de forma tan casual…
—Aah no… somos de la misma edad así que hablar casualmente esta… bien, entonces voy a hacer eso. Tú también puedes ir a hacer lo mismo.
—¡O-Okey! ¡Encantado de conocerte, Fujiwara-kun! — La chica que se hacía llamar Hajime sonrió despreocupadamente.
Esa alegría, sin ningún motivo particular detrás, daba la impresión de ser modesta y suave como la de las flores de arándano.
Seguramente, debe estar cautivando a muchos hombres de forma habitual. Aunque con tantos encantos tanto en el aspecto como en la impresión que parecía natural, la llamada realidad a veces te golpeaba con una realidad inesperada.
—Ehehe,
Hajime sacó la punta de la lengua y se río.
Pero me alegro, que la persona que conocí era del mismo sexo. No se me dan bien las mujeres, así que… — sólo para que a Sandai se le salieran los ojos de las órbitas.
—…¿Qué acabas de decir?
—¿Eh? Umm, he dicho que me alegro de que la persona que he conocido sea del mismo sexo.
La apariencia de Hajime, por mucho que se tergiverse, era la de una chica, y a pesar de que la voz era andrógina, si acaso, era la de una chica, por eso la impresión de Sandai que había recibido era completamente la de una chica.
De repente era difícil de creer que Hajime fuera un hombre, pero… la persona en cuestión tampoco parecía estar mintiendo. Sandai se frotó los ojos una y otra vez preocupado, preguntándose si sus ojos se habían vuelto locos, pero eso seguía sin cambiar la realidad.
Un normal con una capacidad de comunicación muy elevada podría ser capaz de dar la respuesta correcta en un instante incluso en un momento así, pero a Sandai le resultaba imposible. Sólo pudo quedar desconcertado, y miró hacia otro lado para huir del desajuste entre la realidad y su percepción.
—Fujiwara-kun, de repente miras hacia otro lado, ¿qué pasa?
—No es… nada.
—Ah, ¿acaso hay algo en mi cara? ¿Dónde está? Oye, vamos, dime.
—No te acerques más.
—Aww ¿por qué~? Vamos.
—Esto no es bueno.
—Vamos, no voy a hacer nada raro, sólo quiero que me digas. …me pregunto dónde. ¿Mi mejilla?
Tal vez esta sensación de distancia considerablemente estrecha era la encarnación del sentimiento de Hajime de “quiero conocerte rápidamente”. O tal vez, Hajime quisiera ser amigo de Sandai, superando la categoría de compañeros de trabajo o conocidos.
Pero Sandai estaba indeciso y preocupado; nunca había conseguido amigos porque había sido un solitario durante mucho tiempo. No tenía ni idea de ese tipo de cosas.
Sin embargo, sabía cómo tratar a su novia…
Mientras Sandai se rascaba ligeramente la cabeza preguntándose qué hacer ahora, una mujer de unos veinticinco años que llevaba una chaqueta apareció desde más adelante en el pasillo.
—Veamos… ¿Son ustedes los que han venido a la entrevista? Fueron sorprendentemente rápidos. Supongo que acabé haciéndolos esperar. Siento haber llegado tarde. Entonces voy a empezar la entrevista. Acompáñenme a la sala. …Pueden sentarte en cualquier silla vacía de allí.
Parecía ser la entrevistadora. Si se quedara a solas con Hajime, seguramente acabaría pensando en esto o aquello, así que era el momento perfecto.
Sandai entró en la sala y se sentó en un asiento vacío como se le había indicado. Habiendo entrado en la sala un paso por detrás, Hajime se sentó junto a Sandai.
—Entonces, para empezar… creo que me encantaría ver sus CV.
Sandai le entregó un sobre con su currículum en el interior.
—Y el mío…
Hajime presentó también su currículum.
Mientras la entrevistadora se turnaba para comparar lo que le habían dado,
—Ooh… ¿Así que los dos son estudiantes de preparatoria? Bueno, por lo que parece, así es. Y así… si recuerdo bien creo que el puesto deseado de ambos es el de limpiador. En cuanto a Fujiwara-kun, de alguna manera lo entiendo por su aspecto, pero Saeki-cha… eh, así que eres un chico. Ya veo. Oh, bueno. Saeki-… kun, tienes una apariencia bonita, así que creo que es un desperdicio, supongo. Sin embargo, pareces adecuado para ponerte un cosplay y ponerte delante de la gente.
Al parecer, Hajime también quería hacer limpieza. Sandai tenía la vaga impresión de que Hajime parecía querer trabajar en un puesto en el que apareciera delante de la gente, así que fue inesperado.
Cuando Sandai miró a Hajime, éste estaba temblando con las mejillas teñidas de un rojo más intenso que el de una manzana madura.
—Bueno, umm, me obligaron a ponerme un traje extraño en mi anterior trabajo a tiempo parcial… y fue muy embarazoso. …me hacían servir a los clientes con un qipao para chicas, y también había hombres mayores que me miraban con ojos extraños…
(NT: El qipao o qipaor, es un tipo de vestido femenino de origen Manchú utilizado en China.)
