Seishun Buta Yarou wa Student no Yume wo minai - CapÃtulo 2, parte 5
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- CapÃtulo 2, parte 5 - Secreto y promesa
5
Al dÃa siguiente, 10 de diciembre. El sábado.
Pasó el dÃa limpiando, lavando y bañando a Nasuno, y luego preparó el almuerzo con Mai, que vino de visita, y lo comimos juntos.
Por la tarde, despidió a Mai, que tenÃa una entrevista con una revista, y Sakuta también salió de casa pasadas las cuatro. TenÃa que trabajar como profesor de reforzamiento a partir de las seis.
Salió de casa un poco antes porque se sentÃa presionado. He aquà la razón.
Los deberes que le entregó Sara.
Hoy era el dÃa en que debÃa entregarlo, pero las páginas seguÃan en blanco
Salir no le ayudaba a seguir con los deberes, pero tampoco significa que Nasuno vaya a darle las respuestas. Como mÃnimo, querÃa deshacerse de su inquieto estado de ánimo saliendo al exterior.
Si llegaba pronto a la escuela, tendrÃa cosas que hacer, como prepararse para la clase.
Quizá se le ocurra algo mientras caminaba.
Sakuta tenÃa una leve esperanza, pero al final no tuvo ni idea de cómo era el sÃndrome de la pubertad de Sara hasta que llegó a la estación de Fujisawa. Después de todo, habÃa muy pocas pistas.
Con pasos pesados, subió por la pasarela de varios pisos frente a la estación. Entonces, una voz le llamó desde atrás.
“Um, Azusagawa-sensei…”
La voz de un hombre.
Sólo con oÃrlo, no podÃa imaginarme inmediatamente la cara de la otra persona.
Cuando se giró para ver quién era, habÃa un alto muro justo detrás de sÃ. Uniformes del instituto Minegahara. El hombre que miraba a Sakuta desde una altura de casi 190 cm era Toranosuke Kasai.
“Siento interrumpirle de repente”.
“¿De qué se trata?”
“¿Me concede un momento de su tiempo?”
“Está bien, ¿pero…… yo?”
No habÃa tenido contacto con Toranosuke hasta hoy, asà que era una pregunta natural.
“SÔ.
“¿No deberÃas hablar con Futaba?”
“Con Azusagawa-sensei está bien”.
Como para cubrir las palabras de Sakuta, Toranosuke dijo eso.
“Por ahora, ¿quieres ir a la escuela?”
“Oh, no, preferirÃa no hacerlo……”
La mirada de Toranosuke nadó. Por su aspecto, no parecÃa una buena historia para que nadie la oyera.
“Pues vayamos a otro lugar”.
Al haber llegado antes, aún queda algo de tiempo antes de que empiecen las clases.
Sakuta y Toranosuke llegan al restaurante familiar donde Sakuta trabaja. Tomoe, vestida de camarera, les dirigió una mirada suspicaz y les guió hasta una mesa apartada donde podrÃan hablar en secreto.
Ambos pidieron bebidas en la barra, cada uno trajo un café y una cola, y se sentaron uno frente al otro.
“¿De qué quieres hablar?”
Sakuta supuso a medias que probablemente se trataba de RÃo. No se le ocurrÃa nada más en común entre él y Toranosuke.
Sin embargo, Toranosuke mencionó otro nombre inesperado.
“Quiero que te cuides de Sara…… no, de Himeji-san”.
Su mente no podÃa ponerse al dÃa con el tema inesperado. Le llamó “Sara”, y luego lo reformuló a “Himeji-san”. Cuando Sakuta se dirige a Rio él la llama por su apellido, a pesar de que son amigos desde hace unos cuatro años, ¿Entonces qué clase de relación tiene Toranosuke con Sara para llamarla por su nombre? Además, Sakuta se preguntó de qué le estaba pidiendo que se cuidara. Las preguntas sucedÃan una tras otra.
¿Qué quiere decir con “te cuides”?
Como no tenÃa ni idea de lo que estaba pasando, no le quedó más remedio que resolverlas una a una.
“Azusagawa-sensei usted es el tercero. En estar a cargo de Sara, no, Himeji-san”.
“Por ahora, ¿por qué no me llamas por mi nombre?”
“Ah, sÔ.
Toranosuke aceptó el consejo de Sakuta con sinceridad. Es una persona muy seria.
“Conozco al profesor que estaba a cargo de Himeji-san antes”.
A diferencia de Sakuta, que es un profesor a tiempo parcial, él es un hombre que tiene un trabajo de verdad como instructor de clases particulares. Tiene unos veinte años.
“¿Sabes por qué fue reemplazado?”
“Lo sé”.
En pocas palabras, trató de sobrepasarse con uno de sus estudiantes. Esa es la historia que lo metió en problemas.
