Saenai Boku ga Kimi no Heya de Shiteiru Koto o Kurasumeito wa Dare mo Shiranai - Capítulo 3
Capítulo 3: Malicia dirigida
No pasó mucho tiempo para que Uehara concurra todos los días a la biblioteca, y en sus descansos entre clases se juntaba con Tooyama y Chihiro.
—Paras mucho por aquí, ¿está bien alejarte mucho de tu grupo?
—No hay problema. No me han dicho nada malo últimamente. Aunque a Kazuhito todavía le molesta que me vaya.
De hecho, cada vez que Uehara venía a pasar el rato con Tooyama, Kurashima se acercaba tratando de llevársela consigo. Sin embargo, en los últimos días, él sólo miraba desde la distancia.
—Tooyama, ya me decidí, yo también quiero ser libre.
—¿A qué te refieres?
Chihiro, que estaba escuchando la conversación entre los dos, sabía lo que significaban esas palabras, pero no tenía ni idea de lo que estaban hablando.
—Simplemente, Uehara-san tiene muchos amigos, y al estar en un grupo se ve muy limitada en cuanto a muchas cosas.
Tooyama le explicó brevemente a Chihiro.
—Sí… Entiendo lo que quieres decir.
Chihiro era muy inteligente, probablemente podría entender lo que quería decir con sólo explicarlo.
—Pero, Uehara-san, ¿está segura? Viendo que Kurashima-kun ha venido a llevarte de vuelta varias veces, podrías ganarte problemas con él.
A diferencia de Tooyama, Chihiro tenía un carácter muy amable y siempre evitaba hablar más de las personas.
—No importa si me odia. Mejor dicho, me encantaría que lo haga.
—Parece que realmente lo detestas.
Sin embargo, Kurashima, que estaba tan obsesionado con Uehara, no tomó ninguna medida al escuchar lo que pasaba.
Tooyama miró a Takai. Otro ejemplo de persona libre y sin preocupaciones.
Cuando Tooyama llegó a la escuela, abrió su casillero de zapatos con el fin de cambiárselos. Inesperadamente un papel cayó del lugar.
—¿Qué es esto?
Al abrirlo, se podía leer un pequeño escrito en el medio.
(No te dejes llevar.)
Entendió al momento que era una amenaza no tan obvia.
¿Esto escaló lo suficiente para que vengan a amenazarme?
Lo que a Tooyama le preocupaba desde hacía tiempo había sucedido.
La razón era, sin duda, que su relación con Uehara, había mejorado.
Sin embargo, resultó ser una escritura a mano… Tooyama estaba realmente confundido, sólo con analizar la letra, se podía determinar fácilmente algunas características de quien lo pudo haber escrito.
Se puede ver que el autor tiene un comportamiento puramente emocional e imprudente.
No sé si esto se hizo de forma individual o colectiva, pero siento que estoy cerca de averiguarlo.
A Tooyama no le importaba el alcance de esta amenaza, pero no quería que Uehara lo supiera. Sería molesto que ella se sintiera culpable.
Lo que más temía Tooyama era que otras personas, además de él, fueran objeto de acoso.
Aunque estaba preocupado por Chihiro, que era la persona más cercana a él, él pequeño chico era diferente a él, era muy bueno tratando con la gente y se llevaba bien con todos. Así que debería estar bien… Eso pensaba Tooyama.
Se pasó todo el día atento a cualquier cambio en el ambiente, pero no pasó nada.
Al día siguiente, abrió cuidadosamente su casillero de zapatos. No había nada, excepto sus zapatos. Tooyama también los revisó, por si acaso, pero no había nada raro.
Dejó escapar un suspiro de alivio y se dirigió al aula.
Tooyama entró como siempre, colocó su mochila en el escritorio y se sentó.
Sacó el libro de texto de la primera clase. Pero justo cuando quería meterlo en el escritorio, algo impidió su entrada.
Al mirar adentro, estaba lleno de basura. Todas eran de bolsas de merienda y uno que otro papel. El pequeño lugar se había convertido en una especie de basurero de la clase.
