Lo Ășnico que puede hacer una chica que no puede hacer nada - CapĂtulo 2
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- CapĂtulo 2 - En serio, no puedes hacer nada
1. Me encontré con una chica en ropa interior.
2. El lugar era el baño de nuestra casa.
Incluso si solo tomas estos dos elementos, es casi un milagro en mi vida.
3. La chica resultĂł ser una gyaru sĂșper linda en mi misma clase, sentada en el
asiento de al lado.
Y para colmo, incluso viene con un gran extra.
¿En qué tipo de situación me encuentro exactamente?
Estaba completamente desconcertado.
No solo eso, también estaba congelado, sin poder moverme.
Vaya.
AsĂ es como es ser humano.
Demasiadas cosas inesperadas sucediendo, y me quedé atrapado en un estado
de congelaciĂłn, como una computadora vieja y defectuosa. AdemĂĄs, acabo de
escuchar la noticia de que mi padre se va a volver a casar, asĂ que mi capacidad
ya estaba al lĂmite.
No.
Pero al contrario, ya veo. ÂżAsĂ que mi padre se volviĂł a casar y por eso estamos
en esta situaciĂłn? Si ese es el caso, tiene un poco de sentido. Bueno, el efecto
mariposa es asombroso.
… En cierto modo, estar congelado es una buena excusa.
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Definitivamente no lo hice a propĂłsito. Insisto mucho, mucho en que fue por
fuerza mayor.
Lo tengo firmemente grabado a fuego en mis ojos.
La descarada apariciĂłn de una chica llamada Ichinose Ryokaze, una chica que
es como un tesoro.
En ropa interior – sorprendente en un sentido, y en otro, puedo ver por quĂ©. La
ropa interior era negra. AdemĂĄs, estaba llena de encaje e incluso era
transparente, un diseño muy chulo, prohibido para las niñas y lleno de rasgos de
adulto.
Y aquĂ hay algo que ya sabĂa, pero que aprovechĂ© para comprobar de nuevo: al
contrario que el color de su ropa interior, su piel era blanca. No sĂłlo blanca, sino
también de textura fina. Aunque no la toqué, pude sentir intuitivamente que su
piel era suave y sedosa.
También volvà a confirmarlo.
Siento ser tan directo, pero era muy erĂłtico.
Sus pechos. Grandes. Muy grandes.
No solo es grande, creo que esto ya es una derrota en mi vocabulario, pero de
todos modos, es erĂłtico. ÂżCĂłmo puede ser tan grande y aĂșn asĂ no verse
artificial? ¿Qué tipo de magia es esta? A pesar de tener brazos, piernas y cintura
delgados, mantiene un equilibrio perfecto con una cantidad justa de carne, como
si estuviera dibujado en un cuadro. Simplemente me estoy rindiendo.
Aunque ya se podĂa intuir con su uniforme, ahora, en este estado casi desnuda,
ya no hay manera de disimularlo. Esta chica es demasiado erĂłtica. No, podrĂa
decir que va mĂĄs allĂĄ de ser erĂłtica, quizĂĄs incluso mĂstica. Lo siento por repetir
tanto la palabra “erĂłtico”. Pero en serio, ÂĄes increĂblemente erĂłtica!
… ÂżCuĂĄntos segundos me quedĂ© paralizado? No creo que hayan sido solo unos
segundos. No quiero pensarlo demasiado, pero probablemente mĂĄs de diez
segundos. Seguro que quedé atrapado en una pose torpe.
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Durante ese tiempo, ¿qué estaba haciendo Ichinose Ryokaze?
Estaba mirĂĄndome con una expresiĂłn perpleja.
Con las cejas formando una “ă”, y una leve sonrisa irĂłnica.
Pero no estaba ansiosa ni desordenada. Sus ojos mantuvieron un claro color, lo
que probablemente significa que ella comprendĂa con precisiĂłn la situaciĂłn.
Y, sin embargo, con una cara que sĂłlo puede describirse exactamente como
“tengo problemas”. Se rasca las mejillas con los dedos, gira la cabeza hacia un
lado y parpadea un par de veces.
âUhm. ÂżPodemos hablar?
Finalmente abre la boca.
Tiene una voz preciosa, por cierto. Una mujer que lo tiene todo.
âMe encantarĂa que cerraras los ojos, si no te importa. O tal vez podrĂas esperar
en la sala de estar un rato…
Ella era demasiado natural, o demasiado sexy para notarlo.
Ichinose Ryokaze estaba ligeramente inquieta. Sus mejillas también estaban
ligeramente enrojecidas.
Por lo menos ella no estĂĄ dando la bienvenida a esta situaciĂłn por el momento.
â…
Soy un otaku.
Por supuesto que no soy popular.
Mi aspecto y mis notas son, como mucho, mediocres.
Soy consciente de que sĂłlo estoy en una posiciĂłn en la que apenas se me
considera una persona normal.
Pero hay una cosa. Tengo un lema que practico, gracias a la educaciĂłn de mi
padre.
