Tu que tienes experiencia y yo que no la tengo. Nuestra historia como pareja. - CapÃtulo 2
El dÃa que empieza la actividad de grupo para el viaje escolar en la clase
comprensiva, Itchy viene a la escuela por primera vez en mucho tiempo.
—¿Ese… puede ser…?
—¿Ijichi-kun…?
Los compañeros zumbaron ligeramente. Es comprensible.
Ijichi habÃa perdido mucho peso.
Gracias a que le afeitaron las mejillas que le habÃan enterrado los ojos, las pupilas
de ambos ojos pudieron verse con claridad, y desapareció la impresión de sus ojos
suspendidos, raÃdos y de un solo párpado. La cincha del uniforme, que se habÃa
metido por dentro, también se ha despejado y la tela ha caÃdo hasta abajo.
En otras palabras, se habÃa convertido en un chico de instituto de complexión normal,
sólo que más alto y corpulento.
—Itchy… ¡qué te pasa!?
El ambiente inusual me dificultó acercarme a él, asà que finalmente conseguà hablar
con Itchy, que habÃa reunido su pupitre para una actividad de grupo después de que
empezara la clase general del primer perÃodo.
—Fufufu…
Itchy sonrÃe sin miedo, envuelto en un aura hechizante.
—¿Te has dado cuenta? Kashi. Que por fin soy un “chico participante”.
—¿Eeh?
—¡De ninguna manera, Itchy!?
Nishi, que estaba a mi lado antes de que me diera cuenta, también grita sorprendido.
Los chicos participantes son los chicos KEN que pueden jugar a juegos para la
transmisión de vÃdeo con KEN. Itchy y Nishi llevan mucho tiempo trabajando en sus
habilidades de juego para conseguirlo, pero hay muchos chicos asà por todo el paÃs,
y no es un sueño que se haga realidad en contadas ocasiones.
—Itchy, ¿no estabas deprimido porque te rechazó Tanikita-san…?
Itchy sonrÃe irónicamente a Nishi, que parece impaciente.
—Ciertamente lo estaba. Pero no sólo estaba deprimido. Para sublimar esos
sentimientos de tristeza y rabia, me sumergà en el juego. Al poco tiempo estuve
construyendo durante dÃas, semanas, sin comer ni beber.
—Como era de esperar, “durante semanas” es mentira.
—Estáras muerto.
—Y la última vez que construà un edificio patrimonio de la humanidad en 30 minutos
en una prueba de contratación para 600 artesanos, recibà un DM de KEN diciendo:
“Estás contratado”.
—¡¿Qué?!
—¿Po-PodrÃa ser que uno de los chicos del nuevo edificio introducido en el feed de
ayer…
—SÃ. “Yousuke” es mi alias.
Para los que no sepan de qué se esta hablando, Itchy estaba inmerso en la
construcción dentro de un juego digital de bloques Lego llamado “Yours Craft”.
Itchy siempre ha sido un gran estudiante de ciencias y se le dan muy bien las
matemáticas, por lo que no es de extrañar que destaque en habilidades de
construcción más que otros. Asà que se vio acorralado al ser rechazado por Tanikitasan, y su talento oculto floreció como resultado de jugar al juego sin sentido en
condiciones extremas.
—¡Que demonios…!
Nishi parece conmocionado por haber sido burlado y se agarra la cabeza con las
manos.
Viendo a Nishi asÃ, de repente me doy cuenta de que no es el único…
—¿Huh? Nishi, ahora que lo pienso, ¿por qué estás en nuestra clase? Estamos en
clase general ahora mismo…
—¡Nuestra clase también está en medio de una clase general, oooh!
Nishi apela a mà con cara llorosa mientras expresa sus dudas.
—¡Ayúdame! Sabes, nuestra clase de treinta y tres estudiantes se agrupó en un
viaje escolar, ¿verdad? Me enteré de que habÃa cuatro grupos de siete, y tuve que
unirme a los cuatro restantes, pero en esos cuatro grupos habÃa dos hombres y dos
mujeres, ¡y vaya pareja que formaban! ¡Estaba en una cita doble amorosa con
Salomon! Me voy a morir.
—Uwaah…
La inimaginablemente dura situación me convirtió involuntariamente en la cara de
un personaje del Teatro Masuda Kousuke.
—No os molestaré, ponedlo debajo de la mesa… por favor…
—Lo-Lo tengo…
Afortunadamente, desde ahora hasta el viaje escolar, el horario general de clase es
una clase muy flexible en la que se permite a los alumnos ir y volver de la biblioteca.
El profesor también tiende a estar fuera de su asiento, por lo que podrÃa ser
engañoso si al menos un Nishi está en la mezcla.
Por cierto, las chicas van ahora a la biblioteca a por material.
—… Quiero decir, ¿sigue siendo Yamana-san la misma?
De repente, Nishi me preguntó, mirando a su alrededor.
Esto probablemente significa: “¿Ha mantenido las distancias con Sekiya-san?”
—SÃ, sigue siendo la misma.
—Ya veo. Hmmm…
Hace un gesto despreocupado, pero sus ojos nadan intensamente. El amor no
correspondido de Nishi aparentemente sigue.
Yo soy más de Sekiya, asà que no puedo apoyar activamente a Nishi, pero querÃa
cuidarlo cariñosamente como amigo.
—¡He vuelto!
En ese momento, las chicas con materiales en sus brazos regresaron de la
biblioteca, lideradas por Runa.
—¡Ah, es Ren Nishina!
—¿Qué estás haciendo?
Yamana-san y Runa le hablan, y Nissi frunce el ceño, “Hey, hey”. Parece molesta
porque Yamana-san la llamó por su nombre.
—Quiero decir, Ijichi-kun, ¿estás contento con nuestro grupo?
Preguntado por Runa, Yousuke, o Itchy (Ver. 2.0), asiente asustado, “… su.”. Parece
que el interior sigue siendo el mismo Itchy de antes.
—…
Algo curioso, revisé a Tanikita-san y fui testigo de algo que no pude pasar por alto.
Tanikita-san estaba mirando a Itchy fijamente. Sus mejillas se sonrojan y su boca
tiembla “hawa”. Entonces, como si de repente le asaltara la vergüenza, medita y se
pone el libro que trajo delante de la cara para separarse de Itchy.
—…!?
¿Qu-Qué quieres decir? ¿Qué es esta reacción hacia la persona que tanto rechazo?
Tal pregunta fue revelada cuando Itchy dejó su asiento.
—Hey, hey, ¿has visto? Ijichi-kun.
Itchy, que estaba rodeado de las chicas alegres y tenÃa los hombros estrechos,
asumió el papel de ir a devolver los materiales que ya no necesitaba en nombre de
todos, y cuando salieron del aula, diciendo que Nishi también les seguirÃa, Tanikitasan habló emocionada a las chicas.
—Eh, ¿qué?
—Aah, ha perdido mucho peso. Tengo tanto miedo.
Runa y Yamana-san responden. Kurose-san estaba leyendo un libro de material a
solas, suponiendo que no le hablaban.
—¿No-No es malo? Se parece tanto a Lee Joon.
¿Quién era ese…? Y cuando miré a Runa, nuestros ojos se encontraron y me dijo
con la boca abierta que era “miembro de VTS”.
Ya veo… Ãdolos coreanos que Tanikita-san está empujando.
—Es realmente malo. No puedo evitar que me palpite el corazón. Ijichi-kun es de la
misma altura que Lee Joon, ¿verdad? Eso es casi Lee Joon, ¡eso es tal cosa!