¿Será esto lo que sigue de las amenazas?
Al fin y al cabo, el correo basura y el acoso deben ser realizados por la misma persona o grupo de personas.
Sin embargo, Tooyama prefería que, en lugar de ser sigiloso, la otra parte pudiera llegar directamente a él. Al menos, así podría defenderse.
A pesar de ser intimidado, mantuvo la calma. Después de todo, si la otra parte utilizaba la fuerza, él se defendería.
—Yuuki, buenos días… Te ves muy asustado, ¿qué pasó?
Chihiro, que recién llegaba, miró la cara de Tooyama, la cual mostraba una expresión de preocupación.
—No, nada. Solo que sentí que hoy la clase estaba más molesta que otros días y estaba pensando en irme a casa.
Tooyama se apresuró a guardar la basura en su mochila y fingió que no había pasado nada.
—Si tienes algún problema, házmelo saber.
—Por supuesto. Eres la única persona en la que puedo confiar.
Para calmar el ambiente, Tooyama trató de verse tranquilo.
—No creo que sea así. ¿No tienes a Uehara-san?
Lamentablemente para Uehara, Tooyama no parecía considerarla una amiga.
Aunque los tres habían estado comiendo juntos estos días, todavía no se sentían tan unidos.
Tooyama dirigió su atención a Takai, quizás considerándola como una amiga.
Como siempre, ella estaba leyendo en silencio.
No pudo concentrarse en toda la clase y ya era la hora del receso para comer. Uehara, como de costumbre, se sentó junto a Tooyama y Chihiro para comer.
Aunque él creía que de algún modo ella tenía algo que ver, Uehara era inocente. Sin embargo, si seguía manteniendo una relación con Tooyama de esta manera, el acoso probablemente aumentaría. Pero para él seguía siendo difícil decirle que se aleje.
Pensando en esto, Tooyama llegó a una conclusión. Aceptar las cosas por ahora y ver como avanza la situación.
Sin embargo, el receso para el almuerzo de hoy fue diferente a lo habitual. Mientras miraban sus celulares, sus compañeros de clase susurraban en silencio, tanto que podía sentir el aire de desprecio y hostilidad en sus ojos.
Desde que Uehara se había unido a su grupo por así decirlo. Tooyama ya se había dado cuenta que las cosas estaban cambiando, pero esto era relativamente claro.
—Siento que algo está mal aquí. Me siento como si nos estuvieran observando.
—Sí, es una sensación muy molesta.
Chihiro y Uehara se dieron cuenta de que algo iba mal en la clase.
—Marika, ¿puedes venir aquí?
Justo cuando ambos estaban confundidos, Mika Aizawa, compañera y buena amiga de Uehara los llamó.
—¿Aizawa? ¿Pasa algo malo?
—Tengo algo que decirte…, ¿puedes acompañarme a afuera?
—Sí, entiendo.
—Ah, Tooyama también viene.
—¿Eh? ¿Yo? ¿Por qué?
—Cállate y sígueme.
Aizawa era linda, con el pelo hasta la cintura recogido en una doble coleta. Tooyama oyó que era una chica que podía atender muy bien a la gente, del tipo que podía explicar las cosas muy claramente.
—De acuerdo, entiendo…
Tooyama, se sentía como una rana siendo observada por una serpiente, así que la siguió obedientemente.
—Lo siento Okita-kun, me los llevaré por un momento.
—Sí, pero por favor no te comas a Yuuki.
—¡No me lo voy a comer! Muy bien, ustedes dos, vamos.
Aizawa salió con cara de vergüenza.
—En serio, no sé qué le pasa a ese chico…
Aizawa, que caminaba torpemente delante de Tooyama y Uehara, los condujo hasta la máquina expendedora del final del pasillo.
—Entonces, Aizawa, ¿a qué te refieres con que tienes algo que decirnos? ¿Es algo que no se puede decir en clase?
—Lo has notado, ¿cierto? Hay un ambiente extraño en el aula ahora mismo.
—Tienes razón. El ambiente no es el mismo de siempre.