En otras palabras, “actĂșa como un caballero”.
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â… ÂĄLo siento muchooooooo!
Resultado:
La primera acción que tomé después de encontrarme con Ichinose Ryokaze
como su “onii-chan” fue postrarme en una disculpa de rodillas.
â
âEstĂĄ bien, no me importa.
Ella dijo eso mientras sonreĂa.
EstĂĄbamos sentados en el sofĂĄ en forma de L en la sala de estar de mi
apartamento, y finalmente, las cosas se estaban calmando un poco.
âAunque, tiendo a ducharme bastante seguido. Fue un poco irrespetuoso de mi
parte usarlo sin permiso, ya que no habĂa nadie aquĂ.
âNo… eso fue mi culpa, realmente. Tal vez podrĂa haberlo previsto. Incluso si
no podĂa preverlo, creo que podrĂa haber tomado una acciĂłn mĂĄs adecuada. Lo
siento mucho de verdad.
âNo me importa, Âżsabes? Es algo comĂșn, creo.
ÂżDeberĂa decir “realmente es admirable”? Parece que la chica gal no se enoja ni
se altera fĂĄcilmente por cosas como esta. Me di cuenta de nuevo de la fortaleza
de las chicas gal. Asà lo pensé en ese momento, al menos.
âNo creo que sea algo “comĂșn”.
Sosteniendo una taza de cafĂ© con vapor, respondĂ.
âSi este tipo de situaciĂłn es “comĂșn”, entonces supongo que se puede
consumir un premio de loterĂa como si fuera un aperitivo en un bar. Ah, no,
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expresar un accidente como un “premio” estĂĄ mal. Nosotros somos los
causantes y ustedes son las vĂctimas, Âżverdad?
âJaja. Interesante.
â… ÂżHubo algo interesante en la historia que acabo de contar?
âSĂ. La forma en que describiste encontrarte con una escena de cambio de ropa
inesperada en el baño como un “premio de loterĂa” fue bastante divertida.
âBueno, realmente lo siento por eso.
âJaja. No necesitas disculparte.
Ichinose Ryokaze se riĂł.
Pero bueno, incluso ahora, sigue siendo bastante extraño.
Una compañera de clase sentada en el sofå de mi sala de estar, y no solo eso,
sino una gyaru de alta gama. Después de ducharse, se cambió de nuevo al
uniforme escolar, lo que hace que la sensación de extrañeza se multiplique por
dos o tres.
âPor cierto, ÂżsabĂas algo? ÂżSobre el matrimonio? Entre mi padre y tu madre,
casĂĄndose de nuevo. ÂżDesde cuĂĄndo lo sabĂas?
âÂżSobre quĂ© estĂĄs hablando?
âHablar de manera normal estĂĄ bien. Y puedes llamarme por mi nombre.
âBueno, entonces… Ichinose-san.
âSin honorificos estĂĄ bien.
Mientras daba un sorbo a su batido de fresa, ella continuĂł.
âPor cierto, ÂżpodrĂa hacer una solicitud?
â… ÂżCuĂĄl es?
âÂżPuedo llamarte “hermanito”?
ÂĄPffft!
Escupà el café que estaba bebiendo.
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â¿¥No te acercas demasiado rĂĄpido!? ÂĄAdemĂĄs, somos compañeros de clase,
asĂ que deberĂamos llamarnos por nuestros nombres, Âżno? Si prefieres
“Ryokaze”, entonces yo soy “Arata”, Âżde acuerdo?
âJaja, hermanito, tu reacciĂłn es divertida.
ÂĄNo, no es tan divertido!
ÂĄY no estoy en una situaciĂłn divertida!
La belleza suprema, la nĂșmero uno en la escuela y quizĂĄs en toda la ciudad,
Ichinose Ryokaze, la chica que es mĂĄs hermosa que cualquier otra que haya
conocido hasta ahora, me estĂĄ llamando “hermanito”. ÂżQuĂ© es esto? ÂżMe estoy
despertando a alguna extraña inclinación?
âEscuchĂ© que tu cumpleaños es antes que el mĂo.
Descansando su cabeza en ambas manos, Ichinose Ryokaze me sonrĂe.
âEntonces, Âżno serĂa raro llamarte “hermanito”?
âAl menos, ÂżpodrĂas llamarme “onii-chan”?
âMmm, eso suena aburrido.
âNo creo que sea una cuestiĂłn de aburrimiento. De todos modos, por favor, al
menos en eso. Si no, mi corazĂłn no lo resistirĂĄ.
âHmm, bueno. Por ahora, eso estĂĄ bien.
âDe todos modos, volvamos al tema. ÂżCuĂĄnto sabes sobre el segundo
matrimonio y todo eso?
âNo sĂ© mucho. TambiĂ©n lo escuchĂ© de mamĂĄ hoy.
Después de un råpido interrogatorio, se revelaron los siguientes detalles:
Le informaron a Ryokaze sobre el matrimonio esta mañana.
Su traslado a la Escuela Secundaria Seihara fue aparentemente parte de los
preparativos para el matrimonio.