—Eh… e-entonces… ¿son tan parecidos?
—Hey, ¿no era Jemi la que le gustaba a Akari?
Runa y Yamana-san se burlaron de ella, y Tanikita-san torció la boca.
—¡Jemi es un moe podrido! Soy fans del amor de Lee Joon.
—Ya veo.
—Entonces, ¿por qué no sales con Ijichi-kun?
Dicho por Runa, Tanikita-san pone cara de miel.
—¡De-De qué estás hablando! ¡No hay manera de que pueda hacer eso! Le di una
paliza a Ijichi-kun, que me lo contó en el festival, y le obligue a ausentarse de la
escuela durante un mes.
Ah, ya lo sabÃas… Aunque lo fuera, tu reacción fue asÃ. Es una chica con un corazón
fuerte después de todo.
—Además, dije: “No sé mucho sobre Ijichi-kun, ¿pero quieres decir que deberÃa
gustarme por su cara?” ¡Pero, al fin y al cabo, sólo era una cara! ¡Era tan patética!
¡No sólo hortera, sino desvergonzada! No puedo hacerlo aunque me muera.
Tanikita-san se cubre la cara y agita las piernas.
TenÃa curiosidad, asà que operé mi teléfono en mi escritorio y busqué “Lee Joon”.
Efectivamente tenÃa un linaje similar a la actual Itchy, pero sinceramente no sabÃa
qué pensar de el, ya que su color de pelo y peinado eran diferentes en cada foto, y
además iba maquillado.
Bueno, los fans dicen que se parecen “mucho”, asà que supongo que se parecen.
—¡Definitivamente no! No se lo digas nunca.
—¡Eeeh~ qué desperdicio! Puede que a Ijichi-kun aún le guste Akari, asà que si se
lo dices, podrÃas tener la oportunidad de salir con el.
—Quieres decir que le sorprendió que Akari le rechazara hasta el punto de volverse
tan infértil? Definitivamente lo estás alargando.
Runa y Yamana-san dicen, pero Tanikita-san niega obstinadamente con la cabeza.
—No. Porque no hay ninguno. No hay manera de que se confiese de mi después
de decir algo asÃ.
Y de repente me mira.
—Kashima-kun, tampoco se lo digas nunca a Ijichi-kun. Si se lo dices, recibirás una
muerte.
Me amenaza con una cara de miedo aunque yo no haya hecho nada, y yo
interiormente me estremezco, “Hee hee”.
—¡Po-Por supuesto…!
Itchy es Itchy y está que se sale siendo un chico participativo, y he pensado que
tendré que dejar a estos dos en paz por ahora.
Pero habÃa un punto del que querÃa asegurarme.
—Pero… um, ¿Tanikita-san?
—¿Hmm?
Le dije que parecÃa preguntarse por qué le hablaba, cosa rara en mÃ.
—Itchy es virgen, ¿sabes?
Aparece una gran arruga entre las cejas de Tanikita-san.
—¿Entonces…?
—¿Eh?
La última vez que le dije algo asà a Yamana-san… a mÃ, Tanikita-san abre la boca
con un gesto adusto en la cara.
—Kashima-kun. Voy a enseñarte casi el único y más fuerte interruptor que hace que
las mujeres entren en celo sin razón.
Tanikita-san me dice a mÃ, que me quedo boquiabierto ante su extraordinario
espÃritu.
—Eso es, ya sabes, “las miradas son de lejos mi tipo”.
—…
—Frente a ese hecho, cualquier otra condición pasa a ser secundaria.
—…
Menuda charla.
Incluso me siento reconfortado por tantas respuestas.
Consternado, no tenÃa ni dos palabras para continuar de aquà a Tanikita-san, que
me miraba fijamente con aspecto imponente.
â—‡
La clase completa fue la misma la semana siguiente, y Nishi también se mezcló en
nuestra clase de la misma manera.
Es casi como un autoestudio, asà que es hora de dormitar, saltarse las clases, lo
que sea… Itchy, que habÃa recibido nuevos deberes de arquitectura de KEN, se
quedó dormido en cuanto juntaron sus pupitres debido a la falta de sueño en dÃas
consecutivos. Yo, que suelo quedarme despierto hasta tarde estudiando para los
exámenes de la preparatoria y de la escuela, también me quedé dormido.
Cuando me desperté de repente, habÃan pasado unos 30 minutos desde el
comienzo de la clase. Runa no estaba en su asiento, y Kurose-san y Tanikita-san
tampoco estaban allÃ. Deben haber ido juntas a la biblioteca.
Las únicas personas en los asientos de nuestro grupo eran Yamana-san, Nishi e
Itchy, que se lo estaba pasando en grande. Nishi está sentado en el asiento de
Tanikita-san, mirando a Yamana-san sin hacer nada. ParecÃa que justo cuando el
tema de conversación se habÃa roto y habÃa un silencio de manos.
TodavÃa no saben que he despertado. De alguna manera sentà que deberÃa haberlo
hecho, asà que volvà a recostar la cara sobre el escritorio y dirigà mi mirada sólo hacia
ellos dos.
—… E-Eso me recuerda…
Nishi abrió la boca.
Ese Nishi… que parece ser el adolescente más acomplejado de los tres, está
hablando solo con una chica… Estaba secretamente impresionado.
—Los dos tenemos un “nombre” en nuestro apellido, ¿no?
Por un momento, pensé “¿Qué?”, Nishina y Yamana… si me preguntas. Nunca le
habÃa prestado atención.
—Asà es.
Yamana-san contestó con la mejilla desencajada. No está particularmente
malhumorada porque está frente a Nishi, siempre está asà en clase.
—¿Y qué?
Preguntó de nuevo, Nishi se pone un poco impaciente.
—Na-Nada… Sólo me preguntaba si pasaba algo.
—¿Algo?
—No, um… algo…
Nishi balbucea y se esfuerza por sacar la voz.
—E-El destino, ¿como?
Dijo…
Este es de hecho el caso, me pregunto si Yamana-san se dará cuenta de cómo se
siente Nishi.
Pensando asÃ, con la respiración contenida, Yamana-san abre la boca hacia Nishi
sin romper sus pómulos.
—¿Quizás piensas que me estás tirando los tejos? Soy diez años demasiado joven
para ti.
Si fuera yo, serÃa una respuesta desgarradora, pero Nishi no se desanimó.
—Puede que tengas razón, pero…
Dice como si fuera a morder y mira a Yamana-san.
—Si no haces algo, sigues sin hacer nada.
En mi cabeza, dos personas con camisas de polo empezaron a cantar y bailar,
“Gimnasia Arimae~”, pero algo pareció resonar en Yamana-san, y un leve rubor
apareció en sus mejillas.
—Yo… tengo novio.
—Lo sé.
A las contundentes palabras de Yamana-san, Nishi también responde en tono
brusco.
—Pero no puedes ponerte en contacto con el, ¿verdad? Hasta que acaben los
exámenes.
Se le salen los pómulos y Yamana-san mira a Nishi con cara seria.
—¿Tú eres el que va a ocupar el lugar de senpai?
Nishi asintió nerviosamente.
—Pero haré lo que pueda.
Yamana-san mira a Nishi asà con una mirada severa.
—Te lo aseguro. Es absolutamente imposible.
—¡No lo entiendes!
Alzando la voz como si estuviera cabreado, Nishi replica. Luego miró hacia la puerta
del aula y de repente se metió debajo del pupitre.