—¿Y tú, Tooyama?
Aizawa lo miró pidiéndole su opinión.
—Opino lo mismo que Uehara-san. Puedo sentir que mi forma de llamar la atención no es la misma de siempre, es extraño.
—Ya veo… parece que ustedes dos no lo saben todavía. Miren esto.
Aizawa sacó su celular y les mostró una conversación a los dos.
(Mira, ¿no hay un tipo muy mediocre en la clase? ¿cómo se llama? Un tipo que solo anda con un chico que parece una chica.)
(Creo que te refieres a Tooyama.)
(Sí, he escuchado que Uehara está saliendo con ese tipo.)
(¿Eh? Eso está mal, realmente mal.)
(Los dos fueron vistos en una cita en la librería frente a la estación, Uehara suele ir a la biblioteca cuando Tooyama es el encargado.)
(Ya veo.)
(Si eso es cierto, me da mucha envidia.)
(Si lo que dices es verdad, ¿por qué los dos se ven tan alejados?)
(Es sólo un rumor, no está claro lo que pasó. No le creas demasiado.)
—¿¡Qué es esto!?¿Cómo puede ser que crean que estoy saliendo con Uehara-san?
Lo que aparecía en la pantalla era una relación inventada basada en rumores.
—¿Enserio? ¿Estoy saliendo con Tooyama?
Uehara, que no podía ocultar su sorpresa, parecía de alguna manera feliz.
—Al principio del receso, no sabía quién me había invitado a este chat grupal. Al parecer como se trataba de ti no fuiste invitado.
—Por eso nos vigilan así en clase… Lo siento, Uehara-san.
—¿Por qué te disculpas? No es tu culpa.
—No… es porque creo que sería horrible que te vinculen sentimentalmente con alguien como yo.
—¡No lo odiaría! Prefiero decir que podría ser feliz… o… algo así.
Uehara, que bajó un poco la cabeza, probablemente sintiéndose avergonzada, bajó la voz, tanto que no se le podía oír con claridad.
—¿¡Uehara-san!? ¡No hagas bromas que se puedan malinterpretar!
—Acaso no te gustaría. ¿O es acaso que me odias?
Uehara bajó la cabeza y levantó los ojos para ver la expresión de Tooyama
Estaba tan cerca que empezó a notar la hermosa forma de sus labios rosados, y giró la cara.
——No estoy hablando de eso…
—Ahhhh… ¿realmente están saliendo?
Aizawa, que había estado escuchando en silencio la conversación entre ambos, tosió un par de veces a propósito y preguntó con expresión de estupefacción.
—¡No, no es así! ¡No estamos saliendo! ¡¿Cierto, Uehara-san?!
Probablemente debido a la vergüenza, Tooyama estaba desesperado por negarlo.
—No lo niegues de esa forma…
Uehara parecía no estar satisfecha con la respuesta de Tooyama, que intentaba negarla con todas sus fuerzas.
—No creí que esto fuera a escalar tanto.
Probablemente Aizawa se dio cuenta de que este tipo de discusiones eran propias de un par de idiotas. Tooyama y Uehara no la refutaron, sino que permanecieron en silencio con expresiones avergonzadas en sus rostros.
—En resumen, ustedes dos deben tener cuidado, y dejar de difundir escándalos extraños.
—Aizawa-san, gracias por contarnos esto. Tendré cuidado la próxima vez.
—Tienes razón, yo también tendré cuidado.
A Tooyama le preocupaba que el extraño escándalo se extendiera, y estaba decidido a actuar con cuidado la próxima vez. Pero Uehara parecía no tener sentido de la crisis y no parecía importarle mucho su escándalo.
—Confió en que me harán caso… si hay algo más, les haré saber.
Tooyama sabía muy bien que Aizawa, que miraba impotente a Uehara, estaba realmente preocupada.
El día que me enteré del chat anónimo del grupo por Aizawa, fui a la casa de Takai.
—¿Qué te pasa?
Takai, que sintió que Tooyama estaba diferente a lo habitual, preguntó en tono amable.