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En la Escuela Seihara hay un estudiante de la misma edad que serĂa su oniichan, pero ella se negĂł a dar mĂĄs detalles, diciendo “Âżno es mĂĄs emocionante
asĂ?”.
Debido a su luna de miel, quieren que ella y su “onii-chan” vivan solos por un
tiempo.
A pesar de que cuestionó el extraño orden de las noticias y la repentina
transformaciĂłn en la situaciĂłn, su madre, Yuko, simplemente respondiĂł con un
“lo siento, olvidĂ© mencionarlo”.
Resulta que las acciones excĂ©ntricas de su madre son algo comĂșn, e Ichinose
las acepta con normalidad.
Por cierto, parece que la madre de Ichinose trabaja como diseñadora global, lo
cual sorprende a nuestro protagonista por cĂłmo su padre pudo conquistar a
alguien tan asombante.
Por cierto, es interesante saber que…
Hasta obtener esta informaciĂłn, tomĂł bastante tiempo.
Ichinose Ryokaze parece ser del tipo sin concentración y también del tipo que no
se preocupa mucho por las cosas. La conversaciĂłn salta de un lado a otro, el
ritmo es lento y no logré entender del todo la esencia de la misma.
Bueno, lo entiendo.
Han pasado dos semanas desde que ella se trasladĂł. He estado observĂĄndola
cuidadosamente desde el asiento de al lado. Definitivamente, Ichinose Ryokaze
es ese tipo de personaje, eso lo habĂa sentido vagamente.
Esa madre tiene esta hija.
Aunque no hemos tenido muchas conversaciones, me he resignado a eso.
â… Bueno, entendido. En su mayorĂa. Lo he entendido.
Después de escuchar durante un tiempo, finalmente puedo tomar un respiro.
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De alguna manera, estoy cansado. Hay demasiadas cosas.
Y las cosas parecen estar avanzando inevitablemente en esta direcciĂłn. Aunque
no tanto como con la nueva madre, mi padre también es una persona extraña.
Incluso si me opongo firmemente a la situaciĂłn actual, siento que de alguna
manera lograrĂĄ imponer su voluntad.
En primer lugar, el matrimonio en sĂ es una celebraciĂłn. El comienzo de una
nueva vida y la formaciĂłn de una nueva familia no son cosas que haya tomado
negativamente. Simplemente, todo parecĂa estar fuera de orden.
âAsĂ que…
Ichinose inclinó la cabeza en señal de disculpa.
âEspero que podamos llevarnos bien, onii-chan.
Con una pequeña risa, Ryokaze sonrió directamente hacia él.
âSiempre quise tener un onii-chan. AsĂ que no me molesta en absoluto.
AdemĂĄs, eres muy amable, Âżsabes? Siempre me cuidas desde el asiento de al
lado.
InclinĂł la cabeza nuevamente.
Bueno, esto es, ÂżcĂłmo lo describirĂa?
A primera vista, parecĂa tener un aura fresca y misteriosa, algo inusual para el
grupo de chicas gal. Pero resulta que siempre quiso tener un onii-chan. AdemĂĄs,
parece ser del tipo de hermana con busto grande. Es como si fuera un tesoro
lleno de sorpresas, y realmente parece estar distorsionando sus preferencias.
En cuanto al hecho de que…
SegĂșn lo que escuchĂ©, parece que Yuko-san decidiĂł trasladarla a nuestra
escuela por su cuenta. En nuestra casa, que visitĂł por primera vez, se siente tan
relajada como si hubiera vivido aquà durante años (incluso usa la ducha sin
dudar, aunque haya obtenido el permiso de sus padres) (aunque me pregunto
por qué dejó la llave de la entrada abierta).
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Mientras yo, confundido por el repentino cambio de situaciĂłn, parezco
insignificante. Incluso cuando le observo cambiarse de ropa, ni siquiera se pone
nerviosa… Bueno, supongo que es porque no se desconcierta en ese tipo de
situaciones que las chicas pueden seguir siendo chicas.
AdemĂĄs, llamar a alguien “onii-chan” tiene un poder de ataque bastante fuerte.
Que Ichinose Ryokaze me llame “onii-chan”… mi fetichismo es un tema aparte.
âDe todos modos. Hay muchas cosas que hacer a partir de ahora.
En cualquier caso.
Una vez que la situación estå confirmada, tengo que seguir adelante. Dejaré para
mĂĄs tarde un interrogatorio exhaustivo a mi padre y a Yuko-san, que se fueron
de luna de miel dejando atrĂĄs a la familia de crianza. Sin embargo, tanto para mĂ
como para mi nueva hermana, en este momento hay una montaña de tareas
pendientes.
âHay demasiadas decisiones que tomar. Ya que hemos llegado a este punto de
tener una nueva familia de esta manera, no he preparado nada.
âPrimero, ÂżquĂ© decidiremos?
âLa distribuciĂłn de las tareas del hogar, eso primero. AdemĂĄs, hay varias cosas
en la vida cotidiana.
