Seishun Buta Yarou wa Student no Yume wo minai - CapÃtulo 4, parte 3
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- CapÃtulo 4, parte 3 - 24 de diciembre
3
Entró en un aparcamiento cerca de la estación de Kamakura.
“¡Por aquÃ!”
Mai empezó a caminar de vuelta por donde habÃa venido sin dudarlo.
“Mai-san, ¿adónde vas?”
“Lo sabrás si me sigues”.
Al menos, de momento, no tenÃa ni idea. Lo que sà sabe es que caminan en una dirección distinta a la tÃpica de Kamakura. Están a un paso de la calle Komachi, popular entre los turistas por sus numerosas y atractivas tiendas, y del santuario Tsurugaoka Hachiman-gu, representativo de Kamakura.
“No vienes mucho por aquÃ, ¿verdad?”
Sara, que caminaba junto a Sakuta, también lo dijo, ya que el paisaje le resultaba desconocido.
“Hemos llegado”.
Mai lo anunció tras unos tres minutos de marcha.
Se detuvieron frente a una tienda con un exterior sencillo, elegante y cálido. Era claramente una nueva tienda para la histórica ciudad de Kamakura.
“Mai-san, ¿qué es este lugar?”
Leyendo el cartel, pone “Mont Blanc”.
“Pensé que serÃa un buen regalo para Kirishima Touko-san. Si quieres que Sara-san lea su mente, tiene que pegarle al menos una vez, ¿no?”.
“Ya veo, mientras está distraÃda con el Mont Blanc, dale un golpe fuerte”.
“¿Con qué fuerza tengo que golpearle?”
Mai se asoma y habla con Sara, que se esconde detrás de Sakuta.
“Veamos……”
Sara golpea su propia mano.
“Me parece bien”.
Es tan fuerte como un aplauso enérgico.
“¿Dónde la golpearás?”
“Cualquier sitio está bien”.
“Entonces no deberÃa ser tan difÃcil”.
“Es más difÃcil conseguir un Mont Blanc”.
Hay un poco de cola delante de la tienda. Si lo piensas bien, hoy es 24 de diciembre. Nochebuena. Un dÃa en que las calles se llenan de parejas. Incluso Kamakura estará llena de ellas.
Hay unas quince parejas en fila. Aunque a cada par le tome un minuto ordenar, tardarÃan más de 15 minutos en ser atendidos. Por la impresión que le dio al asomarse al interior de la tienda, parece poco probable que cada par de clientes acabe en un minuto.
“Entonces, Sakuta, mantente en la fila”.
“¿Dónde irás, Mai-san?”
“Mi presencia serÃa una molestia, asà que voy a ir a comprar el pastel de nueces que me pidió Nodoka. Por cierto, préstame a Sara-san”.
“¿Cómo?”
“¡¿Eh?!”
La sorpresa de Sakuta y Sara se solapa.
“Vamos, date prisa”.
Las dos ya se alejaban antes de que pudiera despertar de su sorpresa.
“Bueno, entonces nos vamos”.
Habiendo perdido la oportunidad de expresar su propia opinión, Sara corrió tras la espalda de Mai.
“Me pregunto si estará bien”.
Al llegar al final de la cola, se sintió naturalmente abrumado por la preocupación.
Por supuesto, era Sara la que estaba más preocupada.
Sakuta no creÃa que Mai haga nada imprudente. No lo creÃa, pero esta situación ya puede calificarse de imprudente. Como mÃnimo, no parecerÃa un dÃa cualquiera. Sara participa en un acontecimiento que puede ocurrir una vez en la vida.
Ni siquiera Sakuta habÃa soñado que Mai aparecerÃa.
Fue un acontecimiento extraordinario que surgió de la nada, y su realidad es muy distinta a “#Sueño”. La premonición ya no sirve de nada.
Si hay algo útil ahora, es la clarividencia.
Quizás, en este momento, Sara no se dé cuenta.
Estará sola con Mai y no tendrá tiempo de prestar atención a Sakuta.
Los sentidos de Sakuta volaron lejos, incluso mientras miraba el menú del Mont Blanc. Sondeó los enredados hilos de la conciencia en la oscuridad. Al encontrarlo, extendió la mano de la conciencia…… y la agarró con firmeza.
Entonces vio lo que no podrÃa haber visto desde la fila.
Vio la espalda de Mai, que no estaba aquÃ.
Era la espalda de Mai lo que Sara estaba mirando.
Mai está caminando a lo largo de la aproximación.
Sara la siguió a la misma velocidad.
