Tu que tienes experiencia y yo que no la tengo. Nuestra historia como pareja. - CapÃtulo 3
A veces, Runa parece mucho una mujer más madura que su edad. Puede ser porque ha vivido su vida pensando quiero crecer cuanto antes como ella misma dice, o puede ser por las experiencias que ha acumulado.
Siempre me sorprende su expresión, normalmente inocente, pero a veces madura, y me siento fuertemente atraÃdo por ella cada vez que la muestra.
Estoy deseando ponerme al dÃa con Runa.
Como novio de Runa, quiero convertirme en un hombre digno de ella.
Pero mi edad mental no puede subir tan rápido. No hay manera de que pueda hacer un esfuerzo.
Entonces lo único que puedo hacer es subir mis especificaciones de alguna manera, sin importar el enfoque que tome.
… Me gustarÃa tener tres hijos.
Recordando las palabras de Runa, sonrÃo y me impaciento.
En estos tiempos, tres niños. No estoy seguro de cuál es la trayectoria profesional de Runa, y después de todo, serÃa difÃcil a menos que me acepten en una universidad razonablemente prestigiosa, trabaje en una empresa razonablemente prestigiosa y me asegure un sueldo sólido, ¿no?
Pienso demasiado, y junto con mis fantasÃas, también pienso en muchas cosas prácticas.
Entonces cogà un folleto sobre el ingreso en una escuela preparatoria que habÃa recibido durante un curso de verano.
â—‡
—¡Oye, oye, Ryuuto!
Un dÃa, después de las clases, cuando estaba a punto de salir del aula con Itchi, Runa se acercó a mÃ.
—Voy a hacer croffles con Akari en mi casa este sábado, ¿quieres venir a comer?
—¿Cro? ¿Croffles…?
—¡Wafles de croissant! Es un dulce de moda en Corea. Le dije que tenemos una máquina de hacer gofres que mi abuela compró antes, y Akari querÃa que los hiciera. Dijo que me traerÃa los ingredientes.
—Hee…
No sé qué son los croffles, pero si son hechos a mano por Runa, definitivamente me gustarÃa probarlos.
—Ah… lo siento. Tengo escuela preparatoria el sábado.
Entonces, Runa dice: ¡Ah!
—Ya veo. ¿A partir de esta semana?
—SÃ. Voy a presentar los documentos procesales hoy.
—Ya veo… Luego el domingo… ire de compras con Nikoru.
—SÃ, tampoco se podra hacer eso.
—Pero… no podremos vernos mucho.
Runa murmura abatida.
—E-Está bien, te veré todos los dÃas en la escuela.
Es una pena que no podamos vernos en vacaciones, pero no quiero perturbar las amistades de Runa.
—SÅ
Runa me sonrÃe mientras sus hombros se desploman.
—Vale. Escuela preparatoria, buena suerte.
—SÃ. Gracias.
—Intentaré liberar los domingos a partir de ahora.
—SÅ pero sé que tú también quieres jugar con Yamana-san, asà que no seas tan dura contigo misma.
Ya he oÃdo a Runa que Yamana suele tener un trabajo a tiempo parcial los sábados a partir del mediodÃa, por lo que suele jugar los domingos.
—Gracias. En la medida de lo posible. A veces Nikoru también trabaja a tiempo parcial los domingos.
Runa dice esto y luego mira a Itchi, que estaba quieto como una estatua de piedra a mi lado.
—Siento haberte hecho esperar, Itchi-kun, también. ¡Adiós, Ryuuto!
—SÃ, nos vemos mañana entonces.
Agité ligeramente la mano, Itchi se comportó con recelo, inclinó la cabeza una vez y soltó su petrificación.
—Haa… eres bueno.
Itchi murmuró mientras ambos salÃamos del aula.
Dulces hechos por Tanikita-san… Quiero probarlos…
Itchi ha mencionado el nombre de Tanikita-san muchas veces desde entonces. Probablemente se enamoró de ella. Aunque él dice: ¡No es asÃ!, negandolo…
Un virgen es una criatura difÃcil. Yo también…
No, pero voy a convertirme en un hombre digno del amor de Runa y dejaré de ser virgen. La escuela preparatoria es el primer paso hacia eso.
Es un poco duro que podamos tener menos tiempo para vernos, pero voy a trabajar duro para ello y atraer un futuro más brillante.
De nuevo inspirado, me encontré con Nishi en el pasillo y después de ir los tres juntos a la estación, me despedà de ellos y me subà a un tren en dirección contraria a mi casa.
Decidà ir a la K Prep School, que es una importante escuela preparatoria para los exámenes de acceso a la universidad de la que todo el mundo ha oÃdo hablar. HabÃa oÃdo que habÃa algunos estudiantes que habÃan asistido a la escuela desde el primer año, incluso en nuestra escuela, que no es una escuela muy avanzada, asà que al decidir sobre una escuela de preparación para el curso de verano, de alguna manera la elegà de manera fácil. Es la misma psicologÃa que cuando compras algo de un género que no conoces mucho, acabas eligiendo algo que tiene mucho boca a boca y buena reputación.
Atravesando el bullicio de la estación de Ikebukuro al llegar, salgo por la salida oeste hacia la planta baja. Después de unos minutos de caminata pasando por el frente de la estación y a través del ambiente de oficina de la ciudad, apareció el edificio de la K Prep School.
Después de presentar los documentos de admisión firmados y sellados por mis padres en la recepción y de escuchar al personal, me dieron el visto bueno y me convertà en alumno oficial de la K Prep School.
—Haah…
Me siento como un estudiante de exámenes a la vez, y me siento un poco pesado. A partir de ahora, tendré clases de inglés todos los sábados. Cuando dije que querÃa considerar las universidades difÃciles, terminé en un curso de alto nivel, asà que va a ser difÃcil preparar y revisar. En tercer año, habrá aún más asignaturas… y me dirijo a las escaleras con pasos pesados.
Sé cómo funciona este edificio escolar porque también lo utilicé durante las vacaciones de verano. No me apetecÃa ir a la sala de estudio del sótano de sopetón, asà que fui primero a la sala de estar del último piso. Porque querÃa tomar una taza de té y ojear los libros de texto que me habÃan dado.
Cuando abrà la puerta de la sala, me deslumbró un poco la luminosa habitación con dos paredes de cristal. El espacio, con mesas y sillas dispuestas a una distancia cómoda, sigue sin estar demasiado lleno, lo que es un alivio para mà como persona tÃmida.
Volviendo a mirar la sala, me preguntaba dónde sentarme… cuando mis ojos se clavaron en un punto.
—¿¡Kurose, san…!?
El perfil de Kurose-san estaba en la mesa junto a la ventana.
Kurose-san no estaba sola. Estaba sentada alrededor de la mesa con varias chicas, cogiendo dulces y charlando con ellas. Las chicas llevaban todas el mismo uniforme de marinero, excepto Kurose-san.
Era una Kurose-san alegre, algo que no se ve en la escuela.
¿Sintió mi mirada? Kurose-san se puso en movimiento como si estuviera a punto de girar la cabeza hacia mÃ, asà que me agaché en el acto y me agaché bajo la mesa sin pensarlo.
—… ¿Por qué Kurose-san…?