âÂżHarĂ© las tareas del hogar?
âPor favor, hazlo. Creo que es algo normal cuando vivimos juntos.
âSĂ, entendido.
Afortunadamente, Ichinose Ryokaze fue cooperativa.
No parecĂa que iba a encontrarse en una situaciĂłn en la que la gal superior en
la jerarquĂa manejara al otaku de la parte inferior con un simple gesto de la
barbilla.
Eso fue un alivio. Una de las primeras cosas que me preocupaban era
precisamente eso.
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Si otra chica gal, como Anjo Yui, la gal nĂșmero uno en la clase junto a Ichinose
Ryokaze, se convirtiera en mi familia. Mi vida escolar seguramente estarĂa teñida
de gris.
Aunque solo compartĂamos el espacio de estudio para mostrar los libros de texto,
podrĂa ser una persona amable despuĂ©s de todo. Esta nueva hermana que habĂa
adquirido.
âÂżVamos a comer algo por ahora? En primer lugar.
âSĂ, tengo hambre.
âEntonces, Âżpuedo confiarte la comida? Puedes pedir UberEats o algo asĂ, pero
hoy todavĂa quedan ingredientes que seria bueno usar. Ah, por supuesto,
siĂ©ntete libre de usar la cocina y la nevera como quieras. Si tienes algĂșn
problema, llĂĄmame en cualquier momento.
âÂżHmm? … SĂ, entiendo.
âYo me encargarĂ© de organizar algunas cosas. Este es el hogar que mi padre
y yo usamos para vivir solos. Si dejamos las cosas asĂ, pueden ocurrir
problemas.
âÂżProblemas?
âMuchos, muchos problemas. De todos modos, te encargarĂ© de la comida.
Se levantĂł del sofĂĄ y comenzĂł a tomar medidas.
Primero, la sala de almacenamiento.
Aparte de la sala de estar, las otras tres habitaciones son utilizadas por mi padre
y por mĂ, y el resto estĂĄ en un estado parecido a un almacĂ©n. Si Ichinose Ryokaze
va a levantarse en algĂșn momento, no hay otra opciĂłn que esta habitaciĂłn.
Pero, ya ves.
Esta habitaciĂłn es realmente un desastre… DeberĂa ser lo suficientemente
espaciosa para dos hombres viviendo en un apartamento de tres habitaciones,
pero por alguna razĂłn, las cosas se acumulan. Hay cosas que no quiero que una
chica vea. Primero, tengo que hacer algo al respecto.
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âBueno, Âżvamos a hacerlo?
Después de confirmar que Ichinose Ryokaze entró en la cocina con una
apariencia verdaderamente desconcertada, me remangué las mangas.
Bueno, lo diré ahora.
Incluso en este momento, todavĂa estaba bastante nervioso.
Si hubiera evaluado la situaciĂłn con calma, habrĂa notado varias cosas y
probablemente habrĂa manejado la situaciĂłn de manera mĂĄs efectiva. Pero me
di cuenta un poco mĂĄs tarde.
â
… Y asĂ, pasĂł alrededor de una hora.
La limpieza resultĂł ser mucho mĂĄs difĂcil de lo esperado. DespuĂ©s de mudarme
a este apartamento hace diez años, deberĂa avergonzarme de haber descuidado
tanto la limpieza.
Cuando me concentro en momentos crĂticos como este, suelo poner mĂșsica a
todo volumen en mis auriculares. Pero incluso con todo mi empeño, la limpieza
avanzaba lentamente.
Bueno, era una batalla desigual. Frente a una abrumadora cantidad de cosas
para organizar, mi esfuerzo era como gotas en un balde.
âAh, estoy cansado… pero todavĂa queda trabajo por hacer…
En momentos como este, el teléfono móvil es indispensable.
Aunque me sentĂa al borde de la desesperaciĂłn, lo que realmente me sostuvo
fue, sin duda, la ilustraciĂłn divina.
Fue la obra recién subida por mi ilustrador favorito, un dibujo que mis amigos A
y B se me burlaron sin piedad en el salĂłn de clases.
Puedo mirarlo una y otra vez.
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Es una obra que retrata a una chica conejita muy genial.
Ella estĂĄ de pie en un pĂĄramo desconocido, mirando hacia atrĂĄs mientras sonrĂe
hacia algĂșn punto. Tiene algo que parece un telĂ©fono en la mano, y a su
alrededor, sillas y mesas que parecen ser del salĂłn de clases estĂĄn
ordenadamente dispuestas.
Honestamente, no tengo ni idea de cuĂĄl es el motivo.
Pero eso es lo que hace un ilustrador divino: “Kokoro Pyonpyon”, el ilustrador
que se hace llamar asĂ, es asĂ por alguna razĂłn.
Ah sĂ.
Es tan reconfortante. Una ilustraciĂłn divina.