—Nada…
Al ver la vaguedad de su respuesta, Takai cogió el celular que había junto al sofá y lo accionó un par de veces, para luego entregárselo.
Tooyama se sorprendió por la información que aparecía en la pantalla.
Aunque también le sorprendió que Takai fuera invitada a ese chat, el problema más grave era el contenido del mismo.
Esto, esto… ¿Qué estaba pasando aquí?
Cuando miró el contenido, su rostro palideció de repente.
La conversación se había actualizado mucho desde el receso.
(Uehara-san parece una chica exigente.)
(¿En serio? ¿Te la vas a coger?)
(No, parece que ella lo hace por una tarifa.)
(¿Eso no es bueno?)
(Vaya, no esperaba que Uehara-san fuera una persona así.)
(Pero, si puedo cogérmela por unos cuantos billetes, obvio que lo pagaré.)
(De hecho, aunque Uehara-san es una chica promiscua, tiene una cara bonita y un buen cuerpo.)
(Realmente quiero disfrutar de esos maravillosos pechos.)
(Parece que la razón por la que rechazó a Kurashima-kun fue porque se negó a darle dinero.)
(¿En serio? Kurashima-kun es demasiado idiota.)
(Por cierto, Uehara-san parece ser amiga de Tooyama-kun.)
(Me enteré por las chicas de la clase que lo vieron dándole dinero a Uehara-san detrás del edificio de la escuela.)
(Claro, cómo podría una buena chica como Uehara-san ser pareja de Tooyama-kun.)
(Al final, quizás solo le dio dinero para cogérsela.)
(Tienes razón, Tooyama es solo un enfermo xd.)
El registro del chat del grupo está lleno de mentiras y calumnias sin fundamento.
Qué… qué demonios, esto es…
El corazón de Tooyama latía cada vez más rápido, incluso él mismo podía oírlo.
Me duelen mis ojos, y me cuesta respirar.
—Me invitaron a este chat durante el receso.
Todos creen que Takai y yo no somos amigos, por lo que era obvio que ella también iba a recibir una invitación.
—Durante el almuerzo, Aizawa-san me mostró el contenido… Pero ahora, es mucho peor que antes…
Después de la escuela, Uehara parecía normal cuando nos encontramos en la biblioteca. Así que estos nuevos mensajes fueron enviados después de eso.
¿No sólo yo, sino también Uehara-san es un objetivo de acoso? ¿Por qué? ¿No deberían dejarla en paz por ser popular?
Tooyama preguntaba y se respondía repetidamente con una expresión de amargura en su rostro.
—Todo es culpa mía… Si no me hubiera involucrado con ella, no estaría así… ¡Maldita sea!
Impulsado por pensamientos de autoculpabilidad, Tooyama apretó los puños con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en las palmas.
Un suave y fragante aroma envolvió su abatida cabeza.
—No es tu culpa, Yuuki.
Takai abrazó su cabeza contra su pecho para consolarlo.
—¿Qué debo hacer?
Tooyama pensaba que se metieran con él no importaba, pero si Uehara se veía afectada, todo cambiaba.
Quería hacer algo. Pero no puedo pensar en nada ahora mismo.
—Yo tampoco sé qué hacer. Pero te ayudaré a relajarte, para que puedas tomar una mejor decisión en el momento preciso.
—…Gracias, si tú te vieras involucrada no podría lamentarlo más.
—No me importa. Después de todo, ya he hablado un poco con Uehara-san.
Al decir esto, Takai abrazó fuertemente a Tooyama.
Los dos desnudos se abrazaron con fuerza, y Tooyama, que enterró su cara en su pecho, se calmó por fin.
Tooyama juró en su corazón, detener toda esta situación.
A la mañana siguiente, Tooyama se frotó los ojos, analizando lo ocurrido.
Aunque se sospechaba que el culpable que inició la calumnia en el chat era un chico que estaba obsesionado de Uehara, también había la posibilidad de que el culpable fuera una chica, así que decidió pensarlo detenidamente.