¿No me digas que me persigue…? Pensé, y luego lo descarté como autoconciencia. Esa franqueza con sus amigas no parece que se conozcan desde ayer u hoy, y estoy bastante seguro de que entró en la escuela antes que yo.
—… ¿Qué debo hacer?
Me escondà tan rápido como pude, pero, ¿qué hago a partir de aqu� ¿Me voy? O simplemente me levanto y digo: Oya. Paso por aquà para saludar.
No he tenido una conversación adecuada con Kurose-san desde… el último dÃa del primer semestre, cuando discutimos el hecho de que nos fotografiaron abrazándonos. En el segundo semestre, nuestros asientos se separaron y perdimos el contacto entre nosotros, lo que también es significativo. La razón por la que me escondà involuntariamente fue en parte debido a la incomodidad causada por los espacios en blanco.
Además.
… Pero… no podremos vernos mucho.
Mientras hago que Runa se sienta sola, no puedo deshacerme del sentimiento de culpa que me produce encontrarme con Kurose-san en la escuela preparatoria. Conocer a una chica que, hasta hace poco, me gustaba… yo… sin ella.
—…
Si esto ocurre, no me queda más remedio que huir a fondo y tratar de evitar el contacto con Kurose-san. Esa serÃa la sinceridad hacia Runa.
Llegué a esa conclusión, fingà estar indispuesto y salà de la sala a gatas y avergonzado.
A partir de ese dÃa, comenzó el juego de supervivencia en la escuela preparatoria, donde si te encuentras con Kurose-san, se acabó el juego.
La clase de inglés que iba a tomar ya se habÃa impartido dos veces. Al principio tuve que ir con frecuencia al edificio de la escuela para hacer un seguimiento de esas clases con vÃdeos y para hablar con el personal sobre el rango de mi escuela de destino. Mientras estaba en el edificio de la escuela y en el camino al edificio de la escuela, siempre miraba alrededor sin bajar la guardia y trataba de buscar a Kurose-san.
Es cuando estoy en la sala de estudio cuando me pongo más nervioso. Kurose-san es un habitual de la sala de estudio y siempre está allà cuando voy. Una vez que entré en la sala y vi a Kurose-san sentada, tuve que anticiparme a la lÃnea de flujo que tomarÃa dentro y fuera de la sala de estudio, y ajustar mi asiento para que no me tocara allÃ, o salir de la sala una vez, para poder conseguir un buen número de asiento en la recepción. Esto es un verdadero dolor de cabeza.
Incluso si voy al edificio de la sala de estudio en el anexo, dependiendo del dÃa, o incluso dentro del mismo dÃa, dependiendo de la hora del dÃa, se produce el mismo dolor porque Kurose-san está allà en esa dirección.
Gracias a las dificultades, durante dos semanas después de entrar en la escuela, me las arreglé para vivir mi vida en la escuela sin ver a Kurose-san.
Pero un sábado. Después de mi segunda clase de inglés, ocurrió un incidente.
En la clase de ese dÃa, acerté por casualidad la respuesta correcta a una pregunta formulada por el instructor. Me alegré de ello y estuve menos atento a mi entorno que de costumbre.
En el edificio de la escuela, todos los alumnos deben subir y bajar las escaleras. Si se encuentran en las escaleras, básicamente no hay escape. Asà que al usar las escaleras, tenÃa que tener mucho cuidado, esperando en el rellano y mirando el sentido de la marcha, etc.
Sin embargo, ese dÃa no lo hice y bajé directamente las escaleras pensando que todo estarÃa bien. Eso fue un error.
Cuando pensé: Ah, al familiar pelo negro, ya era demasiado tarde. Kurose-san giró en el rellano con sus amigas y vino hacia mi.
Al instante me di la vuelta, pero ya estaba demasiado cerca. La distancia entre Kurose-san y yo es de un metro y cincuenta centÃmetros.
No puedo hacerlo más. Me encontrará.
Cuando lo pensé.
—¡Yo, Yamada! ¡Cuánto tiempo sin vernos!
De repente, la mano de alguien se colocó firmemente en mi cuello y mi cara se acercó.
—¿Eh…?
No conozco a este tipo.
Es bastante alto, ya que puede arañarme a mÃ, un hombre de estatura media, desde una altura. Puede ser tan alto como Itchi, pero a diferencia de éste, es delgado.
No sé qué tipo de error he cometido, pero gracias al hombre que oculta mi cara, parece que me he colado en la crisis.
El hombre me llevó al pasillo de la planta en la que me encontraba y Kurose-san y las demás subieron las escaleras Probablemente se dirija al salón.
Lo confirmo y abro la boca con miedo.
—… Uhm, no soy Yamada…
—Lo sé.
Sus brazos están desatados de mi cuello y soy libre.
—Te he salvado. La hermosa chica de la que siempre huyes finalmente casi te encuentra, ¿no?
El hombre me mira con una sonrisa en la cara.
Era un tipo guapo.
Pero no en el sentido de una belleza cincelada. Tiene la nariz alta, pero sus ojos son rasgados y únicos, y sus labios son finos. CaracterÃsticamente, tiene el pelo negro y grueso, con un flequillo casi hasta los ojos y deprimente.
Es lo que se llama un hombre atmosférico guapo. Bueno, si el ambiente es guapo, me da envidia, ya que yo soy un tipo con cara de turba y sombrÃo…
—… eh, ¿qué has dicho?
Sin querer miré al guapo del ambiente y tardé en entender lo que decÃa.
—¿SabÃas de mÃ?
El hombre asintió a la pregunta.
—Te he visto mucho en las últimas semanas. Siempre estabas huyendo de la misma chica guapa en la sala de estudio. Eras tan sospechoso que destacabas.
Nunca pensé que los demás supieran que estaba evitando a Kurose-san… es tan embarazoso.
—Entonces, ¿qué pasa con esa chica? ¿Ex-novia? ¿Un acosador? ¿Un tipo malo si te descubre?
—¿Qué? No-No…
Cuando no puedo decir nada porque no es una relación que se pueda explicar con una sola palabra, el hombre me vuelve a poner la mano en el hombro.
—Bueno, suena interesante, asà que escuchemos un poco. He estado toda la mañana en la sala de estudio y querÃa cambiar de aires. El salón… es muy probable que tenga a esa chica, asà que vamos a una de esas tiendas.
—¿Qu-… Qué?
No puedo seguir el ritmo del coqueteo repentino, pero no puedo envidiarlo, ya que me ha salvado de un apuro. Cuando me di cuenta, mis pies estaban mirando hacia fuera del edificio de la escuela y estaba a merced del hombre.
—… Haa, ya veo. ¿De todas las personas, el primer amor que te rompió las pelotas es la hermana de tu actual novia?
En un café cercano, el hombre que escuchó mi historia murmuró con admiración.
El nombre del hombre es Sekiya Shuugo. Parece ser un supuesto estudiante ronin* inscrito en el curso de graduado de la K Prep School. Lo escuché mientras caminaba por el camino hacia aquÃ.
*Graduado de la escuela secundaria a la espera de otra oportunidad para entrar en la universidad después de haber fallado en el examen anual de acceso.
—¿Y qué vas a hacer? ¿Vas a seguir huyendo desde ahora hasta que terminen los exámenes?
Sekiya-san me preguntó y me quedé sin palabras con un: Ugh.