Todo recto está la calle principal de Kamakura, Wakamiya, que conduce al santuario Tsurugaoka Hachimangu.
Unas decenas de metros más adelante se divisa la segunda puerta torii, cuyo color bermellón brilla bajo el cielo invernal.
Pero lo que ven los ojos de Sara es otra cosa.
Desde que empezó a andar, sólo miraba a Mai.
── ¿Qué estoy haciendo……?
Se oyen los pensamientos de Sara.
── Ya deberÃa estar en Kamakura con Sakuta-sensei.
── AlquilarÃa un kimono en Komachi-dori.
── HarÃa que diga que soy linda, seguro.
── HarÃa una foto.
── Y harÃa una foto con él.
── ComerÃamos dangos.
── IrÃamos a ver los accesorios de Sakura Shell.
── Le pedirÃa a Sakuta-sensei que eligiera uno para mÃ.
── Me los comprarÃa como recuerdo.
── Luego irÃamos al templo del bambú a tomar el té……
── Tantos planes que tenÃa, pero todos están arruinados.
── No consigo que me mire.
── Pero esa persona está aquÃ.
Pensamientos furiosos fluyeron por su mente.
La mirada de Sara, llena de insatisfacción, se clava en la espalda de Mai desde hace tiempo.
Y Mai no se da cuenta. No, Mai puede fingir que no se da cuenta, aunque lo haga. Porque la capacidad interpretativa de una actriz popular que goza de reconocimiento nacional es una proeza.
Sakuta tampoco sabÃa cuál de las dos era la Mai actual vista por Sara. Pero Sakuta pensó que probablemente se habrÃa dado cuenta. No se trata sólo de que sea una buena actriz, sino también de que es una buena persona.
── Ella lo tiene todo.
── Es alta.
── Pelo brillante.
── Cara fina.
── Piel clara.
── Tiene piernas largas.
── Tiene una buena figura.
── Hermosa.
── ¿Por qué una persona asà sale con Sakuta-sensei?
Cuando pensaba que todos sus pensamientos se trataban de Mai, Sakuta también se vio envuelto en la cadena de pensamientos. Sin embargo, Sakuta no se molesta por la inesperada pregunta. Este es el tipo de cosas que ocurren todo el tiempo. Sigue sintiendo la mirada de esas intenciones cuando va a la universidad. Todos los dÃas.
“Sara-san, ¿qué te gustarÃa como recuerdo de Kamakura?”
“¿Eh? A mà también me gustarÃa algo de nogal. La caja y el envoltorio también son lindos”.
“A menudo también los compro para regalar”.
── No me refiero a eso. No, no, no, no……
“…… Um, ¿puedo hacerte una pregunta?”
“No tiene por qué ser sólo una”.
“¿Por qué Sakuta-sensei?”
── Está bien que pregunte esto, ¿no?
Sara se detiene.
Al darse cuenta, Mai también se detuvo y se dio la vuelta.
“¿Por qué preguntas el por qué?”
── Eh, bueno……
“No creo que Sakuta-sensei y Mai-san sean una buena pareja”.
“¿No soy adecuada para ser la pareja de Sakuta-sensei?”
“Por supuesto que no. Mai-san podrÃa salir con un actor genial o un idol popular, ¿no?”
── Seguro que todos quisieran salir con Mai-san.
“¿Te gustarÃa salir con un actor genial o con un idol popular, Sara-san?”
── ¿Tú no, Mai-san……?
“Todo el mundo lo piensa”.
“¿Qué harÃas si sales con alguno?”
── ¿Eh?
“……”
── ¿Qué harÃa con él?
“¿Presumirlo ante tus amigas?”
Fue a Mai a quien se le ocurrió la respuesta primero.
── SÃ, lo harÃa. Yo sà lo presumirÃa.
“¿SerÃa malo presumirlo?”
“Está bien. Está bien sentirte orgullosa de tu pareja, y no hay nada malo en mostrar algo de ese orgullo”.
“……”
Una vez más, Sara se queda sin palabras.
── ¿Está bien?
── Pero, aunque me dijo que estaba bien, me pregunto por qué tengo esta sensación.
Inconscientemente, Sara se llevó la mano al pecho
── ¿Por qué me siento mal?
“¿No es Sara-san la que siente que ‘no deberÃa’?”
Esta vez, también, fue un punto de vista agudo de Mai. Al parecer es correcto. Aunque no podÃa expresarlo correctamente con palabras, pero porque se sentÃa culpable, Sara preguntó: “¿Está mal?” Porque querÃa dejar salir la inseguridad que llevaba dentro.
── Eso no es cierto. ¡Eso no es cierto……!