“El primer maestro que estaba a cargo de Sara antes de él también fue sustituido por la misma razón”.
Sakuta no estaba enterado de esto.
“¿Quieres decir que esa persona también fue reemplazada por Himeji-san?”
“……”
Toranosuke asintió en silencio.
“He oÃdo algunas historias sobre chicos del instituto que confesaron sus sentimientos a Sara……”
“Estoy seguro de que será muy popular entre los chicos”.
Una estudiante amable, educada y con honores. Se rÃe mucho y alegra el lugar. No es tÃmida y, naturalmente, está dispuesta a acercarse a los demás.
Como Sara es asÃ, parece natural que atraiga la atención del sexo opuesto. Una de esas personas es Kento, que es Ãntimo de Sakuta.
“Si te preocupa que se le insinúen los chicos, Kasai-kun, ¿por qué no te ocupas tú de ella? Pareces lo suficientemente cercano como para llamarle por su nombre”.
“No puedo hacer eso”.
Toranosuke lo negó sin vacilar.
“¿Por qué no?”
“Sara y yo vivimos uno al lado del otro……”
“¿No es suficiente?”
Por supuesto que no. Hay más en la historia de Toranosuke.
“Nuestros padres están muy unidos, y solÃamos jugar juntos desde que éramos pequeños”.
“¿Quieres decir que eran amigos de la infancia?”
“Eso parece”.
La reacción de Toranosuke es algo extraña. La relación es tan natural para los implicados que quizá no hayan pensado en ella en términos de “amigos de la infancia”. SentÃa distancia ante tal palabra.
“Asà que, hasta la secundaria, pensé que estaba enamorado de Sara”.
Una súbita confesión salta a la vista.
“Siempre estábamos juntos, asà que la gente de nuestro entorno se burlaba de mà diciendo que estábamos saliendo……”
“Asà que era eso”.
Quizás lo molestaban porque sentÃan envidia.
“Yo también pensaba que ella se interesarÃa en mà y que tarde o temprano pasarÃa algo entre nosotros”.
“Asà que resultó de otra manera”.
De hecho, Toranosuke se habÃa confesado con Rio. Sakuta conoce este hecho.
“SÃ. En un momento, me di cuenta de que lo que pensaba que eran sentimientos románticos podrÃan no serlo”.
“¿Es porque te enamoraste de Futaba?”
“SÃ.”
Por reflejo, recibe una respuesta sincera.
“……”
“……”
“¡¿Eh?!”
Tras una larga pausa, Toranosuke expresa su agitación. También es visible en su rostro. Agitó la boca dos o tres veces, buscando la siguiente palabra. Pero no pudo encontrarla, y su mirada vagó inquieta por el aire. En cualquier caso, Toranosuke sorbió su refresco de cola con una pajita para llenar la torpeza. Pero fue demasiado enérgico y se atragantó con su bebida con todas sus fuerzas.
“C-cómo”.
Toranosuke finalmente exprimió la pregunta de su boca más de treinta segundos después del punto inicial de Sakuta.
“Porque cuando le hacÃas preguntas a Futaba en la escuela de reforzamiento, parecÃa que te gustaba”.
“……”
Una vez más, Toranosuke se quedó sin palabras.
“Sé que Futaba es difÃcil, pero tú sigue asÔ.
“Ah, s-sÃ, n-no, no, espera ¡No vine a hablar de ello!”
Toranosuke, encogiendo su gran cuerpo en un tamaño más pequeño, intenta desesperadamente volver al tema.
“Por cierto, ¿qué piensa Himeji-san de ti, Kasai-kun?”
”Creo que pensaba bien de mÔ.
“Lo hacÃa, ¿verdad?”
“Ahora mismo no lo sé”.
No era de extrañar. Toranosuke no es Sara. Los sentimientos de Sara pertenecen a Sara. De hecho, ni siquiera él sabe lo que siente, por eso está tan mal. Igual que era Toranosuke antes de conocer a Rio……. Es fácil cometer errores, malentendidos y suposiciones con sólo una pequeña oportunidad. Es difÃcil para la gente darse cuenta de esto.
“¿Qué clase de chica es Himeji-san desde tu punto de vista, Kasai?”
“¿A qué clase de chica te refieres con……?”
“Es alegre y educada, pero también tiene un lado amistoso. ¿Siempre ha sido asÃ?”
“SÃ, asà es. Es asà desde la guarderÃa. Está en el centro del cÃrculo de gente, sonriendo y…… todos se reúnen alrededor de Sara.”
“¿Incluso en primaria?”
“SÔ.
“¿Incluso en la secundaria?”
“SÔ.
“Asà que hasta secundarÃa tú y ella prácticamente eran una pareja oficial”.