Fueron Runa, Kurose-san y Tanikita-san quienes vinieron. Estoy seguro de que
Nishi pensó que el profesor habÃa vuelto y por reflejo se escondió.
—Hemos vuelto.
—Hey Runa, estos chicos no se despiertan en absoluto. ¿Golpearlos? Hoy no han
hecho nada.
Yamana-san apela a Runa. “Estos chicos” deben referirse a mà y a Itchy.
Cerré rápidamente los finos ojos que habÃa abierto y me hice el dormido. Esto era
para que no se diera cuenta de que habÃa estado despierto antes y escuchando el
intercambio entre Nishi y Yamana-san.
—Está bien. Seguro que están cansados.
Riendo, puedo decir por el ruido que Runa ha tomado asiento.
—Ryuuto parece que está ocupado estudiando últimamente. Supongo que no ha
dormido mucho. Yo me encargo de las cosas de Ryuuto.
La voz de Runa, llena de compasión, me hace romper a llorar.
—¡Bueno, me llevaré la parte de Ijichi-kun!
Tanikita-san también dice con una sonrisa irónica.
—Tee, ¡la cara dormida de Lee Joon también es Lee Joon! ¡Quiero filmarte! ¿Ya
viene el profesor? ¿Crees que puedo sacar mi teléfono?
—Jaja, esa es una foto de espÃa, Akari~
—Oye, ¿cómo conoces la cara dormida de tu Ãdolo?
—Los miembros suben a menudo vÃdeos de ellos entre bastidores.
Tanikita-san responde a Runa y Yamana-san.
Eres tan juvenil, pensé.
Todo el mundo siente algo por alguien.
Aunque sea una calle de sentido único.
Pensando en esto, abro los ojos finamente y vuelvo a cerrarlos, sobresaltado por la
persona cuyos ojos se encuentran con los mÃos.
La imagen de Kurose-san, que me miraba fijamente y sonreÃa en silencio, ardió en
la parte posterior de mis párpados durante un rato y no me abandonó.
â—‡
De camino a casa desde la escuela preparatoria un dÃa. Estaba estudiando para un
examen, y mientras caminaba por la calle completamente a oscuras en dirección a
la estación, se me acercaron por detrás.
—Kashima-kun.
Estaba emocionado. Porque sabÃa quién era incluso antes de darme la vuelta.
—Kurose-san… ¿Ha terminado la clase?
Kurose-san se alineó a mi lado y me miró con una sonrisa.
—No, sala de estudio. Estuve estudiando para un examen y llegué tarde.
—SÃ, yo también. Tienes un examen la semana que viene, ¿verdad?
—Oye~. Kino. Yo quiero ver su nuevo trabajo, y los vÃdeos que quiero ver se siguen
acumulando.
—Hablando de vÃdeos, el otro dÃa vi el que me recomendó Kurose-san.
—¡¿Eh, de verdad?!
Y asà salió el tema del vÃdeo del videojuego, y compartimos el camino de vuelta a
casa, hablando como locos.
—Por cierto, Kashima-kun me lo dijo, asà que el otro dÃa vi por primera vez en mucho
tiempo. El hombre lobo de KEN-san.
—SÃ, ¿cómo fue?
—¡Ha sido interesante! Puede que haya mucha gente a la que se le den mejor los
hombres lobo que a KEN-san, pero es difÃcil encontrar a alguien que ponga vÃdeos
tan interesantes como los de KEN-san.
—¿En serio?
Cuando Kurose-san, que es un wargamer, me dice eso, me siento feliz como si me
hubieran elogiado.
—Bueno, si quieres, también puedes ver el vÃdeo de Yuakura’s .
—Aah, Ijichi-kun está en el, ¿verdad? Te oà hablar de ello el otro dÃa.
—SÃ, sÃ. Creo que es más fácil entrar a partir de las horas en que han aparecido los
recién llegados.
—SÃ, ya veo. Bueno, dime el tÃtulo.
—SÅ espera un momento, lo buscaré. Vaya, ¿ya hace tanto tiempo? Pones
demasiados videos de KEN.
Y asà llegamos a la estación K en poco tiempo.
—Kurose-san, ¿vas en bici hoy?
Cuando pregunté en la rotonda frente a la estación, Kurose-san barrió un poco la
mirada y negó con la cabeza.
—No. Camino.
—Ya veo…
Me perdà porque recordé la última vez que la llevé a casa. Me topé por casualidad
con Runa, que me esperaba frente a la casa de Kurose-san, y le di una impresión
de desconfianza.
Pero la hora ya es antes de las 22:00. Me siento como que clase de hombre dejarÃa
a una chica sola, incluso si es una amiga.
Después de meditarlo un momento, llegué a la siguiente conclusión.
—… Mi casa, puedo llegar a casa desde aquÃ. Demos la vuelta por la carretera
principal y vayamos juntos a la tienda que hay al final.
Entonces puedo dejarla de camino a casa, sólo por la justa razón de que “compartÃ
el camino a casa con una compañera que me encontré por el camino”.
—… SÃ, gracias.
Kurose-san parecÃa un poco triste, luego sonrojó sus mejillas y dijo.
—… Lo siento por el tiempo anterior. Después de eso, Runa se enfadó, ¿verdad?
Después de irnos, Kurose-san me preguntó sobre eso.
Supongo que se refiere a cuando se encontró con Runa.
—Aah… no, no estaba enfadada.
—¿En serio?
Kurose-san parece sorprendida.
—Runa, rara vez se enfada con sus amigos y esas cosas, pero delante de mà se
pone realmente aterradora cuando se enfada. Asà que pensé que estaba mostrando
ese lado de ella a Kashima-kun.
—¿Eh? No-No… Ya veo…
Cuando Runa se enfada… la he visto mostrar más emociones de lo normal, como
enfurruñarse como una niña mimada o los celos, pero no puedo imaginar una
situación en la que se enfadara tan abiertamente.
—Supongo que los novios y las hermanas son diferentes después de todo.
Kurose-san entrecierra suavemente los ojos, como si rememorara recuerdos de un
dÃa lejano.
—Éramos las mejores amigas y las mejores rivales. … Al menos, eso es lo que yo
pensaba.
—… ¿Cuándo se enfada, Shirakawa-san?
Cuando pregunto, Kurose-san lanza su mirada lejos.
—Creo que el momento en el que Runa se enfadó más hasta ahora fue durante el
incidente de “Chi-chan”.
Al decir esto, esbozó una pequeña sonrisa.
—”Chi-chan” es un gato de peluche. Cuando era pequeña, fui a visitar a mi tÃa y me
lo compró cuando estábamos en el centro comercial.
Caminábamos codo con codo por la ancha acera de la calle principal. Kurose-san
habló, mirándose los pies iluminados por las luces de la calle.
—Pero no me interesaban mucho los peluches. Asà que lo llevé a casa y lo dejé solo,
y Runa me preguntó si podÃa tener este peluche. Le dije que sÃ, y Runa le puso el
nombre de “Chi-chan” y empezó a quererlo, a envolverlo con cintas y a hacerle ropa
con pañuelos y a vestirlo.
Cuando me imaginé a Runa de niña asÃ, era tan mona y sonriente que se me
enterneció el corazón.
—Cuando vi eso, sentà que Chi-Chan era muy lindo y lo extrañé. Entonces, cuando
Runa estaba a punto de salir con Chi-chan, le dije: “TodavÃa quiero que Chi-chan
vuelva” y ella se enfadó mucho y me abofeteó diciendo: “¡No!”. Sólo tenÃa seis años
o asÃ, pero lo recuerdo vÃvidamente. Runa en ese momento, estaba tan asustada.