El café helado que pedà porque es el más barato es amargo y no me gusta mucho el sabor, y no me apetece beber el resto. Sekiya-san me compró una bebida diciendo: Yo pagaré, asà que tengo que terminarla antes de salir de la tienda.
—No creo que sea realista, pero no es un buen momento…
—Bueno, ¿tal vez cambiar el edificio de la escuela?
—No es mucho lo que hay que hacer…
Estamos en la misma clase todos los dÃas en la escuela, y me parece que mudarse a un edificio escolar más alejado de casa y de la escuela a propósito para evitar a Kurose-san…
—Quizás deberÃa haber saludado al principio, pero me escondà cuando le vi por primera vez, asà que…
—¿Por qué? ¿La culpa hacia tu actual novia?
Preguntado por Sekiya-san, lo he pensado.
—… No quiero hacerle sentir más insegura.
Murmuré mis sinceros pensamientos, recordando los acontecimientos del verano.
—Porque me preocupo por ella, Kurose-san… Iba a intentar no tener más relación personal con su hermana, pero ahora estamos en la misma escuela preparatoria. Como voy a tener menos tiempo para verla debido a que estoy estudiando para los exámenes, sentà que la inquietarÃa si se enteraba de que Kurose-san estaba en la escuela preparatoria.
SÃ. Entré en la escuela sin pensar que Kurose-san estarÃa allÃ…
—Lo he pensado. Si estuviera en la situación contraria… si fuera a una escuela preparatoria y el ex-novio estuviera allÃ… Si me enterara de eso… No creo que no me moleste en absoluto.
—… Ya veo.
Sekiya-san, que habÃa estado escuchando con los brazos cruzados, levantó la vista y lo dijo.
—Entonces tendras que huir por el momento. Yo te ayudaré.
—Eh…
Se lo agradecÃ, pero como se dijo tan a la ligera, no pude alcanzar las palabras de agradecimiento.
—Estoy en la escuela de Ikebukuro todos los dÃas. Si veo a esa chica, te diré dónde está por LINE. Dime tu ID.
—Ah, sÅ
Como me dijeron, de alguna manera intercambié datos de contacto con alguien que conocà por primera vez. Es la primera vez que ocurre esto.
—Eeh, ¿qué? La foto de perfil, ¿no es ella?
Sekiya-san comprueba mi cuenta y levanta una voz decepcionada.
—Dices que no se parece a ella, pero si es su hermana, es muy bonita, ¿no? ¿No tienes una foto?
Al ver los curiosos ojos de Sekiya-san, que parecen amar a las mujeres, asiento involuntariamente con la cabeza.
—No. No tengo.
—Mentira – eres un zorro lascivo.
Pero no profundizo en el asunto de la fotografÃa.
—Bueno, me voy a la sala de estudio. ¿Qué haras?
—Eeh… ah, yo también voy.
Mientras me apresuro a beber mi café helado casi lleno, Sekiya-san alcanza el vaso desde el otro lado.
—Si no quieres beberlo, dámelo. Soy un demonio de la cafeÃna.
—¿E-Eeh? Ah, sÅ
Evitando la pajita, Sekiya-san bebe el café helado directamente del vaso, engulléndolo como una cerveza.
—Cuando estoy todo el dÃa en la sala de estudio, por mucho café que tome, me da sueño. He bebido tanto en los últimos seis meses que ha dejado de funcionar.
Dejando el vaso, que ahora era sólo hielo, Sekiya-san se levantó con la bandeja.
—Pide lo que quieras beber la proxima vez. Te invitare a una copa.
Al decÃrmelo de forma tan casual, yo, que seguÃa sentado, cogà mi bolsa y me levanté a toda prisa.
—Ah, gra-gracias.
Estoy un poco avergonzado de mà mismo, solo me animo como un baterista y sigo. Sekiya-san parecÃa tan inteligente y maduro.
—Bueno, ¿pero y Kurose-san? Es probablemente que la piense, pero debo concentrarme en mis estudios en la escuela preparatoria.
De camino a la sala de estudio, Sekiya-san, que caminaba a mi lado, dijo algo asÃ.
—No hay nada bueno en ser un ronin, en serio.
Al escuchar eso de alguien que es realmente un ronin, esas palabras tienen un peso diferente.
—Haah… haré lo que pueda.
—Es bonito, ¿no? TodavÃa puedes apuntar a cualquier lugar, ya sabes. Si hubiera alguien que me dijera eso también entonces…
En ese momento, se oyó un sonido retumbante procedente del bolsillo del pecho de Sekiya-san. Sekiya-san saca su teléfono de allÃ, mira la pantalla y chasquea la lengua.
—… ¿Qué pasa?
—Compañeros de la escuela. ¿De verdad no vas a venir hoy a la reunión?, mejor aun, no hay manera de que vaya, maldita sea.
Dice como si fuera a vomitar y se guarda el teléfono en el bolsillo del pantalón. Parece que su bolsa está en la sala de estudio, Sekiya-san estaba con las manos vacÃas.
—Han pasado seis meses desde que nos graduamos, ¿qué pasa con la reunión? Supongo que se trata de un grupo de pomposos que sólo quieren presumir de su brillante vida universitaria.
Ah hombre. ParecÃa un hombre tan inteligente y maduro en el café, pero está tan podrido…
Ronin es horrible.
—¡Ah!
Y asà fue cuando volvÃa al edificio de la escuela preparatoria. Sekiya-san grita de repente, se agacha y se esconde detrás de mÃ.
—¿Eh? Seki…
—¡No me llames! Cállate y quédate ahÃ.
—…
No tengo otra opción, asà que estoy ahà sin saber qué está pasando.
Algunos estudiantes de la escuela preparatoria salieron de la puerta de la escuela preparatoria y pasaron por delante de mÃ.
—… Fuu…
Asà que Sekiya-san salió por detrás de mÃ.
—Junior de secundaria. Un estudiante de último año que era genial todo el tiempo es un ronin en la misma escuela preparatoria, demasiado patético, ¿no?
—Haah…
Pensé que serÃa demasiado patético estar corriendo asÃ, pero aún asà no pude decirlo.
… Ah, tal vez.
¿También se ha dado cuenta de que estoy evitando a Kurose-san porque estoy viviendo mi vida huyendo de la gente as�
—No, si estuviera en el exterior como ahora, podrÃa esconderse en las sombras, pero al entrar en un edificio, es importante comprobar la lÃnea de movimiento. Y-Y también es esencial llevarse bien con los tutores. Sato-san y los demás son amables, asà que cuando vayas a la recepción, te dirán que una chica de uniforme de la escuela se dirige a la sala.
Mientras miraba a Sekiya-san que hablaba con orgullo, murmuraba: ronin es horrible… en mi mente.
â—‡
Con el encuentro con Sekiya-san, mi vida en la escuela preparatoria comenzó a encaminarse más o menos.
Por otro lado, surgió un nuevo tema en mi vida escolar.
—A partir de ahora, me gustarÃa elegir cinco miembros de la clase para el festival.
Lo dijo el representante de la clase frente a la pizarra en la última clase larga de septiembre.
—¡Los que quieran hacerlo, que levanten la mano!
El festival cultural de nuestra escuela se celebra a principios de noviembre, en una fecha que incluye un dÃa festivo.