Uno de los mensajes decía
(Me enteré por las chicas de la clase que lo vieron dándole dinero a Uehara-san detrás del edificio de la escuela.)
Es posible que la chica que envió el mensaje, esté enamorada de un chico que mire mucho a Uehara.
El culpable debe ser alguien de la clase. Pero Tooyama estaba completamente perdido, no sabía qué hacer.
Estaba en un callejón sin salida, y la sensación de impotencia hizo que se acostara en la mesa de la cocina y que casi derramara su desayuno.
—¿Qué te pasa, Onii-chan? ¿Te sientes mal?
Al ver a su aletargado hermano por la mañana, Naki preguntó con ansiedad.
—Sólo estoy un poco cansado, estoy bien.
Tooyama, que estaba tumbado en la mesa, levantó la cabeza y se esforzó por fingir tranquilidad para no preocupar a su hermana.
—Dijiste que volviste tarde anoche. Si no has dormido bien, te vas a poner mal. He oído que la falta de sueño puede acortar la vida.
Como ayer pasé mucho tiempo con Takai, volví bien tarde, pero no pude decirle a mi familia que en realidad estaba con una chica.
—Ahhh, lo tendré en cuenta. Después de todo, si muero, te pondrías muy triste.
—Sí, y deberías lavarte más seguido, que hueles raro.
Naki estaba más preocupada por el olor que por la vida de Tooyama.
Este extraño comportamiento que tiene, siento que me hace sentir mejor o un poco más feliz.
—Naki, gracias.
—¿Eh? No he hecho nada para que me des las gracias. Qué extraño eres, Onii-chan.
—No, siempre recibo buenas vibras de ti.
Tooyama puso su mano en la cabeza de Naki.
—¡Espera, no me trates como a una niña!
Naki parecía un poco avergonzada, pero sonrió con alegría.
El tiempo pasaba, y ya era tiempo de ir a la escuela, aunque en el fondo me daba miedo.
Si sólo fueran simples habladurías, estaría bien.
Pero tengo miedo de que gente importante para mí salga herida.
Él y Takai habían acordado proteger a Uehara.
Tooyama apretó los dientes y se puso en camino.
—Ya es tarde, tengo que irme…
—¡Ah, vamos juntos!
Sus escuelas estaban juntas, era muy posible que alguien pudiera verlos y toda la situación escapara aún más de sus manos.
—Lo siento, no podemos ir juntos. Espero que lo entiendas.
—¿¡Eh!? ¿Por qué? ¿Pasa algo malo?
—No puedo decirte. Como eres importante para mí, no podemos ir juntos.
Si le contara la situación, Naki definitivamente reaccionaria con rabia. Podría ir a la escuela y tomar medidas precipitadas Tooyama no quería involucrar más a los demás.
—…Entiendo. Si tu lo dices, no me queda otra opción que hacerte caso.
—Gracias, sigue siendo la niña más obediente del mundo.
Tooyama dejó escapar un suspiro de alivio tras convencer finalmente a Naki.
—Entonces me iré primero.
—Eh sí, entiendo
De este modo, Tooyama y Naki fueron a la escuela por separado.
Al llegar revisó su casillero de zapatos, pero no había nada, y después se dirigió al aula.
En cuanto entró, los ojos de todos los estudiantes se centraron en él. Al parecer, casi todos conocían el contenido del chat. La mayoría de ellos optó por creer.
Al mirar alrededor, no vi a Uehara. Parecía que aún no había llegado, lo que hizo que Tooyama dejara escapar un suspiro de alivio.
¿Podrá Uehara resistir una mirada tan marcada?
Ni siquiera Tooyama, que normalmente se consideraba invulnerable a las cosas de la sociedad, pudo borrar las náuseas de su corazón.
Bañado por esta extraña visión, se dirigió a su asiento.
—Chihiro, buenos días.
—¿Yuuki? Buenos días…
Chihiro se dio la vuelta, con una expresión de claro descontento.
En el chat, sólo hubo una palabra mala y calumniosa sobre Chihiro, y fue llamarlo “Un chico que parece una chica”.
—Parece que también sabes lo que dijeron en el chat.