Kurose-san se mordió ligeramente el labio y giró la cabeza hacia abajo.
—Pensándolo ahora, creo que fue culpa mÃa. Pero lloré mucho en ese momento,
pensando que no necesitaba estar tan enfadada.
Sonriendo fina y amargamente, Kurose-san levanta la vista. Al final de su mirada,
habÃa una luna creciente flotando baja en el cielo nocturno.
—Admiraba a Runa, ¿sabes? Entonces, yo querÃa algo que Runa amaba. Tal vez
no tenÃa que ser Chi-Chan.
Y entonces se rÃe de mÃ, que estaba escuchando en silencio.
—En realidad no nos parecemos, ¿verdad?
—S-SÅ
—Que seas guapa no significa que puedas ser popular. La gente ama a Runa
porque es Runa. Ese es el talento de Runa.
Kurose-san habla mucho cuando se trata del tema de Runa. Ambos ocupamos la
misma cantidad de conversación sobre la situación del juego, pero cuando se trata
de Runa, es probablemente porque ella tiene mucha más información que yo. Y
creo que por eso ella es mucho mejor que yo.
Y yo que pensaba que estarÃa deseando hablar de ello.
SÃ, lo hace.
Kurose-san ama a Runa. Incluso ahora.
Tanto que tiene muchas ganas de hablar de ello con alguien.
—Envidio a Runa… Nunca tuve el talento de caerle bien a la gente.
El perfil de ella mirando a la luna y diciéndolo dice cómo se siente, y es triste.
Creo que es una chica preciosa. Siempre lo ha sido.
He estado anhelando este perfil hasta la muerte. Hace cuatro años que le confié
mis sentimientos con un brillo de esperanza, y se dispersaron fugazmente.
—… Eso no es verdad. Desde que estaba en el primer año de secundaria, Kurosesan era una persona popular.
Recordando aquellos dÃas, con un sabor amargo en el fondo de mi garganta, dije.
Si no fuera por ese desamor, no estarÃa aquà ahora.
Estaba preparado para ser rechazado de todos modos como aquella vez, asà que
pude confesar mi imprudente amor unilateral a Runa para terminar antes de tiempo.
El presente está conectado al pasado y a la tierra.
Tengo “cero experiencia” pero eso no significa que nunca me haya enamorado.
Si lo llamas “amor” cuando te enamoras de alguien y los sentimientos quedan
enterrados, entonces estaba enamorado de ti.
Mi primer amor, te lo di a ti.
Tal vez era algo que no querÃas.
Aún asÃ, no me arrepiento de haberme enamorado de ti.
—…Cuando estaba en primero de secundaria, ya sabes.
Como si masticara mis palabras, Kurose-san murmuró en voz baja.
—Por aquel entonces, yo estaba llena de mentiras.
Riéndose para sà misma, Kurose-san me mira.
—Eso era “yo actuando como una chica como Runa”. Asà que sigue siendo Runa
de la que Kashima-kun se enamoró.
—… No.
Sacudà la cabeza.
—Kurose-san es Kurose-san.
Kurose-san ha sido totalmente diferente de Runa desde entonces.
Me gustó la Kurose-san-ness de Kurose-san.
—Asà que… si sé qué clase de chica es la verdadera Kurose-san, estoy seguro de
que mucha gente querrá a Kurose-san en el futuro.
Pero la expresión de Kurose-san es aburrida.
—Mucha gente… ¿en serio?
Murmurando con una sonrisa solitaria, Kurose-san mira a la luna con una mirada
lejana en sus ojos.
—Supongo que… después de todo, no puedo competir con Runa.
Fue entonces cuando me di cuenta.
A sus verdaderos sentimientos.
──Solo me gusta ella por mi cuenta.
El dÃa del Festival Cultural, creà entender sus verdaderos sentimientos, que estaban
ocultos en esas palabras que Kurose-san dijo en la azotea.
Me lo he estado preguntando desde ese dÃa.
No tengo intención de romper con Runa, y Kurose-san, que deberÃa saberlo bien,
¿por qué “me quiere sin permiso”?
Cuando Itchy se confesó con Tanikita-san en el festival cultural, Tanikita-san dijo
algo asÃ:
–La confesión no es un juego. Si es un gacha con una probabilidad de uno entre
diez, puedes ganar una vez si lo giras diez veces, pero aunque se lo digas a la
misma persona diez veces a la vez, no es que sólo te vaya a salir bien una vez.
Cuando no está bien, nunca está bien. Y en el mundo real, no se puede revender.
No me gusta el mundo real.
–¿No es también amor no forzar tus sentimientos de amor a la persona que amas
tal cual?
En ese momento pensé en Kurose-san.
Me molesté porque pensé que Kurose-san estaba pensando tanto en mÃ.
No lo hizo.
Kurose-san simplemente no giró el gacha que sabÃa que no le darÃa lo que querÃa.
Y estaba esperando un error que podrÃa ocurrir por casualidad de alguna manera.
Soy el bicho que elige a Kurose-san en lugar de Runa.
Debe haber sido doloroso.
Hasta ahora sólo he estado pensando en mi relación con Runa y preocupándome
por mi relación con Kurose-san.
Si hubiera estado realmente cerca de los sentimientos de Kurose-san desde el
principio, quizá me habrÃa dado cuenta antes del camino que deberÃa haber tomado.
Por eso, lo siento.
–También tienes que ocuparte de tu propio mundo. Disfruta de la vida. ¿Está bien
si nunca tienes una sola amiga mujer por el resto de tu vida?
Sekiya-san me dijo que.
Creo que hay un orden en las cosas.
Para empezar, no tenÃa ninguna amiga hasta que empecé a salir con Runa. Era raro
para mà incluso hablar con chicas.
Todo empezó con Runa.
Desde que empecé a salir con Runa, un nuevo mundo se abrió ante mÃ.
Sin Runa, nunca me habrÃa hecho amigo de Kurose-san, a quien he vuelto a ver.
Incluso con Yamana-san y Tanikita-san, habrÃa cambiado de clase sin haberles
dirigido la palabra.
Todo porque Runa estaba allÃ.
Para mÃ, lo más importante es Runa.
Entonces, no quiero a ninguna otra chica cerca de mà si voy a perder a Runa.
Soy diferente a Sekiya-san. El concepto de amigas es algo que nunca existió en mi
mundo desde el principio.
Entonces creo que esta es una elección muy mÃa.
—… Lo siento, Kurose-san.
Kurose-san me mira con suspicacia cuando digo esto tras unos instantes de silencio.
—Estoy seguro de que no deberÃamos hablar más a solas.
Los ojos de Kurose-san se abren de par en par y su expresión se congela.
—Kurose-san es una chica agradable, y tenemos los mismos intereses… fue
divertido hablar con ella. Asà que… lo siento mucho hasta ahora.
Se lo dije entrecortadamente, sin mirar a la cara de Kurose-san.
—Cuando pase el tiempo… y algún dÃa podamos volver a ser amigos… quiero volver
a hablar con Kurose-san.
Sé que es egoÃsta decirlo. Puede que nunca vuelvas a ser amiga de un hombre que
dice cosas asà unilateralmente. Creo que eso es más probable.
Aún asÃ, tengo que elegir este camino.
—Gracias por ser uno de los pocos amigos que tuve, aunque fuera por poco tiempo.
La expresión de Kurose-san, que volvà a ver, era inesperadamente suave.