Al igual que el año pasado, el trabajo de este miembro de la clase es corto pero bastante ocupado, por lo que no es muy popular entre los youkya que tienen una buena vida privada.
—No puedo, tengo actividades en el club.
—Yo también…
Los tÃmidos del club de bienvenida a casa son turbios y no quieren destacar asÃ, por lo que tienen que convertirse en mariscos.
—… Va-Vamos, ¿quién quiere hacer esto? Seguro que sera divertido.
El aula guardaba un gran silencio, aunque la joven profesora, de primer curso, los llamaba con impaciencia.
—…
Todo el mundo mira a sus escritorios en voz baja, tratando de no hacer contacto visual con la profesora o el representante de la clase.
—Estas cosas son difÃciles de plantear si alguien no levanta la mano primero…
—SÃ, sÃ. SerÃa útil que aunque sea una persona se presentara…
Fue cuando empezaron a salir esas voces susurrantes y todos empezaron a observarse con miradas de reojo.
—… SÃ.
Se oyó una débil voz y una mano blanca se levantó ostensiblemente.
Fue Kurose-san. Sus mejillas estaban manchadas de vergüenza y su mano levantada temblaba nerviosamente.
—Gracias, Kurose-san.
La profesora levantó la voz, algo aliviada.
—Gracias por su ayuda, Kurose-san.
El representante de la clase también está satisfecho.
Al mirarlos, Kurose-san también sonrÃe de felicidad.
Kurose-san…
Lo que yo recordaba era a ella rodeada de sus amigas en la escuela.
En realidad, podrÃa ser una chica con muchos amigos. Pero tan pronto como se transfirió a una nueva escuela, hizo eso… difundir cosas malas sobre Runa, y fue rechazada por sus compañeros de clase.
¿Se siente sola? ¿Asà que te presentaste porque querÃas ser apreciada por todos…?
No, tal vez sólo quiere de verdad ser miembro de la clase, pero no puedo evitar pensar que.
—¿Hay alguien más?
El representante de la clase lanza una pregunta en el aula, momento en el que.
—¡SÃ, sÃÃÃ!
Cuando me giré, sobresaltado por la voz, vi a Runa levantando la mano como si estuviera a punto de levantarse.
Runa, ¿vas a ser miembro del comité…?
—¡Ah, si Runa-chi va a hacerlo, yo también lo hare!
Cuando se sorprendió, Tanikita-san también levantó la mano.
De alguna manera miro a Yamana-san, pero ella se está mirando las uñas como si no le interesara. Creo que no puede porque tiene un trabajo a tiempo parcial.
Entonces veo a Itchi, que está sentado en diagonal frente a Yamana-san.
Itchi tenÃa una expresión tremenda en su cara. Estaba en agonÃa, angustia… se estaba poniendo rojo y azul, y hacÃa cien caras él solo.
Ah, me he dado cuenta.
¿Es Tanikita-san? Desde que Tanikita-san se presentó al puesto, tú también quieres hacerlo, pero te cuesta encontrar el valor para hacerlo.
En ese momento.
—¡Hesy, Ryuuto! También quiere Ryuuto.
Cuando miré en dirección a la voz, vi a Runa mirándome con ojos brillantes.
Al ver eso, me acordé.
… Estoy pensando en hacerme amiga de MarÃa.
… ¿Eh?
… Aunque vaya por el camino correcto, me rechazará. Somos compañeros de clase, ¿verdad? Todo el mundo en la escuela no sabe de nuestra relación. Asà que, aunque vaya agresivamente a pedirle que sea mi amiga, no creo que ella pueda ser mi amiga tampoco.
… ¿Te refieres a ocultar a todo el mundo el hecho de que son hermanas y ser sólo amigas como compañeras de clase…?
… SÃ. Necesito tu apoyo para eso.
Vas a poner en marcha ese plan.
No esperaba que fuera tan pronto.
Pero…
… Para cuando llegue el otoño y comience el invierno… quiero poder estar de nuevo al lado de MarÃa. Quiero comer la mitad de papico mientras veo la televisión con MarÃa en el kotatsu de nuevo.
Pensando en ello, ya estamos a finales de septiembre. Para Runa, ahora podrÃa haber sido un buen momento para empezar.
—Bu-Bueno… lo-lo haré.
Cuando contesto mientras me tenso por el hecho de haber atraÃdo la mirada de los compañeros, las voces de frialdad se alzan desde el entorno.
—Por favor, no te enrolles con los miembros del comité~…
Sin embargo, todo el mundo parece aliviado cuando se llena el aforo.
—¿Hay una persona más?
Le dije al representante, que miraba alrededor del aula con las manos levantadas mientras decÃa esto.
—¡Uh-Uhm!
Avergonzado por la atención, mi voz volvió a sonar con fuerza. Aún más avergonzado, me esforcé por sacar las palabras de mi garganta.
—… E-El otro…, cre-creo que Itchi-kun estarÃa bien…
—¿Eh?
El representante se sorprende, como si no esperara que el nombre de la persona en la sombra se dijera.
—¿Está bien? ¿Itchi-kun…?
Itchi asintió mientras el representante se mostraba escéptico, que preguntaba con una mirada escéptica, como si pensara que estaba acosando o algo asÃ.
—¡SÅ!
Con una vocecita que no se ajustaba a su cuerpo, respondió alegremente
Los miembros del comité del festival se reclutan entre los primeros y segundos años, cinco de cada clase. Como hay cinco clases en el primer grado, un total de cincuenta de ellos serán asignados a secciones como recepcionistas y personal de instalaciones, y trabajarán en sus respectivas secciones hasta el dÃa del festival.
Ese dÃa, después de las clases, Itchi estaba animado por la decisión de la seccion que se tomó inmediatamente después de las clases.
—Maldita sea, ni siquiera puedes ser miembro del comité tú solo, ¿verdad? No puedo evitarlo~…
Parece creer que recomendé a Itchi porque querÃa un amigo sombrio. Cuando le dije que me empeñaba en estar atento para que pudiera estar con Tanikita-san, dijo: ¡No es asÃ!, y parece que está enfadado, asà que digamos que es asÃ.
En la sala de quÃmica extraescolar alquilada para la decisión de la sección, los miembros del comité están sentados adecuadamente. Estoy sentado con Itchi, delante están Runa y Tanikita-san, y en el asiento trasero, un poco más lejos de nosotros, se sienta Kurose-san sola.
—Entonces, me gustarÃa decidir una persona a cargo. Por favor, levante la mano para el cargo en el que desea estar.
Un compañero de otra clase, que habÃa sido elegido presidente de la clase mediante una candidatura, dijo tras la explicación de la clase.
—Decidiremos entre los que menos tienen. Primero, los tres miembros de la sección de folletos. Esto es para los estudiantes de segundo año, por favor.
El panfletista se encarga de hacer folletos con el horario del festival y un mapa guÃa de la escuela. Parece que se lleva a cabo en consulta con las imprentas, y el modelo del año anterior se puede reutilizar en su mayor parte, por lo que no parece demasiado difÃcil, pero me explicaron que es adecuado para las personas que son buenas en la escritura y están interesadas en la publicación. Me distraje porque habÃa poca gente y pensé que no era mi sección.