Creo que aquellos que son un poco otakus han tenido la experiencia de que una
ilustraciĂłn divina les da la energĂa para vivir el dĂa siguiente. Las ilustraciones
divinas realmente resuelven todo. Probablemente incluso podrĂan curar el cĂĄncer
en algĂșn momento.
Por cierto, la chica conejita fresca de esta ilustraciĂłn. Siento que la he visto en
algĂșn lugar antes. Y como mencionĂ© anteriormente, “Kokoro Pyonpyon” tiene la
tendencia de dibujar caras similares como si estuviera utilizando un molde
preestablecido.
En cuanto a este punto, tiene sus pros y sus contras. Puede decirse que estrecha
la amplitud de su estilo, pero también puede considerarse un tipo que se destaca
con un enfoque Ășnico y profundiza en su base de fans… Bueno, en la situaciĂłn
actual, cualquiera estĂĄ bien. Lo importante es que me he enamorado por
completo de las ilustraciones de “Kokoro Pyonpyon” y eso me da la fuerza para
vivir. Eso es todo.
â… Bueno. No es el momento de estar pensando en eso.
Trabajo, trabajo.
Tengo que limpiar la habitaciĂłn lo antes posible y al menos asegurarme de que
Ichinose Ryokaze tenga un espacio decente para dormir.
…
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…
…
De todos modos, ahora que lo pienso.
Me di cuenta de que ha pasado alrededor de una hora desde que empecé la
tarea.
ÂżNo es un poco demasiado silencioso por aquĂ?
Bueno, tal vez no haya oĂdo nada porque tenĂa mis auriculares puestos y el
volumen muy alto… Pero aĂșn asĂ, ya es hora de que ocurra algo. Algo como “la
cena estĂĄ lista” o “no sĂ© dĂłnde estĂĄn las especias, Âżpuedes decirme?”.
Fui a ver cĂłmo estaba la cocina.
âAh, onii-chan.
Ichinose Ryokaze, con una expresiĂłn un poco preocupada, se dio la vuelta hacia
mĂ.
Me quedé atónito.
La cocina estaba en un estado caĂłtico.
AzĂșcar, harina, salsa de soja, huevos, verduras… La cocina estaba tan
desordenada que era refrescante, como si fuera un vertedero.
En las sartenes y ollas, habĂa evidencia de que se habĂa intentado cocinar algo…
solo evidencia, ya que no tengo la menor idea de qué tipo de caos se desató
aquĂ con mi conocimiento actual.
Bueno, en resumen.
Fue un gran desastre. Creo que incluso los niños de kindergarten podrĂan usar
la cocina de manera un poco mĂĄs decente hoy en dĂa.
âLo siento. No saliĂł bien.
âSĂ, bueno. Es evidente, como puedo ver.
âLo siento.
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âCocinarĂ© mĂĄs tarde, asĂ que por ahora, Âżpuedes encargarte de ordenar aquĂ?
Quiero encargarme de organizar la habitaciĂłn de almacenamiento por mi cuenta.
âSĂ, lo harĂ© lo mejor que pueda.
âSi hay algo que no entiendes, siempre puedes llamarme.
Inclinando la cabeza, regresé a la habitación de almacenamiento.
Vaya, fue sorprendente.
Existen personas que dejan la cocina tan desordenada. Es un shock cultural.
ÂżSerĂĄ asĂ incluso cuando se tiene una nueva familia en un lugar desconocido?
Pero no puedo quedarme asĂ.
Puse mĂșsica alegre en mis auriculares y continuĂ© trabajando, trabajando…
…
…
…
SĂ, tambiĂ©n tengo capacidad de aprendizaje.
Algo como una corazonada me impulsĂł, y fui a verificar nuevamente.
Esta vez, de manera bastante temprana, en unos quince minutos, por si acaso.
Como resultado, la cocina, que deberĂa haber estado ordenada, estaba aĂșn mĂĄs
desordenada.
âLo siento. No saliĂł como esperaba.
â… No, no, no, no.
Incluso yo, que generalmente soy bastante tolerante, respondĂ con bastante
firmeza a la cara apologeta de Ichinose Ryokaze, que tenĂa las cejas formando
una “ă” de disculpa.
âÂżPor quĂ©? ÂżCĂłmo llegamos a esto? ÂżNo te pedĂ que ordenaras… verdad?
âSĂ. Me lo pediste.
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âEntonces, Âżpor quĂ© esto? AzĂșcar, harina, salsa de soja, huevos, verduras, y
ademĂĄs sal, salsa, jugo y platos se suman, ÂĄy el caos se intensifica!
âLo siento. Estaba tratando de ordenar, pero varias cosas comenzaron a caer
desde diferentes lugares.
Ichinose Ryokaze parecĂa sinceramente arrepentida.
Aunque no lo parecĂa, su naturalidad, su ritmo inalterado y su falta de
remordimiento eran notables.
Ser apologeta pero no sentir remordimientos, Âżno es eso una especie de talento?
Bueno, considerando que ella es una especie de chica con un busto grande, una
raza elegida, no es sorprendente que tenga talento, incluso si es un talento
bastante extraño.