—… El placer es mÃo.
Como si se hubiera preparado para el dÃa en que esto sucediera, Kurose-san
sonreÃa tranquilamente.
Antes de que nos diéramos cuenta, habÃamos llegado a la tienda de comestibles de
la bifurcación del camino.
—Pues entonces…
Habiéndolo dicho yo, no se me ocurre cómo prolongar más la conversación y trato
de alejarme.
—Kashima-kun…
Kurose-san me detuvo allÃ.
—Por fin, ¿puedo preguntarte algo?
—… Um, ¿sÃ?
Kurose-san sonrÃe finamente y me dice mientras me doy la vuelta.
—¿Por qué te gustaba cuando estabas en primero de secundaria?
—Eeh…
No esperaba que me hicieras una pregunta asÃ, asà que me quedé perplejo y sin
palabras.
Recuerdos de la época en que estaba enamorado de Kurose-san vuelven a mÃ. Los
ruidos que venÃan del asiento de al lado, su respiración, su forma de hablar. Me
emocionaba con cada uno de sus movimientos, aquellos dÃas.
Es una chica preciosa, pero también es simpática conmigo. Pensé que le gustaba.
Era imposible que no me gustara.
—Porque eras … linda.
Por más vueltas que le daba, no se me ocurrÃa una respuesta inteligente, asà que
tenÃa que decirlo.
—SÃ.
Kurose-san levantó un poco las cejas y sonrió.
—¿Puedo preguntarte a ti también?
Voy a hacerle una pregunta que también me ha estado molestando.
—Por qué pensaste que yo, a quien rechazaste en el pasado, era bueno para ti
ahora…
Cuando Kurose-san difundió un mal rumor sobre Runa, me dijo que se habÃa
enamorado de mà después de que la escuchara y la sermonease amablemente.
¿Pero es eso realmente todo lo que hay que hacer? ¿Es eso suficiente para que
ella siga pensando en mà incluso después de haber sido rechazada una vez?
QuerÃa saber lo que habÃa en el fondo de su mente, sus sentimientos sin adornos.
—…
Kurose-san me miró fijamente y sonrió como si se estuviera relajando suavemente.
—En el pasado… cuando conocà a Kashima-kun, caerle bien a la gente era lo más
importante para mÃ. Era el baluarte de mi corazón, porque pensaba que mi padre no
me habÃa elegido.
Me siento como si hubiera oÃdo esa historia antes.
—Gustarle a un chico es hacer que se enamore de ti, ¿no? PodrÃa ser cualquiera.
QuerÃa gustar al mayor número posible de chicos. Me sentà aliviada cuando te me
confesaste. Dejé a Kashima-kun porque no tenÃa intención de salir con nadie. Para
mà no era importante gustar a alguien, y si salÃa con una sola persona, no serÃa
popular entre los demás.
Escuché su historia en silencio.
—La razón por la que me enamoré de Kashima-kun ahora… fue porque me odiaba
asÃ. Y yo que pensaba que ya era imposible caerle bien a la gente. Aunque tenÃa
novia, envidiaba a Runa, que caÃa bien a todo el mundo. También me frustró que
Kashima-kun creyera más en Runa que en mÃ. El solÃa ser mÃo… si tan sólo lo
hubiera alcanzado entonces. Si lo hubiera hecho, toda esta amabilidad… ahora está
dirigida sobre todo a Runa… pero aun asÃ, la amabilidad que Kashima-kun me
muestra de vez en cuando… toda ella habrÃa sido mÃa.
Mordiéndose el labio, Kurose-san murmura mientras se da la vuelta.
—Cuando pensé eso, mi mente se llenó de Kashima-kun.
Cuando me quedé en silencio, Kurose-san levantó la vista y me vio.
—Parece idiota, ¿verdad? Yo misma lo sé.
Con una sonrisa forzada, Kurose-san me da la espalda.
—Bueno, me voy a ir ahora. Adiós.
—Aah, sÅ
Mientras miraba su espalda mientras se iba, pensé:
Aah, sÃ…
Tal vez yo era “Chi-Chan”.
–Si alguna chica se te acerca en el futuro, te digo que no eres tú quien le interesa,
sino Runa.
Recuerdo lo que Yamana-san dijo el otro dÃa.
Kurose-san estaba tan fascinada por Runa.
–Incluso los hombres que no son realmente mis favoritos a veces me parecen un
50% más guapos, pensando: “Si ese hombre es el que ella eligió, debe ser una
persona maravillosa”.
Como dijo Tanikita-san, ese tipo de psicologÃa puede haber funcionado.
Tuve sentimientos encontrados de alivio y decepción.
Sin mirarme ni una sola vez, Kurose-san se alejó cada vez más de mÃ.
Lo que Kurose-san estaba mirando no era a mÃ, sino a Runa.
Entonces, ¿no serÃa su verdadera felicidad poder recuperar su vÃnculo con Runa
una vez más?
—¿Cómo… estoy pensando demasiado, yo?
Como virgen, nunca sabré la verdad por mucho que intente imaginármela.
Por ahora, recemos para que el plan de Runa siga avanzando y las dos puedan
volver a estar juntas pronto.
No hay nada más que pueda hacer.
Mientras pienso eso, la figura de Kurose-san se hace cada vez más pequeña.
Kurose-san está caminando por el último camino que lleva a su casa. Es una
callejuela que se extiende cientos de metros, y según recuerdo, hay un santuario
desierto frente al edificio de apartamentos, una calle estrecha con una atmósfera
inquietante.
Kurose-san está a punto de pasar el santuario y ya casi llega a su piso.
Cuando estaba a punto de irme a casa después de verla, también.
Detrás de Kurose-san, que ya es del tamaño de un guisante, aparece de repente
otra figura que se dirige hacia ella.
Sentà algo en mi corazón y seguà mirando… algo, y entonces oà a una persona
gritando.
Se oyó un grito que emanaba de muy lejos, aunque era tan pequeño que ninguna
de las personas que se encontraban en la calle principal en la que yo estaba en ese
momento le prestó atención.
Como habÃa visto la figura antes, me picó la curiosidad y me lancé a por ella. Kurosesan ya no estaba a la vista. Me pregunto si ese grito fue mi imaginación y ella ya ha
llegado al piso.
Eso espero.
En el momento en que estaba a punto de cruzar la entrada del santuario, pensando
esperanzado.
—…!?
Una figura negra saltó delante de mÃ.
—¡Whoaa!?
Doy un salto hacia atrás sorprendido y la figura, que supongo que es un hombre,
corre detrás de mÃ.
—…
No era Kurose-san.
Miro a mi alrededor, buscándola.
—¡Kurose-san!?
Kurose-san estaba tumbada en los terrenos del santuario.
—¿Estás bien…!?
Cuando me acerco y la llamo, Kurose-san se pone en pie tambaleándose.
—¿Kashima-kun…?
—Qué pasa, Kurose-san…
—Fui atacada por un hombre que no conozco…
Kurose-san, que dijo eso, parecÃa muy azul y temblaba con cara de sacudida.
La figura que saltó delante de mà hace un momento debe ser ese hombre.
—Grité y me empujó…
No puedo dejarla asà e irme, asà que le presto mi hombro para que se levante.
Después de que el hombre sospechoso hubiera huido hacÃa tiempo, cogà a Kurosesan y me dirigà a la caseta de policÃa cercana.
—¿Aah, pervertido? Salio de ese santuario de ahÃ, ¿no?