—… ¿Sólo hay uno de ustedes?
El presidente miró detrás de mà y dijo, asà que me giré y vi a Kurose-san levantando la mano en silencio.
—…!
Runa, que también ha mirado hacia atrás y lo ha visto, se da la vuelta y levanta la mano delante de ella.
—¡SÃ, sÃ!
Entonces vuelve a mirarme.
—Ryuuto…
Su mirada era como si pidiera ayuda. SabÃa que ibas a poner en marcha ese plan.
—… S-SÃ.
Asà que yo también levanto la mano.
—SÃ, ahora los tres se han decidido.
La voz del presidente de la clase cierra la reunión, y me decido a ser panfletista con Runa, Kurose-san y sólo nosotros tres… ¡Qué vamos a hacer, esto!
Me entran sudores frÃos sólo de pensarlo.
—¡Eeh~! Runa-chi, dijimos que trabajarÃamos juntos, ¿no?
—Lo-Lo siento, de repente querÃa hacer un folleto…
Runa se excusa ante Tanikita-san, que protesta por haberse quedado fuera, con una sonrisa irónica.
En medio de todo esto, de repente me entró la curiosidad y miré hacia atrás.
—…!
Casi hice contacto visual con Kurose-san. Inmediatamente vuelve la cara. Sus mejillas están rojas y parece molesta.
Asà es… Desde el punto de vista de Kurose-san, no se suponÃa que fuera asÃ.
Después de eso, las secciones se decidieron una tras otra, e Itchi pudo convertirse en un miembro de la sección de decoración como Tanikita-san. Se encargó de colocar un arco frente a la puerta de la escuela y de decorar los pasillos y el gimnasio. Hay muchos estudiantes de primer año, pero si trabajan juntos, tendrán la oportunidad de hablar un poco.
—Bueno, nos dividiremos en secciones y nos presentaremos, y asà terminaremos el dÃa. El trabajo especÃfico y el calendario del festival serán explicados por el profesor encargado de cada sección más adelante.
Al oÃr las palabras del presidente, todos se levantaron de sus asientos y empezaron a moverse de forma aturdida.
—¡Instalacion por aquÃ!
—¡Decoración, por favor, reúnanse aquÃ!
Con nuestros amigos llamándose unos a otros, Runa y yo nos miramos y nos dirigimos en silencio al fondo del aula.
Sólo somos tres. Ni siquiera necesitamos gritar para reunirnos.
Entonces, yo y Runa llegamos frente a Kurose-san.
—…
Los tres… incluso Runa, que deberÃa haber querido y creado esta situación, es incapaz de ocultar su incomodidad.
Incluso sin tener que presentarse, los tres se conocen muy bien, cara a cara, nombre a nombre, y todo lo demás. De pie en una especie de triángulo equilátero, nos miramos el uno al otro.
—… Encantada de conoceros.
El primero en hablar fue Runa. Una sonrisa en su boca, a pesar de la incomodidad en el aire.
—Encantado de conoceros…
Yo también seguà diciendo algo, ya que parecÃa que no podÃa detenerme si no decÃa algo.
Kurose-san miró hacia abajo con una mano agarrando el codo del otro brazo, pero luego miró hacia arriba. Nos miró, luego volvió la cara y abrió ligeramente la boca.
—… Sh…
Por lo tanto, el plan de futuro de Runa “Plan de Amistad” estaba ahora a punto de comenzar.
â—‡
Se complicó. La relación con Kurose-san se ha vuelto aún más complicada cuando ya lo era bastante.
Incluso en la escuela preparatoria, sigo evitando a Kurose-san todos los dÃas.
—Yo, Yamada.
El sábado por la mañana, estaba en la sala de estudio haciendo los deberes hasta la clase de hoy cuando Sekiya-san se acercó a mi asiento y me abordó.
Le he dicho a Sekiya-san mi verdadero nombre por si pregunta, pero dijo: SerÃa malo que esa chica preguntara y se fijara en tÃ, asà que me llama Yamada. Una vez, cuando Sekiya-san me habló delante de la recepción, un miembro del personal que me conocÃa me miró dos veces.
Aparte de eso, no hay más obstáculos.
—TodavÃa no has almorzado, ¿verdad? Comamos si quieres.
—… Terminaré en unos diez minutos.
—De acuerdo. Me voy primero.
Después de decir esto, Sekiya-san salió de la sala de estudio. Ambos vivimos nuestra vida preparatoria evitando a ciertas personas, asà que este debe haber sido un buen momento para él.
Creo que Sekiya-san se preocupa bastante por mÃ, pero da la impresión de que no le importa nada, asà que incluso alguien como yo puede llevarse bien con él. Yo, que no soy buena en las relaciones jerárquicas y no participo en las actividades del club, no esperaba poder hablar francamente asà con un chico guapo que es dos años mayor que yo.
Me enseña consejos sobre cómo conseguir un asiento en el aula y cuándo hacer preguntas a los profesores, y creo que Sekiya-san ha hecho que mi vida en la escuela preparatoria sea más cómoda, asà que quiero atesorar esta relación.
Entonces, ¿qué pasa?
Sekiya-san, que se sentó frente a mà en el restaurante de ramen de estilo familiar al que entramos juntos, dijo.
—¿Eh?
—Antes suspiraste en la sala de estudio, ¿no? ¿Estás hablando de Kurose-san otra vez?
—…
—Háblame. Lo hará más fácil. Estoy bastante seguro de que puedo aconsejarte sobre temas relacionados con las mujeres.
Dudé por un momento, pero estaba algo cabreado, asà que dejé de hablar sinceramente.
—… No. Los deberes de inglés suelen ser difÃciles para mÃ.
—¿En serio? ¿Quieres que te enseñe? Sólo estás en el segundo año de la escuela secundaria, asà que no seas tan arraigado.
—Haah.
No quiero ser como tú, asà que quiero trabajar duro… No quiero decir mi verdadera intención, porque me da pena.
—… Sekiya-san, ¿por qué te convertiste en ronin?
De repente sentà curiosidad, asà que le pregunté mientras esperaba mi ramen.
Sekiya-san dijo un: Ah, y se cubrió la cara.
—¿Quieres oÃr eso? Es porque suspendà el examen en mi tercer año de secundaria. Es obvio, ¿no?
Bueno, eso es probablemente cierto, pero querÃa preguntarte si habÃa alguna circunstancia.
—En la secundaria, me divertÃa demasiado con las chicas… No habia tenido tiempo de estudiar…
—Wow…
Positivo. Es una retaguardia…, Sekiya-san agita su mano con impaciencia mientras se aleja.
—No, porque, ya sabes, un tipo sospechoso que nunca salió con chicas hasta la secundaria se hizo popular de repente después de entrar en la secundaria. Eso, se va a dejar llevar y a jugar, ¿no?
—Eeh~…
¿Es posible? ¿No era popular todo el tiempo y jugaba todo el tiempo?
Sekiya-san maneja su propio teléfono y lo gira hacia mà mientras le miro con recelo.
—Mira, aquÃ. Yo cuando estaba en el tercer año de secundaria.
Lo que se captó allà fue un estudiante masculino de secundaria con un maillot de gimnasia. Tiene el pelo corto que parece casi un medio corte, y su impresión es completamente diferente a la de Sekiya-san ahora. Parece un estudiante de secundaria de campo con mala vista. ¿Cómo puede cambiar tanto una persona con un solo peinado?