âBueno, por ahora…
DecidĂ cambiar de estrategia.
Definitivamente, no es un personaje hĂĄbil en las tareas de cocina. Ya estĂĄ claro
que seguir causarĂa mĂĄs daño que bien al presupuesto domĂ©stico.
âCon la cocina estĂĄ bien. PrepararĂ© la cena a mi manera.
âSĂ, gracias.
âDe alguna manera, me las arreglĂ© para lidiar con las cosas problemĂĄticas en
la habitación de almacenamiento, o mås bien, limpié las cosas mås importantes
allĂ. ÂżTe gustarĂa encargarte de eso?
âSĂ, entiendo.
âDe todos modos, serĂĄ la habitaciĂłn que Ryokaze-san usarĂĄ, asĂ que serĂa
conveniente que lo hicieras tĂș misma, mĂĄs o menos.
âMmm… ya veo. SĂ, entonces por ahora lo harĂ©.
Esa fue la decisiĂłn.
Aunque debo decir que fue sorprendente.
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AdemĂĄs de los travesuras de niños o mascotas, no pensĂ© que habrĂa razones
para que la cocina estuviera tan caĂłtica. Es un shock cultural.
Mientras ordenaba rĂĄpidamente y comenzaba a cocinar, de vez en cuando
revisaba mi teléfono móvil.
Una y otra vez, incluso si me miran con incredulidad por no aburrirme. Como un
refresco para el alma, lo que estoy contemplando es la Ășltima obra del ilustrador
divino “Kokoro Pyonpyon”, una ilustraciĂłn de una conejita muy genial.
Ah, sĂ.
Es divina sin importar cuĂĄntas veces la vea.
Una sonrisa misteriosa, un color de cabello llamativo pero que equilibra bien el
conjunto, y un peinado de cutĂcula que lo estiliza.
Y también tiene un gran busto. En la industria de la ilustración es bastante
comĂșn, como un lema que dice “si estĂĄs indeciso, haz los pechos grandes”. Pero
las cosas buenas son buenas, Âżverdad? Los senos resuelven todo. Pronto
incluso podrĂan curar el cĂĄncer y asĂ sucesivamente.
Al mirarla tan frecuentemente y disfrutar de ello, Âżno es como si fuera un novio
recién enamorado?
No deberĂa decir tonterĂas. Es mĂĄs que un novio.
“Kokoro Pyonpyon” es el salvador que apareciĂł en mi vida que no era
particularmente emocionante. Mi corazĂłn fue disparado, sĂ, en el momento en
que vi las ilustraciones de este artista.
Dicho esto, Âżno siento que la he visto en algĂșn lugar antes?
No se trata de copiar alguna ilustraciĂłn en particular, sino mĂĄs bien de tener la
sensaciĂłn de haber visto a alguien en algĂșn lugar que se parece mucho al
modelo de la ilustraciĂłn… en fin, no importa. Aunque un dibujo en dos
dimensiones se parezca a alguien en la vida real, ¿y qué? Esa es la historia,
Âżno?
Y mientras pensaba en eso, la cena estaba lista. Algo como un bol de estilo chino
con sobras salteadas y una salsa por encima.
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Como primer plato para ofrecer a la nueva familia, se sentĂa un poco solitario.
Pero bueno, no se puede hacer nada al respecto. Las tareas se acumulan una
tras otra, y siempre suceden cosas inesperadas.
âÂĄPerdĂłn! La comida estĂĄ lista.
Coloqué los tazones en la mesa del comedor, me quité el delantal y fui a ver
cĂłmo estaba la habitaciĂłn de almacenamiento.
Lo que vi allĂ fue una escena.
Aunque pensĂ© que tenĂa una idea de cĂłmo organizar las cosas hasta cierto
punto, las pertenencias estaban nuevamente esparcidas por toda la habitaciĂłn.
En el medio de la habitaciĂłn, Ichinose Ryokaze estaba sentada en el suelo en
posición de niña, aparentemente perdida.
âLo siento. No funcionĂł bien.
âÂżEn serio? ¿¥Eres incapaz de hacer algo!?
Me quejé con toda mi fuerza.
âÂżPor quĂ© diablos? ÂĄHabĂa organizado las cosas bastante bien, Âżsabes? Al
menos intenté clasificarlas groseramente como capas, pensando en meterlas en
cajas o algo asĂ, y apilarlas para que sea manejable, Âżno? ÂĄEntonces, ¿¥por quĂ©
diablos terminĂł asĂ!?
âCreo que si hubiera pensado un poco mĂĄs, habrĂa podido organizarlo mejor.
âÂĄEs el pensamiento tĂpico de un aficionado! ÂĄEs como las personas que
arruinan la cocina porque no siguen la receta correctamente! ¿Por qué los
aficionados siempre tratan de ser ingeniosos? ÂĄSolo hazlo normalmente, estĂĄ
bien normalmente!
âLo siento de verdad. Realmente no pude hacerlo.