—Fue un momento duro, ¿verdad? Por favor, cuéntame una historia en esa
habitación de ahÃ.
Dos oficiales salen e invitan a la temblorosa Kurose-san a la trastienda.
—¿Y tú? ¿Un amigo?
El oficial mayor pregunta, y yo me congelo.
No somos amigos… Ya no.
—No… somos compañeros de clase. Sólo pasaba por ahi.
El oficial se vuelve repentinamente distante, preguntándose qué percibe de mi
reacción.
—Aah, sÃ. Entonces déjanos el resto a nosotros. Tus padres también se
preocuparán si no vas a casa.
—Ah, sÅ
La puerta corredera de la comisarÃa está cerrada y no tengo más remedio que salir
y marcharme.
La calle principal donde se encuentra la cabina de policÃa está muy iluminada y tiene
mucho tráfico. Los adultos que vuelven a casa del trabajo caminan a paso ligero por
la acera y me adelantan mientras yo avanzo a trompicones.
Si hubiera sido yo antes, estoy seguro de que no habrÃa hecho pasar por esto a
Kurose-san. Porque creo que la habrÃa llevado a casa.
Pero yo elegà hacer esto.
Aunque lo pienso, estoy confuso por el remordimiento que me atenaza como un
peso en el pecho.
No sé qué hacer, yo.
Me metà las manos en los bolsillos del pantalón y caminé un rato sin rumbo,
deteniéndome cuando vi mi piso.
Saco mi teléfono y llamo a Runa.
A la quinta llamada, la llamada entró.
—¿Hola, Ryuuto? ¡Es raro que Ryuuto me llame de la nada! Yay!
Cuando oà la brillante voz de Runa, de repente me sentà aliviado y mi sonrisa se
desbordó.
—Hola, Runa…
—¿Hmm?
—Lo que significa, ¿puedes contactar con tu madre?
Runa parece divertida con mi pregunta.
—¿Eh, mi madre? Significa mi madre?
—SÅ
Dudando un momento, dije:
—Kurose-san fue atacada antes y ahora está en la comisarÃa. Necesita un tutor que
vaya a recogerla.
Estoy seguro de que ella o la policÃa se pondrán en contacto con ella tarde o
temprano, y probablemente no haya necesidad de que le diga esto.
Sólo.
No habÃa nada más que pudiera hacer por Kurose-san, que ni siquiera era mi amiga,
pero que de repente fue herida fÃsica y mentalmente por un extraño a pesar de no
haber hecho nada malo… y que ahora probablemente se siente sola frente a los
oficiales de policÃa.
Aunque hayamos dejado de ser amigos, seguimos siendo compañeros de clase. No
quise negarla hasta que quise hacer algo por ella como persona.
Además, tengo que hablar con Runa también.
ParecÃa ser la única manera de despejar esta sensación confusa en mi pecho.
—Eh, ¡Maria!? S-SÃ, vale… Me pondré en contacto con ella…
Runa me dijo esto, aunque estaba confundida.
—Por cierto, Ryuuto, ¿estabas con Maria?
—Sobre eso… ¿podemos quedar un rato ahora? Pasaré por tu casa.
Ninguna respuesta.
—… ¿Runa?
Le pregunté si no me oÃa, y finalmente respondió.
—Ah, sÅ vale.
Su voz era oscura y sombrÃa por alguna razón.
â—‡
Nos encontramos en una tienda a unos cincuenta metros de la casa de Runa.
Veo a Runa caminando hacia mà desde delante de la casa.
Runa llevaba un abrigo sobre la ropa de estar por casa y tenÃa una expresión
pensativa en la cara.
—¿Qué ocurre? A estas horas… Es algo de lo que realmente tenemos que hablar
hoy?
Runa, que vino a verme, dijo eso como lo primero que abrió la boca.
—… SÃ, en realidad…
Fue cuando estaba a punto de hablar.
Las lágrimas se desbordaron de ambos ojos de Runa.
—¡Qu-Qué pasa!?
—No puedo.
Apartándome con la mano como si quisiera rehuir mi impaciencia, Runa se seca las
lágrimas con la punta de los dedos.
—Realmente no puedo… y es Maria, ¿verdad? No lo soporto…
—¿Qué? Lo que intento decir es…
—¡No!
Runa sacude la cabeza como una niña malcriada.
—No te preguntaré, yo… TodavÃa no he oÃdo nada, y voy a fingir que ni siquiera me
has llamado…
—De qué estás hablando…?
—Me engañaste, ¿verdad? Con Maria… Eres Ryuuto, asà que no es hacer trampa,
¿verdad? Ese tipo de cosas se llaman “cambio de opinión”.
—No-…
—¡Está totalmente bien!
Interrumpiendo mis palabras, Runa apela desesperadamente mientras llora.
—¡Ryuuto al menos te perdonarÃa por engañarme…! No me pondré en contacto
contigo durante un tiempo, asà que cálmate y piénsatelo. No digas que rompes
conmigo… vuelve conmigo…
—No es eso, Runa.
—Adiós…
Su figura, dándose la vuelta, parecÃa a cámara lenta.
Quiero llamarla, pero no puedo hablar.
Runa ya se está alejando.
—Espera…
La voz que intentaba gritar se congeló en mi garganta.
Siempre he admirado los disparos rápidos y sin titubeos de KEN, jugando a tiros.
Porque estaba indeciso y era lo mismo en el juego.
¿A qué enemigo debo apuntar? ¿Cómo se trasladarán mis amigos? Tengo miedo
de que me disparen… Estoy tan ocupado con todos estos pensamientos que pierdo
la concentración y, cuando me doy cuenta, se me escapa el momento de apuntar..
Es lo mismo en el mundo real.
No pude perseguir esto en el pasillo de la escuela donde se rompió el teléfono de
Runa, ni en ese dÃa lluvioso.
Eso hizo que pasara mucho tiempo arrepintiéndome.
En mi mente, siempre tuve la respuesta.
La flecha de mi corazón siempre apunta a Runa.
Pero si la persigo, me aferro a ella, y ella me repele. Me asusta pensar en eso. Ser
rechazado y herido.
¿Pero será siempre suficiente?
Aunque estemos los dos en una relación.
Siempre dejo el destino de nuestras citas y el final de nuestra relación a Runa, y
sólo dejo que Runa exprese sus intenciones.
¿Estoy de acuerdo con eso?
¿No es natural que Runa se sienta incómoda?
Asà que, sé valiente.
Ten el valor de mostrar tu voluntad.
—¡Espera, Runa!
Un hombre de negocios de una tienda se acerca a mà después de que gritara,
mirándome con interés.
Runa se detiene un momento. La alcancé en ese momento y la agarré de la mano.
—Te digo que no es asi.
Hablo con Runa en el acto, que sigue de espaldas a mi.
—Runa siempre es asÃ. Huye sin escucharme… Hablemos, nosotros… No fuiste tú
quien dijo eso…
Runa se quita de encima mi mano y se gira hacia mà con todo su cuerpo.
—No… Tengo miedo… Tengo miedo…
Con la cara manchada de lágrimas, Runa me miró.
—No quiero seguir haciendo esto. La gente que quiero me está dejando… Quiero
ser una familia con Ryuuto, pero si me deja antes de que eso ocurra, volveré a
perder a alguien tan importante para mà como mi familia.
Un transeúnte hace como que no nos ve mientras estamos de pie junto a un poste
telefónico al lado de la tienda y pasa de largo.