—Hmm… No me invitaron, así que no conozco los detalles, pero algunos amigos me explicaron la situación. Parece que tú también lo sabes.
—Por supuesto que lo sé.
—La mentira creció tanto, Yuuki, ¿estás bien? Si esto continúa, será malinterpretado por los estudiantes de la escuela. Tenemos que encontrar una manera de aclarar este malentendido.
—Estoy bien, pero estoy un poco preocupado por Uehara-san. Después de todo, ella es la que ha recibido el mayor ataque.
En ese momento, los estudiantes que habían estado observando a Tooyama, centraron su atención en la puerta del aula.
Uehara entraba bañada por los ojos de sus compañeros.
Bajo la atenta mirada de los demás, Uehara se sentó en su asiento como si nada hubiera pasado.
Tooyama dudó si saludarla o no.
¿Qué debo hacer? Quiero preguntarle como esta.
Justo cuando estaba a punto de pararse, Miyamoto, el maestro de la clase, entró implacablemente.
¡¡Maldita sea!!
Tooyama maldijo su juicio vacilante y lento.
—Yuuki, cálmate.
Chihiro, que estaba sentado delante, trató de calmarlo.
Recién empezó el día, Solo tengo que esperar el momento del receso para hablar con ella.
Tooyama respiró profundamente.
Había llegado el momento del almuerzo y Uehara, que normalmente acudía al lado de Tooyama, no lo había hecho hoy.
Rápidamente miró hacia donde estaba sentada.
Estaba charlando con Aizawa. Por lo que fue más fácil acercarse.
—Uehara-san, ¿puede prestarme un poco de tu tiempo?
—Tooyama… Lo siento Mika, me iré por un rato.
—Perdón, Aizawa-san.
—No me importa, pueden irse.
A pesar de la repentina interrupción, Aizawa no pareció disgustada, sólo agitó la mano y volvió a su asiento.
—Uehara-san, es realmente incómodo hablar aquí, vayamos a otro lado.
—Sí, creo que es lo mejor.
Parecía que Uehara comprendía que ahora era el objeto de la atención y el interés de los demás.
Ambos se dirigieron hacia la puerta.
—Oye, esos dos, no son de los que hablaban en el chat.
—¿Van a ir nuevamente a detrás del edificio de la escuela?
—No, cómo podría hacer ese tipo de cosas acá. Es sólo un rumor.
Estaban todos pendientes de lo que pasaba, pero igual parecían dudar un poco de la situación.
—Uehara-san, ¿estás bien?
—Estoy bien…
Aunque su respuesta fuera positiva. Tooyama pudo sentir que no estaba tan activa como de costumbre y parecía un poco cansada.
—¿Te gustaría tomar algo? Yo invito.
Los dos se acercaron a la máquina expendedora que estaba al final del pasillo.
—Eh, eso no es necesario. Lo pagaré yo misma.
—Yo te hice salir, así que insisto.
Uehara se mostró un poco pensativa por un momento, pero aceptó.
—En ese caso, sólo tomaré té con leche.
Tooyama compró una bebida y se la entregó a Uehara.
—Gracias, siempre he sentido que eres muy bueno tratando con las chicas. Cuando dijiste que me ibas a invitar algo no te sentí para nada avergonzado y pude ver dignidad en tu rostro. Hay muchos chicos que se ponen nerviosos cuando me hablan y suelen decir cualquier cosa.
—Sí, puedo entender claramente cómo se sienten…
—¿A qué te refieres?
—Para esos chicos eres como una flor inalcanzable. Es natural que se sientan nerviosos al estar frente a ti.
—¿Eh? No soy un ídol, sólo soy una chica común y corriente.
Uehara no parecía darse cuenta de su propio encanto. Para todos los chicos de por aquí, ella era una existencia intocable.
En cuanto a Kurashima, probablemente fue porque era demasiado popular y demasiado confiado, por lo que no pensó de esa manera.
—Quizás tú no lo pienses, pero la gente de alrededor sí.
—Hmm… ¿enserio?
Aún no parecía entenderlo.