“……”
Es impecablemente satisfactorio. Puede ser que no experimentase ningún tipo de contratiempo hasta que Toranosuke prácticamente la dejó.
Por lo tanto, fue demasiado de un choque. Tanto que desarrolló el sÃndrome de la pubertad. Tiene sentido cuando lo piensas de esa manera. ¿Pero es demasiado simplista?
“Para resumir la historia, en otras palabras, Kasai-kun la dejaste y luego……”
“Yo no la dejé”.
“En efecto, ¿estás diciendo que te preocupa que Himeji-san se haya vuelto extrañamente popular desde que te dejó?”
“SÃ, asà es. Entonces, quiero que tengas cuidado con ella”.
“Pero ¿por qué me dices esto?”
Sakuta y Toranosuke no tenÃan contacto. TendrÃa que haber alguna razón para sacar un tema asà tan de repente.
“Ayer llamé a Kunimi-senpai por este asunto y me dijo que pidiera ayuda a Azusagawa-sensei”.
“Ese Kunimi sólo dice cosas inútiles”.
“Y…… Azusagawa-sensei tiene una novia increÃble, por eso pensé que era diferente a todos los demás profesores que he tenido”.
“Ya veo……”
Parece a la vez comprensible y equivocado. Sin embargo, es entendible que el resultado de la forma de pensar de Toranosuke sea que, si está saliendo con “Mai Sakurajima”, no se sentirÃa atraÃdo inadvertidamente por Sara.
“Azusagawa-sensei, tengo toda mi fe en usted”.
Toranosuke vuelve a inclinar la cabeza.
No es asunto de Sakuta hacer un seguimiento de los alumnos extrañamente populares, se mire por donde se mire. No parecÃa que sea un problema del que pueda ocuparse un tutor a tiempo parcial.
“Mi asignatura son las matemáticas”.
Aun asÃ, frente al serio Toranosuke, era un anciano sabio…… de una forma u otra, y mientras le llamaran “sensei”, no podÃa ignorarlo.
Por encima de todo, Sara es ahora alumna de Sakuta. Además, tienen una extraña relación, ya que han tenido el mismo sueño. También se le ha encomendado la difÃcil tarea de hablarle del sÃndrome de la pubertad que está desarrollando. Decir que ya se preocupaba por ella serÃa más que suficiente.
Quizá lo que escuchó de Toranosuke no sea ajeno al sÃndrome de Sara. Parece que vale la pena pensar en ello.
“Me ocuparé de ello. Tendré cuidado mientras tanto”.
Cuando Sakuta respondió, Toranosuke finalmente levantó la cabeza.
“Muchas gracias”.
Sakuta sintió que la expresión algo aliviada de Toranosuke era juvenil para su edad. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que ya no era un estudiante de preparatoria.
Después de pagar la cuenta, Sakuta y Toranosuke abandonaron el restaurante familiar pasadas las cinco y media de la tarde.
Mientras hablaban, el sol se habÃa puesto por completo y las luces de la ciudad estaban encendidas.
Toranosuke dijo que tenÃa clase más tarde, asà que ambos se dirigieron a un edificio comercial cerca de la estación donde se encontraba la escuela de reforzamiento.
Al ser abordado por Toranosuke, ya no tuvo tiempo de pensar en los deberes de Sara. En su lugar, se enteró del problema de Sara de una forma inesperada.
Por lo que ambos habÃan contado, no cabÃa duda de que Toranosuke era quien habÃa roto el corazón de Sara.
Después de eso, Sara se hizo popular.
Si esto se debió al sÃndrome de la pubertad o no, no lo sabÃa. Nunca habÃa encontrado con un sÃndrome de este tipo. Parece que no tiene nada que ver, teniendo en cuenta la época del año. También es posible que Sakuta sólo quiera pensar eso porque tiene muy pocas pistas.
Si lo piensa con calma, hay muchas posibilidades de que no estén relacionados.
Con la disolución de la pareja oficial que hacÃa con Toranosuke, los chicos que estaban interesados en Sara empezaron a acercarse todos a la vez. Si dicen que eso es todo, eso hace que sea más fácil de aceptar.
Aún está muy lejos de una respuesta a la pregunta de los deberes. Sin embargo, sólo podÃa darle las gracias a Toranosuke porque ya no tenÃa las manos completamente vacÃas.
“¿Hoy es la clase de Futaba?”.
Le dice a Toranosuke, cuyo perfil está fruncido. La tensión se filtra por todo su cuerpo.
“SÃ. Pero no necesito hablar más de Futaba-sensei”.
“¿Por qué?”
“Porque tuve un sueño…… la semana pasada. ”
“¿Un sueño……?”
“Soñé que Futaba-sensei me rechazaba en Nochebuena”.
“Ya veo”.