—Asà que me sentà como poniendo freno a mis sentimientos, como si tal vez no
debiera gustarme más Ryuuto, y quise huir. Pero Ryuuto nunca me ha traicionado
después de todo, siempre me está esperando, aunque yo sea egoÃsta… ¿por qué
yo? ¿Por qué yo? No soy tan buena chica.
—Runa…
—Estoy preocupada. Conmigo asÃ. Ryuuto podrÃa ir con otra chica algún dÃa.
Runa miró hacia abajo, conteniéndome con la mirada cuando estaba a punto de
decir algo.
—Maria es una chica con sustancia. Es diferente a mÃ, que estoy siendo arrastrada.
Si fuera un hombre, preferirÃa salir con Maria que conmigo.
—… ¿Pensaste asÃ?
El disgusto que habÃa sentido antes se habÃa calmado al escuchar el desahogo del
corazón de Runa.
Me pareció encantador.
Me sentà cerca de la humanidad de ella, que es una chica tan maravillosa, pero que
sigue teniendo complejos y anhela a alguien que tenga algo que ella no tiene.
—Bueno, seré el primero en decÃrtelo.
Al oÃr mis palabras, Runa levanta la vista y me mira.
—Con quien quiero salir… con quien quiero seguir saliendo… es con Runa
solamente.
Un color de satisfacción se extiende instantáneamente por el rostro de Runa.
Me da vergüenza, pero no es momento de ser tÃmido.
Aunque tenga un millón de millones de amor dentro de mÃ, si no lo demuestro con
palabras o actitud, es como si no tuviera ninguno.
Al menos, para Runa.
La razón por la que no le conté a Runa todo lo que habÃa pasado entre Kurose-san
y yo hasta ahora no era porque tuviera un motivo oculto de que podrÃa tener una
oportunidad con Kurose-san, sino porque pensaba en la relación entre Runa y
Kurose-san. Pensé que si se lo contaba todo y las cosas se ponÃan aún más
incómodas entre nosotros, esa no serÃa mi intención.
Pero si esa actitud simpática mÃa, disfrazada de amabilidad, hubiera inquietado a
Runa…
Es natural que no pueda sentir un flechazo por un hombre asÃ.
Hable o no, lo que pasó entre Kurose-san y yo no cambiará.
Te lo contaré todo y luego veremos qué hacemos los dos.
Cree en Runa… Cree en ella y libera lo que ha estado atascado en tu corazón.
Las palabras de Sekiya-san vuelven a mi mente mientras pienso en esto.
──Hay cosas que es mejor no saber. Compartir todo con ella no se trata de
sinceridad, ¿verdad?
Puede que tengas razón.
Pero tú misma lo dijiste, Runa.
──Somos totalmente diferentes, ¿verdad? Por eso a veces nos cruzamos como la
última vez. Creo que deberÃamos decirnos lo que pensamos, para que no vuelva a
pasar.
Estoy saliendo con Runa. No soy Sekiya-san.
Entonces deberÃa haber creÃdo lo que Runa me dijo. Antes de consultar a otros,
desde el principio.
Tras un largo silencio, respiré hondo y abrà la boca.
—Nunca he sido popular, no soy diestro. Siento no poder mostrar mi sinceridad más
que de esta manera.
Se lo dije a Runa, que me miró con extrañeza.
—Antes, dejé de ser amigo de Kurose-san. Asà que ya no puedo cooperar con el
“plan amistad” de Runa.
—Eeh…
Runa jadea para respirar.
—¡Qué quieres decir!? Pero, dijiste que Maria fue atacada… ¿no estabas con ella?
—No, eso es porque nos conocimos en la estación K de camino a casa desde la
preparatoria… después de separarnos en la bifurcación del camino. Como era de
esperar, si yo hubiera estado con ella, no creo que le hubiera atacado el maltratador.
—…
—La historia que voy a contarte puede ser complicada para Runa… pero quiero
contarte mis sinceros sentimientos hacia Kurose-san.
Runa pone mala cara y asiente suavemente.
—Alrededor del verano, cuando me fotografiaron abrazando a Kurose-san… el dÃa
anterior a eso, Kurose-san me llamó al almacén del gimnasio y se me confesó.
Runa me observa con la respiración contenida.
—Estábamos los dos solos, y me abrazó. La empujé hacia abajo…
Runa abre mucho los ojos.
—Por supuesto, no hice nada más que eso. Siento no habértelo dicho antes.
La verdad es que Kurose-san me llamó imitando la voz de Runa y estaba tratando
de seducirme haciéndose pasar por Runa, pero no importa lo que diga, cualquier
otra cosa es sólo una excusa.
—Debido a eso… me resultaba difÃcil no ser consciente de Kurose-san como chica…
y pensé que serÃa mejor que ya no fuéramos amigos.
Runa permaneció en silencio durante un rato.
—¿Por qué no terminaste? En el almacén del gimnasio, estabais los dos solos, ¿no?
Runa abrió la boca y me miró con una expresión emocionalmente ilegible.
TenÃa miedo, pero tenÃa que contestar.
—Porque… mi primera vez fue con Runa.
Si digo esto, ¿oleré demasiado a virgen?
Pero no puedo evitarlo. Este soy yo. Si intento ser guay, tarde o temprano me
timarán.
—Ah, no es que piense que está bien engañar a alguien cuando no es la primera
vez, pero… es que aún no me imagino lo que pasa después en la vida real.
Runa me miró en silencio durante un rato mientras le explicaba esto.
—… Te gustaba Maria, ¿verdad?
—… Cuando estaba en primero de secundaria.
Incluso después de responder eso, la cara de Runa no se aclara.
—Nunca he tenido un amor unilateral, pero… que te guste alguien y quieras
contárselo es un sentimiento muy fuerte.
Runa gira la cabeza hacia abajo y da vueltas a sus palabras como si las estuviera
masticando.
—Cada vez que pienso que la persona por la que Ryuuto sentÃa algo asà era Maria…
cada vez que pienso en ello, siento que no puedo evitarlo. Normalmente intento que
no me importe, pero…
Parece que le duele mientras murmura eso, y mi corazón también se hunde.
—Tengo miedo. Asà que… cuando dijiste: “quiero hablar contigo” por teléfono antes,
pensé que podrÃas haber cambiado de opinión sobre Maria.
—Runa…
—Me alegro de que Ryuuto pensara en mà y pensara mejor de mÃ, pero… No quiero
ponerme ansiosa cada vez que recuerde que a Ryuuto también le gustaba Maria en
el futuro…
Las lágrimas vuelven a brotar de los ojos de Runa.
—Entonces, ¿qué hacer?
Sintiéndome impotente, abrà la boca.
—Por mucho que me guste Runa ahora mismo, eso no cambia el pasado en el que
me enamoré de Kurose-san y le confesé mis sentimientos. Si insistes en decir que
te molesta, entonces…
Cuando pensé en lo que iba a decir, se me calentaron la garganta, los ojos y la parte
posterior de la nariz.
Mentira, ¿verdad?
En el tráfico con los ojos de la gente… y justo delante de ella.
Aunque lo pensaba, ya no podÃa parar.
—No… podemos seguir saliendo…
Sentà una gota de agua caliente que goteaba de la parte superior de mi ojo derecho.
Estaba llorando… Es de pena, pero es verdad.
Me desconcertó, pero no pude detener el dolor de mi corazón.
Realmente no quiero decir esto.
Porque nunca quiero romper contigo.
Quiero estar contigo todo el tiempo. Pienso en ti con todo mi corazón.