—¿Ves? No parezco popular, ¿verdad?
—Quiero decir, tienes una foto de ti mismo cuando no estabas tan famoso que puedes enseñársela a la gente enseguida…
Me trago las palabras. Eso es un poco embarazoso…, y Sekiya-san se rÃe y dice: No, no.
—Esta es una foto mÃa cuando gané el concurso del distrito. Por eso la puse en mis favoritos. Es un momento glorioso en mi vida.
—¿Concurso? ¿Habéis hecho deporte?
Pregunto, y Sekiya-san se sonrÃe.
—¡No, tenis de mesa! ¡Tengo una raqueta en la mano! ¿Cuánto no te interesa de m�
Sekiya-san tiene una boca mala, pero sus ojos son sonrientes y su voz baja contiene encanto, asà que incluso cuando me insulta, no me siento mal en absoluto. Y con esas pintas, pensé, por eso es tan popular.
—… Pero, si eras tan fuerte en el tenis de mesa, ¿no eras normalmente popular incluso antes de tu cambio de imagen?
—No a los juniors de mi club.
—Vamos.
Sekiya-san vuelve a reÃrse de mÃ, que ahora me pongo nervioso al ser llamado “persona de la sombra”.
—Sólo hay una persona. HabÃa una chica que era mi representante con la que era buen amigo, y nos juntamos cuando nos graduamos. La chica me dijo: ¿Por qué no te cambias el pelo? Mi pelo habia crecido mucho justo despues de terminar las actividades del club…
—¿Debut en el instituto?
—Exactamente.
—¿Y qué pasó con la chica?
Sekiya-san baja la mirada y no responde.
—De ninguna manera…
Le dirijo una mirada acusadora, pensando que quizá le haya engañado mucho, haya jugado con ella y luego le haya dejado…, y Sekiya-san abre la boca con impaciencia.
—No, no coqueteé tanto… bueno, pero… fue terrible, eso… para el otro lado.
Sekiya-san se quedó en silencio después de eso. Aparentemente, tiene algunos pensamientos sobre la chica.
Justo en ese momento, se trajo el ramen y el tema llegó a su fin.
Tanto si hablo con Sekiya-san como si no, la realidad es que no puedo hacer nada con Kurose-san.
Por el momento, no tengo más remedio que apoyar el “Plan de Amistad” de Runa tanto como pueda mientras trato de no ser encontrado por Kurose-san en la escuela preparatoria.
En octubre, las actividades de los miembros del comité comenzaron en serio.
La tarea principal de los panfletistas es redactar textos para los clubes y las clases que organizan las representaciones, asà como para los profesores y los presidentes de los comités, y reunirlos antes de la fecha lÃmite para elaborar los borradores. Aunque hay una plantilla para el mapa escolar y la página de felicitación, el diseño y la portada son libres, lo que permite que brille la individualidad del año.
El festival tiene un tema cada año, y este año fue: Por el futuro. Corresponde a los miembros de la sección decidir cómo incorporar el concepto a su diseño. El primer paso fue discutir el concepto con los miembros de la sección.
En primer lugar, los tres miembros de la sección deben discutir y decidir la dirección del folleto.
Para ello, un dÃa después de las clases, los tres alquilamos una sala de reuniones en la escuela y nos sentamos alrededor de una mesa.
—…
Desde hace un rato, Runa ha estado inquieta y mirando a Kurose-san frente a ella. Kurose-san sostenÃa y miraba un folleto de los últimos años, que estaba colocado en su escritorio como referencia.
Ahora estamos sentados en una mesa rectangular, Runa y yo a un lado y Kurose-san frente a nosotros.
Después de un rato, Runa habló como si se hubiera decidido.
—¿Cómo estás? MarÃa.
Kurose-san sacude los hombros con una sacudida, y sólo sus ojos se vuelven hacia Runa con el panfleto extendido.
—… Si.
Con una expresión rÃgida y un ligero tirón de la barbilla, Kurose-san asintió con la cabeza.
Creo que es la primera vez que veo a estas hermanas comunicarse directamente entre ellas.
—¿Qué estás haciendo estos dÃas?
—¿Qué quieres decir… normalmente?
—Eso no, como pasatiempos…
A Kurose-san, que responde sin rodeos, Runa le hace una pregunta tras otra como si tuviera prisa.
—¿Pasatiempos? … Veo vÃdeos y cosas.
—¡Oh, ya veo! Ah, oye, ¿has visto los nuevos vÃdeos de baile de Gyaru High? PodrÃa ser más interesante que Yarafi*.
*Clubber; frecuentador de clubes nocturnos; fiestero.
—… ¿Ja? ¿Qué es eso? ¿Qué idioma?
—…
Después de haberse tomado la molestia de proporcionar un tema de conversación, Runa se encoge de hombros ante la respuesta.
Al ver la cara de Runa como si dijera: Mi HP ha disminuido, quiero tomar un giro…, abro la boca con cautela.
—… Bueno, ¿qué tipo de vÃdeos ves, Kurose-san?
Al verme que le hablaba, Kurose-san puso cara de sorpresa, pero pensó un poco y me contestó.
—… Lo que suelo ver son videojuegos en directo.
—¿¡Eh!?
Al escuchar eso, me sorprendÃ.
—¿Qué tipo de juegos en directo?
—Supongo que un montón de juegos de terror… Yo veo a menudo “Kino” y “GotchaMen”.
—SÃ, ya veo. También he visto “BioBlizzard” y cosas asà en acción. Son buenos.
Son famosos, asà que los vi varias veces, como después del lanzamiento de los tÃtulos que me interesaban.
—¿En serio? Incluso si no son buenos, veré casi cualquier cosa si es un juego de terror. Los comentarios de los famosos también son sorprendentemente interesantes. ¿Has visto a Karino Eiko?
—Ah, no lo he visto. Ya sé que ha rumoreado, pero no deja de ser interesante. La próxima vez echaré un vistazo.
Se está volviendo divertido. Es la primera vez que hablo con una chica a la que le gustan los videojuegos en vivo. Nunca pensé que Kurose-san tuviera tal afición.
—Supongo que yo también veré los juegos en directo que no sean de la casa, cuando me apetezca. Creo que veo a casi todos los famosos de directos.
Al oÃr eso, abrà la boca todo lo que pude.
—Entonces, ¿conoces a KEN? Me gusta…
—Ah, es un antiguo jugador profesional, ¿verdad? He visto: Personality 6, y, Werewolf Punishmentm¡, porque me gustan. Sin embargo, no he visto a ninguno de los dos publicados recientemente.
—¡No, Werewolf Punishmentm sigue publicando de vez en cuando!
—¿En serio? Entonces lo miraré a veces.
—Quiero decir, ¿no ves Sixty People Craft o algo as�
—No me gustan los vÃdeos participativos relacionados con los niños. No puedo entrar en todo el asunto del circulo interno, es demasiado igual.
—¡Eso no es cierto! Es básicamente KEN hablando, y si lo ves, conocerás a los personajes de los niños y empezarás a disfrutarlo.
—Aun asÃ, ¿por dónde empiezo a mirar?