Ya no parece una simple coincidencia. Este es el tercer caso de una historia onÃrica sobre Nochebuena. Sakuta y Sara, la historia de Nana que le contó Tomoe, e incluso Toranosuke soñó con Nochebuena.
“¿Sabes lo popular que es #Sueño ahora mismo?”.
“¿Qué dijo Futaba en tu sueño?”
“¿Eh?” Dijo…… ‘no puedo salir con mis alumnos’ creo”.
“Asà que, Kasai-kun, tienes que rendirte”.
“Honestamente, no sé qué hacer. Aunque tuve un sueño como ese, yo…… he estado pensando cada vez más en ella…… y, sabÃa que era imposible desde el principio, pero, ya sabes, ¿qué debo hacer?”
Incapaz de pensar con claridad, Toranosuke se disculpó finalmente ante Sakuta: “Lo siento”.
Es desesperado, directo, torpe y peligroso. Sin embargo, su honestidad resultó embarazosa. Por eso Sakuta quiso decir algo.
“Si fuera yo, le contestarÃa: ‘Siempre podrás aceptar otro trabajo'”.
Toranosuke aún está en segundo curso. Puede aguantar más de un año.
“……”
A Toranosuke le sorprendió este repentino consejo.
“Si Kasai-kun va en serio con Futaba……”
“¡Haré mi mejor esfuerzo……!”
Volvió la respuesta de una extraña tensión mezclada con impaciencia y alegrÃa, como si la comprensión la hubiera alcanzado por fin.
“No quiero que Futaba se queje, asà que estudia mucho también”.
“Seguro que se alegrará de oÃrlo ¡Claro que sÃ! Eh, um, Azusagawa-sensei, realmente……”
Toranosuke estaba a punto de continuar con su agradecimiento, cuando de repente sus grandes hombros se sacudieron.
“Disculpe. Yo iré primero”.
Hablando rápidamente, Toranosuke corre hacia el edificio donde se encuentra la guarderÃa como si fuera a escapar.
Luego, unos segundos más tarde.
“¿Azusagawa?”
Alguien le llamó.
“Hola, Futaba”.
Era RÃo, que venÃa de la estación.
No le extrañaba que Toranosuke huyera. Se supone que tiene que tomar la clase de RÃo después, asà que está un poco preocupado acerca de si ella va a estar bien asÃ.
“¿No estaba Kasai-kun aquà hace un momento?”
El alto Toranosuke destaca entre la multitud, por decir algo Incluso desde lejos serÃa imposible confundirlo con otra persona.
“Dijo que eran amigos de la infancia”.
“¿Quién con quién?
La cara de RÃo mostraba que no lo entendÃa.
“Me dijo Kasai-kun que es amigo de Himeji-san. Desde hace un rato me hablaba de ella”.
“Asà que fue asÔ.
“Asà es”.
“…… Azusagawa, no has dicho nada innecesario, ¿verdad?”
De alguna manera esos ojos ya están acusando a Sakuta.
“Sólo dije lo necesario”.
“Quizás eso es lo innecesario”.
Rio aún parecÃa no quejarse. Pero antes de que Rio pudiera abrir la boca de nuevo, una voz la interrumpió.
“Sakuta-sensei”.
Una voz brillante y saltarina.
Era Sara corriendo desde la estación.
Se acercó a Sakuta con una sonrisa en la cara, preguntándose por qué se divertÃa tanto.
“Por favor, echa un vistazo a esto”.
Metió la mano en su bolso y sacó un trozo de papel doblado por la mitad. Lo desdobló y se lo mostró a Sakuta.
Era una hoja de respuestas de matemáticas llena de cÃrculos para las respuestas correctas. No habÃa ni una sola cruz marcada. En otras palabras, una puntuación perfecta.
“Oh. CreÃa que hoy Ãbamos a repasar las preguntas en las que todos se habÃan equivocado”.
Si traÃa la hoja de respuestas sin ningún error, no habÃa nada que hacer.
“Pero primero, por favor, hágame un cumplido”.
“Muy bien hecho”.
“Me adelantaré”.
Rio le dijo a Sakuta y entró en el edificio.
“Voy contigo”.
Sakuta y Sara iban al mismo sitio que Rio.
Los tres se metieron en el ascensor que venÃa. Rio está delante del botón. Sakuta está en la esquina detrás de ella. Sara está al lado de Sakuta.
“……”
Nadie habla.
“Hoy vuelve a hacer frÃo”.
“SÃ, lo hace”.
“SÔ.
“……”
Una vez más, se hizo el silencio.
Si lo piensas, fue una reunión un poco incómoda. Sara fue prácticamente abandonada por Toranosuke, y a Toranosuke, le gusta Rio……
El ascensor que transportaba a Sakuta y a las chicas llegó a la planta donde se hallaba la escuela con una extraña sensación de tensión.