Pero…
—No se puede hacer nada con el pasado…
Si tuviera una máquina del tiempo. Si pudiera volver a primero de primaria.
Me dirÃa a mi mismo que nunca me confesara con otra chica porque una chica muy
guapa aparecerá en el futuro e increÃblemente se convertirá en mi novia, asà que
me dirÃa muy firmemente que no me confesara con ninguna otra chica.
Pero no puedo hacer eso.
No hay máquina del tiempo.
¿Por qué Runa sólo me dice esto a m�
En realidad no… si lo dices asÃ, en realidad no… incluso Runa no querÃa que saliera
con nadie más. Con cualquiera menos conmigo.
Pero sentà que no debÃa decir tanto.
Porque en mi cabeza, lo sé todo demasiado bien.
Si no fuera por mis experiencias pasadas, esta Runa no estarÃa frente a mà ahora.
—… Lo siento, Ryuuto. No llores.
Resoplando al sentir algo suave y esponjoso limpiándose bajo mis ojos. Runa me
limpiaba los ojos con la manga de su propia ropa de estar por casa.
Ella también estaba derramando lágrimas.
—Me equivoqué.
Con los ojos enrojecidos, Runa me miró fijamente.
—Yo era la que mejor sabÃa que “no puedo con el pasado”.
Diciendo esto, Runa me abraza como si fuera a saltar a mi pecho.
—Ya que Ryuuto me aceptó, yo también acepto el pasado de Ryuuto. Todo el
pasado, todo el pasado de gustar a Maria.
El aroma floral o afrutado me hizo cosquillas en las fosas nasales, y apreté el calor
de su tacto.
—Quiero estar con Ryuuto, un verdadero uno como el otro. Entonces hay que
enfrentarse al pasado tal y como es.
La voz susurrada en mi oÃdo hace arder mi corazón.
—Runa…
—Lo siento, Ryuuto. No huiré más de ti. No importa lo que pase con Ryuuto en el
futuro, lo prometo.
Diciendo eso, Runa suelta su cuerpo y me mira.
—… Cuando lo pienso, no era el pasado lo que me preocupaba, sino los
sentimientos de Ryuuto ahora. Incluso ahora, me pregunto si todavÃa siente algo por
Maria… Maria es una chica guapa.
—… Yo también creo que Kurose-san es una buena chica.
Me da vergüenza haber llorado después de todo este tiempo, asà que resoplo en
secreto e intento actuar como si no hubiera pasado nada.
—Por eso he dejado de ser su amigo.
Cuando recuerdo a Kurose-san temblando tras ser atacada por un maltratador, me
siento culpable. Pero…
—Me gusta Runa, pero Kurose-san también piensa en mà sin malos sentimientos.
No podrÃa decir que si sigo siendo amigo de Kurose-san, nunca llegará un momento
que incomode a Runa en el futuro.
Asà que no tuve más remedio que hacer esto. Espero que el culpable que atacó a
Kurose-san sea atrapado pronto.
—Ryuuto es demasiado honesto, ¿no?
De repente, Runa murmura:
—Ahà es donde la mayorÃa de los hombres mienten. Diciendo cosas como: “Sólo te
miro a ti” o “No hay más mujeres que tú, Runa”.
Quizás recordando el pasado, Runa cruza las manos a la espalda y da una patada
al suelo sin fuerza.
—Pero me engaña. Eso es lo que dijo.
Se le nubla la cara y niega con la cabeza.
—Estoy harta de esas cosas. Por eso estoy contenta con esa honestidad de Ryuuto.
Se dio la vuelta y murmuró, sonriendo finamente.
—Lo siento, sólo podÃa hacerlo asÃ. Si hubiera sido más firme… incluso con el “plan
amistad” de Runa, podrÃa haber cooperado desde ahora.
Al oÃr mis palabras, Runa mueve la cabeza de un lado a otro.
—Yo también lo siento. He cometido tantos errores en todo.
Con una mirada agridulce, Runa deja caer su mirada.
—Lo que querÃa ser con Maria no era “amigas” sino “hermanas”. Llamándolo “plan
amistad” e involucrando a Ryuuto. También tuviste que destruir la relación entre
Ryuuto y Maria…
La luz que se filtra de la tienda de comestibles brilla blanca en su única mejilla
mientras se hunde y rememora. Era muy guapa, incluso en esta situación,
probablemente sin maquillaje.
—TenÃa miedo. Por eso no pude seguir el camino recto. Porque no soy del agrado
de Maria.
Murmura tristemente y levanta los ojos para mirarme.
—Siento haber molestado a Ryuuto porque no fui lo suficientemente valiente. Para
Ryuuto, Maria es su primer amor. Sólo porque estés saliendo conmigo, no puedes
no ver a Maria como una chica…
Runa sigue hablando conmigo, que la miro fijamente, incapaz de contestar nada.
—Pero Ryuuto sigue diciendo que le gusto, y como resultado, hice algo que puso a
prueba a Ryuuto…
Runa se cierra, como arrepentida.
Se produce un momento de silencio.
Después de pensar un momento, abrà la boca.
—No creo que Kurose-san odie a Runa en absoluto.
—¿Eh…?
—Estaba diciendo, Kurose-san. Dijo que la razón por la que se transfirió a nuestra
escuela fue porque “querÃa hacer feliz a Runa”. Pero cuando vio la reacción de Runa,
se sintió traicionada… y dijo que ella le habÃa hecho eso.
Mirándome a la cara, Runa tiene una expresión de sorpresa.
—Y llevaba el pendiente de la luna como si lo apreciara. He oÃdo que Runa se lo
dio…
—Eh…
—Lo vi. Los pendientes de luna y estrella a juego que tiene Runa. Si te lo hubiera
regalado una hermana a la que odiabas, no lo llevarÃas encima, lo habrÃas tirado
hace tiempo, ¿verdad?
Runa recupera el aliento y se tapa la boca con la mano, incrédula.
—Era tan…
Apoya la mano en su propio pecho y Runa cierra los ojos. Sus largas pestañas
temblaban.
—Maria…
Siento que el nombre llamado suavemente contiene un afecto sin precedentes.
Un poco más tarde, Runa abre los ojos y tiene una voluntad en la mirada que antes
no tenÃa.
—DeberÃa haber sabido muy bien que Maria es ombliguista y voluntariosa. Pero he
estado lejos de Maria tanto tiempo. Creo que antes de darme cuenta, la distancia
entre nuestros corazones también se habÃa abierto.
Como si llorara por el tiempo perdido, Runa se quedó mirando el asfalto y murmuró
pesadamente.
—A veces, cuando hablaba con ella, me decÃa cosas como “te odio” o su actitud
poco amistosa. Antes de darme cuenta, empecé a pensar que quizá lo decÃa en
serio, y ya no podÃa comportarme con Maria como antes.
Después de decir eso, Runa levanta la vista.
—Pero si Maria se trasladó a la escuela por mÃ, y todavÃa tiene los pendientes que
le regalé… eso significa que sus verdaderos sentimientos no han cambiado,
¿verdad? Si es asÃ, para seguir adelante, voy a intentar hacer lo que pueda.
Sus ojos están llenos de fuerte determinación.
—No para ser amigas, sino para ser “hermanas” de nuevo con Maria.
Runa dirigió su mirada recta hacia mà mientras yo observaba su resolución.
—Gracias, Ryuuto.
Su sonrisa, con un resplandor blanco como la luz de la luna, era deslumbrante como
la de una diosa.
—Gracias a Ryuuto, voy a recuperar algo importante que habÃa perdido de vista.