Sara intenta desesperadamente negar sus propios pensamientos. Al decirse a sà misma que era diferente, intentaba inspirarse. Era como si se esforzara por proteger algo. Era, tal vez, ella misma, la persona que habÃa construido hasta el dÃa de hoy. No podÃa admitir que esos valores fueran un error.
Por eso Sara no está de acuerdo con las palabras de Mai. No puede. No puede aceptarlo. TodavÃa no ha oÃdo nada que quiera preguntarle a Mai. No puede echarse atrás en un sitio asÃ.
“…… Eso no es verdad.”
Las palabras que Sara consiguió finalmente pronunciar estaban claramente cargadas de sentimientos de rebelión. Pero incluso eso está en la palma de la mano de Mai. Le toman completamente el pelo. Los sentimientos están siendo arrancados de ella.
Debe ser un poco suave con ella. La otra parte en esta conversación es una estudiante de primero de preparatoria. Sin embargo, las plegarias de Sakuta no llegan a Mai. Sakuta, que se encuentra en un lugar remoto, no tiene forma de decirle algo.
“¿Sara-san por qué elegiste a Sakuta como profesor?”
“Es porque……”
La pregunta surge de repente y Sara no sabe qué responder.
“Como es el novio de ‘Mai Sakurajima’, ¿pensaste en burlarte un poco de mÃ?”
“……”
La mente de Sara se queda en blanco. Estaba tan sobresaltada que todos sus pensamientos habÃan volado.
“¿Cómo va todo? ¿Crees que puedes llamar la atención de Sakuta?”
Incapaz de replicar, Sara se quedó mirando a Mai. No podÃa apartar la mirada.
── De verdad, tiene una cara preciosa.
En esta situación, eso fue lo primero que pensó Sara.
── No hay nada que yo pueda hacer para competir con alguien asÃ.
Eso es lo que pensó a continuación.
“Me estás preguntando si puedo conquistarlo, ¿verdad?”
── Entonces, ¿por qué……?
“SÔ.
Mai lo admitió fácilmente.
── ¿Por qué, yo……?
“He enamorado a toda clase de chicos. Incluso los que tienen novia”.
── ¿Por qué me siento tan irritada……?
“Pero la novia de esos chicos no era yo, ¿verdad?”
La actitud de Mai es inquebrantable. Nunca vacila en absoluto.
“……”
“Y esos chicos no eran Sakuta, ¿verdad?”
Más bien, cada vez que habla, se vuelve más y más firme.
“…… Pero no lo sabes”.
── Ya basta, yo. Debo detenerme ahora. Para……
“Quizá tengas razón. Es Sakuta quien decide”.
── Si lo entiendes ya detente, si continúo…… no seré yo misma.
La voz del corazón de Sara, que suena como un grito, resuena de dolor. Si Mai decÃa una palabra más, se derrumbarÃa. Pero no fue asÃ.
“Lo siento. Me salà del tema”.
Fue entonces cuando Mai dio un paso atrás.
“Lo que me preguntaste fue por qué Sakuta, ¿no?”
“SÃ……”
La voz de Sara, que consiguió exprimir, era casi inaudible.
“Sakuta, escucha todo lo que pido egoÃstamente. Se queja de ello. Cuando trabajas en el mundo del espectáculo, hay cambios repentinos de horario a veces y no podemos salir juntos en público como cualquier pareja normal, pero, aun asÃ, la actitud de Sakuta me ayuda. Me hace sentir a gusto”.
Mai empieza a hablar como si nada.
“¿Es esa la razón?”
Sara tiene un aspecto inexplicable.
No es de extrañar. Quizá la historia de Mai tenga continuación. TodavÃa hay una larga continuación…… Lo que acabas de decir era sólo una charla de almohada.
“Luego está el hecho de que siempre dice que mi cocina es deliciosa. Disfruto cocinando con él. Y me gusta el tiempo que pasamos comiendo juntos”.
“……”
La mente de Sara estaba llena de preguntas. No entendÃa lo que le decÃan.
”Porque dice ‘te quiero’ con palabras adecuadas. A veces es demasiado”.
Mai suelta una risita, como si recordara algo.
── No entiendo.
Mai se dio cuenta de que Sara la miraba desconcertada.
“Hay muchas otras razones. Ni siquiera puedo contarlas todas. Sabe decir ‘gracias’ y ‘lo siento’ correctamente, tienes amigos que pueden ayudarle. Cuida muy bien de su hermana pequeña Kaede. Ama a su gato Nasuno. Y se preocupa por los estudiantes de la escuela de reforzamiento”.