—No importa dónde empieces, pero mis tiempos recomendados son…
AhÃ, me quedé pasmado. Porque recordé que Runa existe.
Cuando miré a Runa, como esperaba, tenÃa una cara de puchero, como si se hubiera quedado sorprendida.
No es bueno. Iba a apoyar el plan de amistad de Runa y Kurose-san, pero me emocioné sin Runa.
—… Bueno, entonces, es hora de pasar al tema principal…
Nos separamos incómodamente y luego empezamos a discutir el panfleto.
No esperaba que Kurose-san tuviera aficiones frikis. Cuando estaba en la escuela, sólo tenÃa la imagen de una chica guapa tipo estudiante de honor, y sólo me atraÃa su aspecto, asà que no es de extrañar que no lo supiera.
No sé si el Plan de Amistad de Runa está avanzando o no, pero la discusión sobre el panfleto tuvo un buen comienzo, probablemente como resultado de la charla.
—Ya es hora de que decidamos un concepto para el diseño general.
En la segunda discusión, voy al grano.
—Hum~, quiero que sea muy bonito de todos modos. Al fin y al cabo, es un festival, ¡asà que brillante y glamuroso! La portada también deberÃa ser rosa y cutre o algo asÃ.
Kurose-san inclina la cabeza mientras Runa dice con un brillo en los ojos.
—No sé sobre ese tipo de cosas. El festival cultural no es sólo para chicas, y creo que serÃa mejor tener un diseño sofisticado en monotono o algo asÃ, para que los chicos y los padres no se avergüencen de tenerlo. El tema es: Para el futuro, por lo que debe estar orientado al futuro y tener una sensación de madurez.
—Eeh~… pero ahora eres una JK, asà que aunque sea un poco bonito… mira, un futuro brillante~… ¿no?
Runa parece desaprobarlo, pero frente a Plan de amistad, no parece ser capaz de replicar con fuerza a su hermana y me mira como pidiendo ayuda.
—… ¿Qué te parece el Ryuuto?
—Ugh…
Estoy en problemas.
Lo que es preocupante es que mi esperanza está definitivamente más cerca de Kurose-san.
Pero no ponerse de su lado y ponerse del lado de su hermana, que fue la causante de la disputa con ella… como novio, no creo que deba ocurrir.
—… Bu-Bueno, ¿qué tal si tomamos el punto medio entre ambas opiniones?
Tanto la cara de Runa como la de Kurose-san se nublan ante mi amarga sugerencia.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Concretamente, ¿de qué tipo de diseño estás hablando?
—Bu-Bueno, eso…
Estoy tratando desesperadamente de entenderlo.
—¿Un sofisticado diseño monótono? Un poco de purpurina rosa en medio de…
—¿Qué es eso? ¿No es el concepto un poco borroso, y no es bastante hortera?
Kurose-san me cortó de un plumazo.
Pero por lo que se ve, parece que tus sentimientos por mà ya se han ido… Me siento un poco triste, pero me alegro de esto.
Al final, el concepto del folleto no llegó a concretarse ese dÃa.
—No os estáis comunicando lo suficientemente bien. En primer lugar, los tres tenéis que hablarlo y poner en común vuestras opiniones antes de la próxima reunión.
Un profesor veterano, miembro del comite de folleto desde hace mucho tiempo, vino, nos miró y dijo eso y se fue.
—…
Falta de comunicación, eh.
Eso serÃa ciertamente cierto. Hay dos hermanas que no han tenido una conversación adecuada desde hace años.
—Haah…
Runa suspiró. Quiere llevarse bien con Kurose-san, pero parece estar harta de sà misma por haberse descontrolado.
Luego mira a Kurose-san, que se prepara para salir de la sala recogiendo los sucesivos folletos de materiales, y esboza una sonrisa como para inspirarse.
—Oye, MarÃa.
Kurose-san detiene su trabajo y mira a Runa.
—,MarÃa, ¿no ves vÃdeos de maquillaje o algo asÃ? ¿Conoces a Misa Sekimoto? Es una gran referencia cuando quieres comprar nuevos cosméticos o algo asÃ.
—No los veo y no le conozco. No me maquillo.
De nuevo, una afirmación general.
—…
Kurose-san dijo que ver vÃdeos era su afición, asà que probablemente Runa trató de hablar con ella con el mismo enfoque. Y sin embargo, cuando me da pena que le aplaste de nuevo esta vez…, dijo Kurose-san: Ah, pero, como si se lo estuviera pensando mejor.
El rostro de Runa se ilumina de esperanza.
—Puede que haga un poco para el cosplay.
Un color de desconcierto apareció de nuevo en el rostro iluminado de Runa.
—¿Eh, cosplay? MarÃa, ¿haces cosplay?
—SÃ. Cuando me apetece, como con mis personajes de juegos favoritos. No tengo ningún amigo cosplay, asà que sólo soy un jugador autocomplaciente que se toma selfies en casa haciendo cosplay.
—¿Pe-Personajes…? ¿Selfies…?
—Mira, asÅ
Kurose-san muestra la pantalla de su teléfono a la desconcertada Runa.
Yo, que estoy al lado de Runa, también puedo ver la pantalla, y murmuro: Ah.
—¿Es este el jardinero de Persona 6?
Kurose-san entonces asiente con un ligero brillo en sus ojos.
—SÃ. Me gusta Yuma-chan.
—¿Has hecho tú misma este disfraz? Es como en el juego.
—No, compré uno de segunda mano en una aplicación del mercadillo por 2.000 yenes, ¿no es bonito? De todos los disfraces de Yuma-chab, este es mi favorito.
—Me gusta. Como era de esperar, los ojos no son botones.
—También hay una foto con ojos de botón – mira.
—¡Wow, increÃble! Es perfecto. Es como una versión de acción en vivo.
Me maravillan las fotos recién mostradas.
—¿No serÃa un bombazo si lo subes a Twitter o algo asÃ?
—Ah no, es vergonzoso.
—¿No es una pena desperdiciarlo cuando es tan perfecto?
—Ah no.
Kurose-san, que se tiñó las mejillas y contestó de forma avergonzada, casi me hizo sentir nervioso, y luego me sorprendÃ.
Una vez más, dejé a Runa atrás.
Runa nos miraba a mà y a Kurose-san con la boca abierta. Cuando sus ojos se encuentran con los mÃos, una expresión ligeramente enfurruñada se añade a su rostro.
Está celosa… linda… pero no puedo dejar que esta situación continúe.
—De-De todas formas, vamos a casa por hoy.
AsÃ, el Plan de Amistad de Runa no sólo no avanzaba bien, sino que sentÃa que iba en la dirección equivocada por mi culpa, pero no podÃa hacer nada al respecto.
â—‡
Luego, un domingo, se celebró una reunión social de los miembros del comité del festival.
A diferencia de la sección de panfletos, cuyo trabajo está casi terminado una semana antes del festival, muchas otras secciones están más ocupadas el dÃa del festival. El objetivo de la reunión era profundizar en las interacciones entre los miembros del comité de todos los grados antes de un dÃa tan ajetreado, para que puedan trabajar juntos sin problemas el dÃa del festival.
En realidad, debe tratarse de un grupo de alegres miembros del comité que sólo quieren reunirse y divertirse.