—Eres realmente hermosa y tienes una gran personalidad. Para los chicos de la clase, eres como la novia perfecta.
—¿Eh? ¿Eh? … Es que, aunque me elogies así, yo no sé…
Ante los inesperados elogios se sintió repentinamente confundida. Este comportamiento no tan confiado y humilde era también su encanto.
—Tooyama… tú, ¿quieres que sea tu novia también…?
¿Ah? ¿Uehara lo entendió mal?
Uehara bajó la cabeza con las mejillas sonrojadas y miró a Tooyama.
—Ah, no, eso es sólo retórica general, no mi opinión.
—Ya veo…
La pobre bajó los hombros con pesar.
—Volvamos al tema, hay más cosas nuevas en esta situación, ¿lo sabías?
No tenía sentido ocultarlo, Tooyama fue directamente por el tema central.
—Hmm… Anoche, Aizawa me envió una captura de la conversación.
Aizawa también parecía estar del lado correcto.
—Pude darme cuenta de que quien lo hizo, es una chica que odia que seas tan popularidad, o un chico que está celoso de que yo tenga una buena relación contigo.
—Pero… si nosotros no hicimos nada…
Aunque era cruel, era mejor que Uehara supiera la verdad. No optó por la sutileza, sino por decir la verdad.
—Es mi culpa… yo quise acercarme a ti…
Como era de esperar, Uehara pensó erróneamente que había provocado todo esto.
—¡Te equivocas! Soy el objetivo de esto porque soy un bastardo solitario. Esto no pasaba cuando estabas al lado de Kurashima-kun
—¡Tienes razón!
En un arranque de odio se encontraron con más ideas para resolver la situación.
—Creo que nadie se metería con Kurashima-kun pues saben que él es más popular que ellos. Pero al saber que una persona como yo es su oponente, no les queda otra cosa que despilfarrar su odio.
Tooyama empezó a pensar que la situación la había provocado él mismo.
—Así que el culpable soy yo. Me disculpo por arrastrarte a todo esto.
—No… no es tu culpa. Se supone que no deberían ver diferencias en las personas…
Puede ser incomprensible para Uehara, que vive bajo el sol, pero Tooyama, que ha estado enterrado en este mundo, tiene la suficiente experiencia para saber cómo de podrida es la sociedad.
—Ya no podemos estar así. Entonces, lo que hay que pensar es qué debemos hacer ahora.
—Sé que tienes razón, pero realmente estoy perdida.
Uehara murmuró como si estuviera agotada.
Al ver como se ahogaba en la tristeza, Tooyama pensó desesperadamente.
No la quiero ver triste. ¿Hay una buena manera de acabar con esto?
Los dos permanecieron en silencio durante un momento. Después de un rato, Tooyama mostró una expresión de logro y habló lentamente.
—…… Uehara-san, tengo una idea.
—¿Eh? ¿Se te ocurrió algo?
—Aah, si las cosas siguen así, no sólo no se acabará la situación, sino que incluso podría evolucionar en una dirección peor. Así que depende de nosotros tomar la iniciativa.
—Sí, no creo que sea mejor dejar esto como está. Entonces, ¿cuál es tu plan?
Tooyama le dijo a Uehara lo que estaba pensando.
—Ya veo….
—Aunque esto hará que seas el blanco de las críticas, ¿podrías confiar en mí?
El método que pensó Tooyama, era tener que enfrentarse a los que los calumniaron junto a Uehara. El riesgo era incalculable.
—…Bueno, lo entiendo. Creo en ti, Tooyama. No tendré miedo si estamos juntos.
—Lo siento, sólo se me ocurre esta forma.
—Tranquilo. Se que estas preocupado por mí. Todo estará bien.
Que le hablara de esa forma hizo que se sintiera algo redimido.
—Bueno, lo haremos mañana.
—¡Si! No te presiones, Tooyama.
—Si, déjamelo a mí.
¿Realmente esto saldrá bien?
Tooyama, que estaba lleno de ansiedad, fingió ser fuerte para que Uehara no se diera cuenta.