Seishun Buta Yarou wa Student no Yume wo minai - CapÃtulo 4, parte 5
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- CapÃtulo 4, parte 5 - 24 de diciembre
5
Tras devolver a la tienda el kimono prestado a Sara y recoger el Mont Blanc que habÃan encargado, Sakuta, Mai y Sara abandonaron Kamakura.
Ya habÃan pasado quince minutos desde que se pusieron en marcha.
Pronto serán las cuatro de la tarde.
Y la universidad estaba aún muy lejos.
“No creo que alcancemos a llegar a las cuatro”.
“Lo siento, todo fue por mÃ……”
Dice Sara desde el asiento trasero.
“Himeji-san, ¿puedes buscar a Kirishima Touko en tu celular?”
Aunque le dijeran que no importa, está claro que sà importa, asà que le pidieron un favor para hacer que se distraiga, aunque sea un poco.
“Bueno”.
Sara responde alegremente y saca su celular.
“Ah-”
Dice pronto.
“¿Qué pasa?”
“Ya comenzó”.
En medio de las palabras, suena una canción desde el teléfono en la mano de Sara.
Es una canción navideña con un agradable sonido de campanas.
Sara extiende la mano con el teléfono para que Sakuta, que está sentado frente a ella, pueda verlo.
El reflejo era de un estanque, como el de un jardÃn. Un pequeño puente sobre ese estanque. Y la lejana espalda de una Santa Claus en minifalda de pie sobre el puente. Sólo se ve una silueta.
“Este debe ser el patio del edificio principal de la universidad”.
La razón por la que resulta familiar es porque se encuentra en las instalaciones de la universidad a la que asisten Sakuta y Mai. En el centro del edificio escolar. El paisaje visto desde el aula aparece en la pantalla del smartphone.
Según el sistema de navegación del coche, la universidad está a sólo dos kilómetros. El tiempo necesario es inferior a cinco minutos.
Pero no saben si la canción navideña del teléfono continuará hasta que lleguen. Normalmente, una canción dura unos cuatro o cinco minutos. Aunque no es raro que duren tres minutos.
Detrás del parabrisas se ven las vÃas de la lÃnea Keikyu. La estación de Kanazawa-Hakkei también estaba a la vista.
Paisaje familiar cerca de la universidad. El paisaje urbano.
El sistema de navegación del coche dice que casi han llegado a su destino. No hacÃa falta que lo dijera, la puerta principal de la universidad ya estaba a la vista.
Mai detiene el coche justo delante.
“Adelántate”.
“Ah, yo también iré”.
Siguiendo a Sakuta, Sara también sale del auto.
Atravesaron la puerta principal y entraron en la universidad.
Para entonces, ya no se oÃa la canción navideña en el teléfono de Sara.
No obstante, Sakuta se apresuró hacia el patio del edificio principal de la escuela. Tuvo cuidado de no estropear el Mont Blanc que sostenÃa……
Sara le siguió.
“Sakuta-sensei, la transmisión en vivo ha terminado”.
“Entonces, puedo ir a verla sin dudarlo”.
Ya que ahora no podrá ser captado inadvertidamente en pantalla y difundido a todo el mundo.
Una vez dentro del edificio principal de la escuela, atravesaron el pasillo y salieron al patio.
La mirada de Sakuta se dirigió inmediatamente al estanque que habÃa en el centro. En un pequeño puente. Un Santa Claus en minifalda camina sin rumbo.
Pronto, Touko se fijó en Sakuta.
“Es tarde, ya he terminado”.
“Ojalá hubieras esperado un poco más. Te he traÃdo algo de comer”.
Le entrega la caja de Mont Blanc a Touko.
“……”
“¿No tiene veneno? Ah, pero creo que está a punto de caducar”.
“Entonces debemos comerlo enseguida”.
Tras abrir la caja, Touko dio un mordisco al Mont Blanc en forma de helado en una copa.
“Asombroso, gracias por tan especial regalo de navidad”.
Tras decir esto, Touko pasa caminando junto a Sakuta.
“Iwamizawa Nene, ¿verdad?”
Se da la vuelta y fija su mirada en la espalda de la Santa en minifalda. Esta es una de las cosas que querÃa comprobar.
“……”
No dijo nada. Pero a su vez, eso fue una respuesta. Porque Touko se detuvo inmediatamente.
“Estudiante de tercer año en la Escuela de Estudios Liberales Internacionales. Ganadora del Gran Premio del Concurso de Miss del año pasado. Nacida en Hokkaido. Su cumpleaños es el 30 de marzo. Altura 161 cm”.
Incluso cuando Sakuta continuó, Touko no se volvió. Se mantiene de espaldas.
“Yo soy Kirishima Touko”.
Dice con una voz muy tranquila. Pero era una voz con una fuerte voluntad. Fueron las palabras con más emoción que Touko habÃa pronunciado nunca.
HabÃa una tensión punzante.
No sabe por qué es asÃ.
Pero definitivamente habÃa una razón.
Sin duda habÃa algo que se les quedó grabado.
“Um, ¿Sakuta-sensei……?”
Con cara de perplejidad, Sara, al otro lado de Touko, interviene.
“¿Qué pasa?”
“¿Con quién has estado hablando……?”
Dijo Sara con cara de susto.
Una mujer llamada Touko pasó justo al lado de Sara. Naturalmente, debe haber estado a la vista de Sara. Pero Sara no reaccionó de ninguna manera. Se limitó a girar la cara hacia Sakuta con la boca atada horizontalmente.
En otras palabras, Sara no ve a Touko.
Y asÃ, Touko desapareció en el edificio principal de la escuela.
“¿…… está aquà ahora?”
Sara comprueba a izquierda y derecha.
“No, ya se ha ido”.
“¿Estaba allà hace un momento?”
“SÔ.
“Pero no vi a nadie. A pesar de que pude verla cuando miré en la mente de Sakuta-sensei……”
“Tal vez por eso podÃas verla”.
“¿Qué……?”
“Tal vez Himeji-san la pudo ver porque estaba viendo lo que yo veÃa”.
Entiende el concepto porque el propio Sakuta experimentó la clarividencia. Fue como compartir la vista de Sara, además de compartir su audición. CompartÃan sus sentidos.
Vio lo que Sara vio, oyó lo que Sara oyó y sintió lo que Sara sintió. AsÃ, lo que Sakuta vio de Touko también fue visible para Sara. Pero no pudo verla con sus propios ojos.
“Entonces yo…… no podrÃa ser de ninguna utilidad de cualquier manera……”
Sara, que comprendió de inmediato, se dio la vuelta con un estremecimiento.
“Me siento realmente estúpida”.
Sonrió con tristeza y amargura
“Es mejor que llegar lleno de motivación y llevarse una decepción, ¿no crees?”
Las palabras despreocupadas de Sakuta hicieron que Sara frunciera los labios, pero luego ella hizo una cara como si hubiera abandonado aquello rápidamente.
“Bueno, tiene razón”.
Asintió como si no hubiera de otra.
“Aagh, al final nada salió bien”.
Sin querer, está dejando escapar sus verdaderos sentimientos.
“A pesar de que es noche buena, no sucedió nada bueno en realidad”.
“Vamos a comprar un pastel de vuelta”.
“¿De verdad? ¡Yeii!”
Sara aplaude para mostrar su exagerado regocijo. Está intentando complacer a Sakuta. No es probable que este tipo de cosas cambien fácilmente. Sin embargo, también sintió que esta es quien es Sara en el fondo.