Tu que tienes experiencia y yo que no la tengo. Nuestra historia como pareja. - CapÃtulo 2.5
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- CapÃtulo 2.5 - La larga llamada de Luna y Nikoru
—Asà que por eso hemos decidido parar el “Proyecto Amistad”.
—Hmmm, estuvo mal, ¿no? Si Runa hubiera huido, casi se habrÃan separado, ¿no?
—Nn… No quiero romper con el, pero hubiera sido en forma de distanciamiento otra
vez como antes…
—… “Guardando las distancias”…
—Ah, lo siento.
—Vale. Ya me he acostumbrado. Para empezar, hace mucho que no nos vemos.
Fue mi egoÃsta amor unilateral.
—No te preocupes, marzo está a la vuelta de la esquina.
—Tengo miedo. Cuando llegue marzo, senpai, ¿de verdad volverá a salir conmigo?
—¿Por qué?
—Los hombres, por muy ocupados que estén, si de verdad les gusta alguien, se las
arreglarán para sacar tiempo para verla, ¿verdad?
—¿En serio?
—SÃ, asà es. Por lo que he oÃdo hasta ahora, las chicas que no consiguen que sus
novios les dediquen tiempo son “menos que segundas”.
—… Es verdad que mis ex-novios me preguntaban todos los dÃas cuando
empezamos a salir: “¿Podemos ir a casa de Runa?” Pero luego se liaron y dejaron
de vernos…
—… Asà que, senpai, me pregunto si tiene otra mujer…
—¡A-Ah, no! Sekiya-san está muy ocupado estudiando. ¡Estudia trece horas al dÃa!
No tiene tiempo para reunirse con otras mujeres.
—Mierda… tal vez yo también deberÃa ir a una escuela preparatoria.
—¿En serio?
—No puede ser serio. … Ah, realmente voy a parar. Realmente me odio por no creer
en senpai y honestamente esperarli.
—Nikoru…
—… Senpai, has cambiado. Han pasado tres años, asà que creo que es natural que
hayas cambiado. Por supuesto, algunas cosas no han cambiado… pero antes de
saber realmente qué no ha cambiado y cómo han cambiado las cosas, esto es lo
que ha pasado.
—Ya veo…
—El senpai que yo conocà era una persona seria que se dedicaba al tenis de mesa,
era torpe con las chicas y no era el tipo de persona a la que se le pudieran hacer
dos cosas. Si hubiera sido senpai entonces, habrÃa creÃdo en él y le habrÃa apoyado,
aunque mantuviera las distancias… como entonces.
—¿Cuando eras el gerente?
—SÅ Disfruté animando a senpai. Senpai, has trabajado muy duro.
—Incluso ahora, está estudiando mucho, ¿verdad?
—Aunque asà fuera, no puedo verlo… Si no crees realmente en esa persona, no
puedes apoyarla de todo corazón, ¿verdad? Quiero creer, pero no sé cómo es
senpai ahora.
—… Estoy preocupada. Si no lo has visto en años. La circunstancia en el que vivÃa
es diferente, asà que incluso cabe la posibilidad de que se haya convertido en una
persona completamente distinta a cuando te conocÃ.
—Es verdad, ¿no? Pero Runa no tiene que preocuparse por eso, ¿verdad?
—¿Qué?
—Ha llegado a conocer mejor a Kashima Ryuuto desde que empezaron a salir.
Estáis en el proceso de conoceros y gustaros de nuevo, ¿verdad?
—SÃ, sobre Ryuuto.
—¿Eh?
—No, no es nada. En lo que estaba pensando era en Maria.
—¿Hermana?
—TenÃamos una relación en la que yo siempre tiraba de Maria, y Maria se quejaba
y me seguÃa a regañadientes.
—Bueno, ahora es lo mismo, ¿no?
—Pero a diferencia del pasado, no sabÃa lo que Maria realmente sentÃa al respecto,
asà que no podÃa ir hasta el final. En el pasado, Maria me querÃa tanto que parecÃa
disfrutar haciendo cosas conmigo, e incluso después de que yo dejara el ballet, que
ella empezó porque yo querÃa hacerlo, siguió haciéndolo, y yo confiaba en que le
estaba dando buenas oportunidades.
—¿Ballet? Nunca habÃa oÃdo hablar de él.
—¡Fue cuando era mayor! Lo dejé a los tres meses.
—Es una pena, nunca lo aprenderás.
—Pero Maria lo hizo durante toda la escuela primaria. Cuando nuestros padres se
divorciaron, se mudó y ya no pudo ir a sus antiguas clases, asà que lo dejó.
—Es un desperdicio.
—Hey. Pero tal vez no querÃa encontrar una nueva aula por sà misma e ir sola. Maria,
es tÃmida. Estaba diciendo… “Si no estuviera con Runa, no habrÃa querido empezar
a aprender”.
—… Runa era el “ala” de su hermana.
—¿Eh…?
—Oh, ¿te ha gustado la de “degollar”? Soy tan ex-Yan.
—Jaja… ¿Pero “Alas”?” Eso es genial. Como era de esperar de Poemer Nikoru.
—Bueno, no sé…
—… Volé con Maria…Hubiera sido feliz si Maria pareciera feliz en ese destino.
Aunque no sintiera nada, la invitarÃa a cosas que pensara que le gustarÃan.
—Se estan entendiendo, ¿verdad? Como se espera de los gemelos.
—Pero mientras estuvimos separadas, no le reconocà en absoluto. Cuando vivÃa
conmigo, ¿no vio el juego Jikkyo? Ni siquiera lo vio. Ni siquiera hizo cosplay.
—¿Está haciendo cosplay? ¿Esa chica?
—¡Ah, esto es un secreto! Te lo acabo de decir.
—No lo voy a decir.
—Gracias por mantener todo esto en secreto, Nikoru.
—Está bien. Tendré cuidado de no decÃrselo accidentalmente a Akari.
—Jaja, Akari es el tipo de persona que mete la pata sin pensar.
—No le digas nada del otaku de Yousuke Ijichi ni nada de eso. Ayer también dijo
“¡Puedo adivinar el borrador de pizarra que usó Ijichi-kun!”, y estuvo pasándole un
limpiador durante cinco minutos, es un desagrado total.
—Jaja… Todos maullaba “Cállate.
—Pero respeto tu energÃa para lo que te gusta.
—SÃ, quiero. … Yo también voy a dar lo mejor de mÃ.
—… ¿Sobre tu hermana?
—SÃ. Una vez más, abriré el mundo de Maria.
Runa, sentada en su cama, miró los pendientes de luna y estrella que habÃa en el
soporte de accesorios de la estanterÃa y dijo:
—Tengo un poco de miedo, pero voy a intentarlo.