âNo, bueno. TambiĂ©n soy culpable por dejĂĄrtelo a ti despuĂ©s de dos fracasos…
Mientras Ichinose Ryokaze parecĂa un poco apenada, bajĂ© el tono de mi voz.
Pero en serio.
Aunque parece un poco apenada, es extraño que no se sienta mal. Incluso
cuando se rasca la mejilla con el dedo, parece disculparse. Aunque no baja la
cabeza de manera humilde, es natural y auténtica.
¿Qué estå pasando aqu�
Siento como si estuviera viendo a una especie completamente diferente, algo
que no es como yo.
ÂżEs por tener una calificaciĂłn facial alta de nacimiento?
ÂżEs por tener extremidades largas y un pecho grande sin discusiĂłn?
Realmente no entiendo bien la ecologĂa de la chica gal superior.
âBueno, de todos modos, la comida se va a enfriar. Vamos a comer.
âSĂ, tengo hambre.
La limpieza puede esperar.
Pero tal vez yo serĂa mĂĄs rĂĄpido haciĂ©ndolo, Âżno?
Hasta ahora, no creo que haya un gran error de nuevo. Pero bueno, dicen que
las desgracias no vienen solas, y con todo lo que ha pasado, no me siento seguro
dejĂĄndole a cargo del trabajo.
Bueno, si considero que has venido a pasar la noche como un invitado, no hay
nada de qué preocuparse. Aunque me pregunto qué pasarå con la idea de
compartir las tareas domésticas. En realidad, el problema es hasta que mi padre
y Yuko-san regresen de su luna de miel.
Vivir con Ichinose Ryokaze es solo una misiĂłn temporal.
Si lo veo de esa manera, quizĂĄs mi cabeza sobrecalentada se enfrĂe un poco.
âWow, se ve delicioso.
Ichinose Ryokaze brillĂł al ver el tazĂłn de arroz que emanaba vapor sobre la
mesa del comedor.
âEs una comida rĂĄpida, pero bueno, por favor disfruta.
âNo es en absoluto una comida rĂĄpida. Creo que es un arroz maravilloso.
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âNo es gran cosa. Por ahora, cĂłmelo mientras estĂĄ caliente. Adelante.
Dije mientras me sentaba en mi silla.
âGracias. Bon appĂ©tit.
Por cierto, coloqué los tazones de arroz de manera que estuviéramos uno frente
al otro en la mesa. No fue una formaciĂłn especialmente pensada, pero
probablemente sea una disposiciĂłn comĂșn en situaciones normales.
Sin embargo, Ichinose Ryokaze tomĂł su tazĂłn y lo reorganizĂł al lado de mi plato,
arrastrando deliberadamente la silla del otro lado para sentarse nuevamente a
mi lado. Después de juntar las manos y dar un sorbo a su tazón de arroz chino,
sus ojos se abrieron ampliamente y dijo:
âEsto es delicioso. Eres bueno cocinando, Âżverdad?
âNo, no es tan…
No, no, no, y asĂ sucesivamente.
SacudĂ la cabeza y las manos mientras hacĂa una observaciĂłn irĂłnica.
âÂżPor quĂ©? ÂżA propĂłsito? ÂżAl lado de mĂ?
âÂżEh? ÂżEs extraño?
âNo es extraño, sino… No, pero normalmente la gente no hace esto,
especialmente de esta manera, a propĂłsito. Estoy intentando mantener una
distancia cuidadosa aquĂ.
âPero siempre estamos uno al lado del otro en la escuela.
âBueno, sĂ, pero…
âY ademĂĄs, tĂș eres mi onii-chan. Mi familia, Âżverdad?
â… Han pasado solo unas horas desde que nos convertimos en familia, sabes.
âPero aĂșn asĂ, la familia es familia.
Ella sonrĂe ligeramente y vuelve a centrarse en el bol de estilo chino.
Esa es la señal silenciosa de que el tema ha concluido. Ademås, empieza a jugar
con su teléfono móvil con una mano.
44
Bueno, tal vez esto sea lo que significa ser una chica gal superior.
Presionar con energĂa y afirmar su posiciĂłn es parte de su naturaleza. Aunque
Ichinose Ryokaze podrĂa ser un poco diferente, al menos en comparaciĂłn con el
estereotipo de una chica gal superior.
De todos modos, vamos a comer.
Voy a hacer como que no me importa tener a una chica increĂblemente atractiva
a mi lado.
…
…
PensĂ© eso, pero…
ÂĄNo puedo con esto!
ÂĄEl espacio personal es demasiado estrecho!
Entiendo que se acerque cuando necesitas mostrar un libro durante la clase,
pero en un espacio vacĂo donde no hay nadie mĂĄs, ÂĄesta cercanĂa es bastante
insoportable!
Estamos en mi propia casa.
Estar tan cerca como para tocar sus grandes pechos, eso era aceptable en el
aula, pero la situaciĂłn aquĂ es diferente.
En teorĂa, en el departamento deberĂa estar solo, pero ahora hay una chica gal
que se ha convertido en mi nueva familia.
En mi mente parpadea una escena en el baño.