“¿Es por mÃ?”
“Si puedes mirar en el corazón de Sakuta, podrás entenderlo, ¿verdad? Hoy canceló nuestros planes porque se preocupaba por Sara-san”.
“……”
── Asà es. Se ha estado preocupando por mÃ, Sakuta-sensei……
“Porque es una persona que puede trabajar duro para alguien asÃ. Es el tipo de persona que insiste en que es por su propio bien. Esa parte retorcida de él también es…… molesta a veces, pero no creo que lo odie por eso”.
Mai sonrÃe radiante. TenÃa una mirada cálida.
── Pero no quiero que se preocupe por mÃ. Quiero que……
“¿Eso respondió un poco a tu pregunta?”
“……”
Sara no dijo que sÃ. La expresión de Sara seguÃa siendo de pérdida y confusión.
“Es difÃcil explicar con palabras todos estos sentimientos. Pero sà puedo explicar la razón por la que comenzamos a salir fácilmente”.
Al oÃr estas palabras, Sara levanta la vista. Miró a Mai como buscando una respuesta.
“¿…… Por qué?”
La expresión de Mai se relaja ante la pregunta de Sara. TenÃa ojos dulces.
No es por engaño ni por vacilación. Es justo como Mai dijo antes. Porque es fácil decirlo. Porque la respuesta ya está dada. Seguramente, debe ser la misma respuesta que la de Sakuta.
“La razón por la que salgo con Sakuta es. Es para que los dos seamos felices juntos”.
Como si masticara sus pensamientos, Mai dijo esto lentamente y sonrió. Después de eso.
“Quizá elegà a Sakuta porque es el único que puede hacerme sentir asÔ.
Añadió espontáneamente, como si se le acabara de ocurrir. ParecÃa ser la respuesta a sus sentimientos ambiguos.
“……”
Sara se quedó sin habla. Porque era diferentes de cualquier palabra o sentimiento que ella hubiera imaginado. De las breves palabras de Mai brotó un calor inesperado.
── ¿Qué es esto?
Envuelto en calor.
── Nunca he conocido…… nada igual.
Fue engullida.
Se sentÃa ahogada.
“Bueno, sigo siendo lo suficientemente feliz”.
Mai sonrÃe tranquilamente. Era una sonrisa que evocaba exactamente la felicidad.
“……”
Las palabras de Sara siguen sin salir. Las emociones no se pueden formar.
── Imposible……
Aun asÃ, su corazón empezó a moverse silenciosamente.
── Esto es imposible……
“Si crees que estoy mintiendo, ¿quieres averiguarlo?”
“¿…… Qué?”
“Mira en mi corazón”.
Mai extiende la mano como pidiendo un apretón de manos.
“Creo que, si lo haces, lo entenderás todo, ¿verdad?”.
Sara extendió su mano por reflejo, pero ella misma no intenta acortar la distancia.
── ¿Qué debo hacer……?
A Sara le temblaban las yemas de los dedos. Está claramente perdida.
── ¿Qué deberÃa hacer……?
No pide respuesta a nadie.
Pero nadie le darÃa una respuesta.
Siempre tienes que encontrar la respuesta por ti mismo.
Porque la respuesta que te da otra persona es sólo la respuesta de alguien más.
Mai tiende la mano a Sara.
── Espera……
Sólo faltan cinco centÃmetros para que las puntas de sus dedos se toquen.
── ¡Espera!
Tres centÃmetros.
── Dije que esperes.
Dos centÃmetros.
── Porque……
Sólo unos centÃmetros más.
“No……”
Con un hilo de voz, Sara volvió a llevarse la mano al pecho. La otra mano la apretó con fuerza como si fuera importante. ParecÃa que intentaba proteger algo importante.
── ¡No quiero saberlo!
El feroz rechazo de Sara resonó en la cabeza de Sakuta. La espina de la emoción le atravesó el pecho.
── No puedo ganar…… ¡No puedo contra alguien asÃ……!
Inmediatamente después, como si el teléfono se hubiera desconectado unilateralmente, las imágenes que veÃa desaparecieron. No podÃa oÃr la voz de Sara ni de Mai.
Lo intentó de nuevo, pero fue inútil.
No podrÃa volver a conectar con Sara. No sabÃa dónde está ni qué está haciendo. Ni siquiera sabÃa en qué está pensando ahora.
“SÃ, siguiente persona. Siento mucho la espera”.
El camarero con el menú del Mont Blanc mira a Sakuta. La sonrisa en su rostro le devolvió por fin la conciencia, que habÃa estado borrosa.