En contra de esa apariencia y personalidad suya, parecía haber una muy buena razón por la que Hajime deseaba hacer una limpieza en la que no apareciera delante de la gente.
Simplemente escuchando sus palabras, podría parecer que sólo había participado en un evento divertido, pero lo importante era lo que sentía dicha persona al respecto.
Hajime parecía que iba a romper a llorar en cualquier momento. Lo veía como un pasado que sería doloroso recordar.
—…creo que he preguntado algo que no debería. Lo siento. …me aseguraré de no volver a sacar el tema.
—No, es culpa de mi débil corazón.
De alguna manera, Sandai sintió curiosidad y se imaginó a Hajime en qipao, a pesar de pensar que era de mal gusto.
Sin embargo, al mismo tiempo, Shino apareció de repente en su imaginación. Shino puso los cachetes como un hámster y sacudió los brazos para empezar a borrar la imaginación de Sandai.
Simplemente se había imaginado a un tipo femenino en qipao; por supuesto, sin segundas intenciones, y la propia Shino tampoco estaba aquí.
Y sin embargo, era extraño ya que le hacía sentir que había hecho algo malo.
—Bueno, entonces, esto concluirá la entrevista. En cuanto al aprobado o el suspenso, ambos están contratados. La verdad es que me gustaría decir que se dirá después de un proceso de selección, pero la limpieza no es tan atractiva y no recibimos suficientes solicitudes.
La entrevista transcurrió sin problemas y, afortunadamente, la limpieza no era tan atractiva, por lo que el resultado se decidió en el acto.
—Y así… les daré más información sobre los procedimientos de limpieza, pero como era de esperar no será hoy, sino otro día. Al fin y al cabo, todavía estará en construcción durante varios días. Me pondré en contacto con ustedes sobre la fecha más adelante. Además, ya terminamos, pero me presentaré. Soy Omaki Mika. Soy más o menos la vicedirectora y tengo 28 años, y con esto ya pueden irse.
Parecía haber terminado con esto.
Era la primera vez que Sandai tenía una entrevista para un trabajo a tiempo parcial, lo que le ponía muy nervioso, pero se las arregló de alguna manera. Suspiró aliviado.
—Eh, Fujiwara-kun — Hajime tiró de las mangas de Sandai.
—¿Qué pasa?
—…Los dos pasamos, ¿eh?
—Ah… Tienes razón.
—Creo que habrá momentos en los que ambos tengamos problemas, o cosas que queramos consultar al otro. Por eso… umm.
Hajime sacó su teléfono y lo agarró con fuerza.
—Espero… que puedas decirme tu dirección de contacto. …¿Es un no? Es raro que los compañeros de trabajo no sepan el contacto del otro, ¿sabes?
Ciertamente, habría ocasiones en las que tendrían que ponerse en contacto o intercambiar información durante un tiempo, por lo que tenía sentido intercambiar correos.
Pero, esa forma de decirlo estaba llena de una astucia que la hacía extrañamente difícil de rechazar.
No parecía que Hajime se lo propusiera, pero… Sandai pensó que probablemente esa era la causa por la que Hajime se había visto obligado a llevar un traje raro en el pasado.
—Está bien… ¿cierto?
—…Bueno, supongo que sí, es mejor estar en contacto.
—¡Gracias! Estoy muy feliz, ehehe. Entonces tu número de teléfono, dirección de correo electrónico, ID de la app de mensajería, y luego tu perfil de Instagram donde publicas fotos y videos cortos, y también…”
—E-Espera, no tengo ninguna aplicación como esa.
—¿Enserio?
—Sólo mírame. Soy un solitario asocial, tal como me veo aquí. Nunca he usado esas apps.
—Hmmm… Pareces reservado, pero no tanto como para ser asocial… Quiero decir, no hay ninguna ley que diga que no puedes usar Instagram si eres asocial, ¿sabes? Quiero decir, yo mismo soy un tipo más asocial.
—A mis ojos pareces del tipo social.
—Eso no es cierto. …Es una buena oportunidad, así que ve a instalar la aplicación también, Fujiwara-kun. Vamos, tomémonos un selfie y publiquémoslo. Y añadir algunos corazones en ella y hacer que parezca una pareja.
—No quiero.
—Eeh~.
Sandai se sintió abrumado por el extraño sentido de la distancia de Hajime, pero sintió que se estaba abriendo a nuevas experiencias gracias a él.
Estaba muy confundido ante una existencia que podía convertirse en su primer amigo, pero no se sentía mal por ello. En cierto modo, había suavidad en la expresión de Sandai mientras miraba la nueva dirección de contacto registrada en su celular.
Sin embargo, también había un punto que le molestaba.
Era Shino.
Sandai estaba ligeramente preocupado por no saber cómo se tomaría Shino la existencia de Hajime, pero… pensó en ocultarlo por ahora.