Una piel suave y tersa, con poros finos y detallados.
Un busto que sobresale tanto que apenas cabe en la ropa interior.
Una cintura estrecha que parece que se romperĂĄ si aplicas demasiada fuerza.
Muslos que no son demasiado delgados ni demasiado gruesos.
Esto no estĂĄ bien.
45
Cuanto mĂĄs lo pienso, peor se vuelve.
Vamos a mantener la calma, mantengĂĄmonos calmados. Terminemos
rĂĄpidamente la cena y volvamos al trabajo. Eso es lo mejor.
Devoré råpidamente el bol de arroz chino.
âOye, oye.
Ichinose Ryokaze me llama.
Se voltea hacia mĂ con una sonrisa natural.
âSi la habitaciĂłn que estĂĄ siendo utilizada como almacenamiento no se ordena,
¿entonces no tendré un lugar para dormir, verdad?
“Bueno…” ContinĂșo comiendo mientras la miro.
âEso parece ser lo que sucederĂĄ.
âYa veo.
Sosteniendo su telĂ©fono mĂłvil, su sonrisa se profundiza aĂșn mĂĄs.
âAsĂ que, cuando eso pase…
âÂżSĂ?
âVoy a dormir en la misma habitaciĂłn que tĂș, onii-chan.
Esa sonrisa suya es extrañamente seductora.
Sin poder evitarlo, escupo la comida y la sopa de la cena alrededor.
âÂĄAh!
El momento es inoportuno.
La sopa que escupĂ salpica alrededor de la falda de Ichinose Ryokaze.
âÂĄAh! ÂĄLo siento, perdĂłn!
Levantarme apresuradamente fue un error.
ÂĄKash!
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GolpeĂ© la mesa con la rodilla con fuerza. “ÂĄOuch!” LevantĂ© instintivamente una
pierna, pero al hacerlo, perdĂ el equilibrio.
CaĂ.
En el suelo, con una expresiĂłn de sorpresa, estaba Ichinose Ryokaze.
ÂĄBam, thud, thud!
Enredados, terminamos rodando por el suelo.
Y asĂ, accidentalmente, acabĂ© empujando a Ichinose Ryokaze hacia abajo.
â…
â…
Nuestras miradas se encontraron.
Sus ojos, extrañamente transparentes, estaban mås cerca de lo que nunca
habĂan estado.
La distancia donde podĂa sentir el calor de su cuerpo en mi piel.
De alguna manera, los mejillas de Ichinose Ryokaze se sonrojaron mientras me
miraba fijamente. Era innegablemente una belleza, con un rostro que destacaba
y una lĂnea de nariz perfecta. Sus labios, de manera llamativa, estaban hĂșmedos
y brillantes, emanando una sensualidad que hacĂa que la garganta se me cerrara
involuntariamente.
Pero eso no era todo.
En este momento, ella no parecĂa rechazar particularmente esta situaciĂłn, y esa
sensaciĂłn se transmitĂa claramente desde ella. Incluso podrĂa escuchar
alucinaciones del tipo “ÂżQuieres continuar?”.
Esto estĂĄ mal.
Esto es realmente malo.
Independientemente de lo que suceda, de alguna manera esto estĂĄ mal.
Instintivamente, tratĂ© de apartar mi mirada…
â… ts!
47
Y luego, entrĂł en mi campo de visiĂłn.
La mano izquierda de Ichinose Ryokaze.
A pesar de caerse, todavĂa sostenĂa su telĂ©fono mĂłvil. Y, por casualidad, la
pantalla del teléfono entró en mi vista.
HabĂa una chica familiar allĂ.
Una conejita.
De pie en un pĂĄramo desconocido, mirando hacia atrĂĄs mientras sonrĂe, una
ilustraciĂłn de una conejita genial.
En un fugaz instante, aprendĂ varias cosas.
La ilustraciĂłn que estoy viendo no es un archivo de datos JPEG subido a Twitter.
Mås bien, es un archivo que se ha abierto a través de alguna herramienta de
dibujo, con herramientas como paletas y pinceles alineadas en la pantalla.
Y lo que esto significa es que esta ilustraciĂłn estĂĄ actualmente en proceso de
creación o modificación. En otras palabras, el dueño de este teléfono móvil se
considera el poseedor de los derechos de autor primarios de esta ilustraciĂłn.
Para expresarlo de una manera mĂĄs simple, aunque todavĂa no es mĂĄs que una
suposición, el dueño de este teléfono móvil es el autor original de la ilustración
de la chica conejita.
Esto también es una comprensión instintiva.
Sin pensarlo, pronuncié una pregunta para convertir la conjetura en un hecho.
âÂżEres Kokoro Pyonpyon-san?
Ichinose Ryokaze, con sus ojos ya abiertos, los abriĂł aĂșn mĂĄs.
âAh, sĂ.
Y con una expresiĂłn sorprendida y desconcertada, asintiĂł.
RepitĂĄmoslo.
Esta es una historia de ganar la loterĂa.