La reunión social tuvo lugar en la sala de fiestas de un bar de karaoke en Shibuya. Nos reunimos a las 10 de la mañana, y mientras las youkya bebÃan y comÃan y se divertÃan y hacÃan karaoke, yo hablaba con Itchi sobre KEN. Runa se está divirtiendo con Tanikita-san y las otras chicas de la clase.
Sorprendentemente, Kurose-san también estaba allÃ, aunque era libre de participar. Kurose-san estaba sentada tranquilamente sola después de algunos turnos de conversación con los hombres y mujeres que a veces le hablaban.
La reunión social, que duró unas tres horas, terminó en medio de un ambiente que fue estrepitoso de principio a fin. Itchi parecÃa querer que le siguiera probablemente porque querÃa estar en el espacio con Tanikita-san, asà que decidà asistir, pero aún asà no era algo para una persona sospechosa…, y salà del bar de karaoke sintiéndome ligeramente agotado.
Allà me habló Runa.
—La fiesta de después, Akari y yo nos vamos, pero, ¿qué pasara con Ryuuto?
—Ah, me voy a casa. Tengo que estudiar para la escuela preparatoria…
Tengo mi primer examen el próximo sábado en clase. Si no me va bien en el examen, parece que no podré cursar inglés de alto nivel en el semestre de invierno, asà que tengo que estudiar mucho.
—Ya veo. Bueno, nos vemos mañana. Estudia mucho.
—SÃ, gracias.
Saludándome, Runa se dirigió a la entrada con Tanikita-san y los demás.
Asà que Itchi, que habÃa estado un poco alejado de mÃ, vuelve a estar a mi lado.
—… Yo también me voy…
—Aah, sÅ
Su cara parece que se lamentable. Probablemente esté preocupado por Tanikita-san, pero en el restaurante familiar, donde probablemente se sentará en varios grupos, se requerirá un mayor nivel de habilidades comunales, y probablemente no confÃe en su capacidad para participar.
Mirando por encima, no hay señales de que Kurose-san también esté siguiendo al grupo del restaurante familiar. ¿Se va a casa? O está en la sala de estudio…
En realidad, yo también pensaba ir a la sala de estudio para estudiar. Con esa intención, salà de casa con un juego de herramientas de estudio. Porque en casa no puedo concentrarme porque no puedo evitar ver vÃdeos y cosas asÃ.
Si Kurose-san también se dirige a la sala de estudio, no puedo relajarme mientras viajo desde aquà a Ikebukuro, y llegaremos a la sala de estudio al mismo tiempo. Es peligroso en muchos sentidos.
También existe la opción de utilizar otra sala de estudio en la K Prep School, pero Sekiya-san dice que cada escuela tiene su propio ambiente y reglas tácitas para las salas de estudio, por lo que es una molestia pensar con tanta antelación.
Los cafés y otros lugares tienen un ambiente de acierto o error, y pensé en un lugar donde pudiera estudiar tranquilamente, preferiblemente gratis… y lo que se me ocurrió fue la biblioteca.
Inmediatamente comprobé en mi teléfono y encontré una biblioteca metropolitana en Hiroo. He visto que está a sólo diez minutos en tren de Shibuya, asà que decidà ir allà para probarlo después de romper con Itchi. La Biblioteca Central Metropolitana está situada en el centro de la ciudad de Arisu.
La Biblioteca Central Metropolitana se encuentra en el Parque Memorial Arisugawa. El parque es grande, con abundancia de árboles y un terreno un poco montañoso, con algunos desniveles. Después de seguir subiendo las escaleras, admirando los juegos infantiles propios de un parque normal y el pintoresco estanque que parece un jardÃn japonés, aparece el moderno edificio de la biblioteca.
Toda la zona es tranquila, muy lejos del bullicio de Shibuya, donde estaba hace unos minutos, y mis expectativas eran que esto me permitiera concentrarme.
La verdad es que estaba nervioso por entrar en el edificio, ya que no soy residente en Tokio, pero me sentà aliviado al poder entrar sólo para recibir un pase de entrada.
En las salas de lectura de cada planta se alineaban junto a las ventanas, a intervalos razonables, amplias mesas con asientos para varias personas. Pensé que serÃa agradable estudiar con el verdor del parque a mi lado y me dirigà hacia el que parecÃa vacÃo.
No me siento cómodo estudiando descaradamente para los exámenes en la zona de lectura, asà que cojo un libro para camuflarme y me siento junto a la ventana. Hay equipaje enfrente, pero este es el único asiento de ventana disponible. Fue cuando extendà mis libros de texto y me puse a estudiar, deseando poder alejarme del asiento todo el tiempo.
—Ah…
Al oÃr una vocecita, levanto la vista de repente.
Entonces parpadeé a ciegas.
—… ¿¡Kurose-san…! ?
Delante de mà estaba Kurose-san, que parecÃa estar a punto de tomar asiento con un libro en los brazos, al igual que yo, y me lanzaba una mirada incrédula.
—¿Qu-Qué pasa?
Pregunto, y Kurose-san abre la boca asustada.
—Iba a estudiar… se acercan los parciales.
—Ya-Ya veo… yo también.
Ahora que lo pienso, los exámenes parciales son la semana que viene. No puedo estar demasiado preocupado por la escuela preparatoria.
Si ve mis libros de texto de la escuela preparatoria, sabrá que estoy asistiendo a la K Prep School. Es sólo cuestión de tiempo que descubra que incluso voy al mismo edificio escolar. Pensando asÃ, movà mi cuaderno y escondà el texto casualmente. En cualquier caso, también tengo material escolar, asà que estudiare para el examen parcial hoy…
Pero… por qué entonces…
—¿Por qué está Kurose-san aquÅ
En ese momento, el tÃo que está a mi lado se aclara la garganta y dejo de hablar.
Estudiemos por ahora. Es extraño cambiar de asiento ahora.
Después, aunque me preocupaba que Kurose-san se sentara frente a mÃ, me concentré ante todo en el ambiente tranquilo y estudié durante una hora y media.
—… Kashima-kun…
Me llamaron desde atrás en diagonal y cuando me di la vuelta, Kurose-san estaba allà antes de que me diera cuenta. En el asiento de enfrente, los libros y cuadernos están colocados de forma ordenada.
—Me voy a la cafeterÃa a descansar, ¿quieres venir conmigo?
—Eh… ah, sÃ.
Si me quedo aquÃ, no podré ni siquiera tener una pequeña charla. Ahora que me ha abordado, también somos el mismo comite del panfleto. Si al menos pudiera tomar una taza de té… deje mi asiento diciendo.
La cafeterÃa de la quinta planta, al igual que la zona de lectura, era un espacio agradable con grandes ventanales. Nos sentamos frente a frente en una mesa junto a la ventana y nos tomamos un descanso.
Kurose-san pidió un perro americano.
—No habÃa mucha comida en el karaoke de antes, ¿verdad?
Diciendo esto, abre su pequeña boca de par en par y muerde un perro americano.
Sigo pensando que es bonito.
Kurose-san llevaba hoy una falda de rayas rosas. La blusa que llevaba debajo tiene un gran cuello y es muy femenina con encajes y volantes. Son gemelas, y estoy seguro de que a Runa también le quedarÃa bien esta ropa. Me gustarÃa verlo.
—No habÃa suficiente comida, y los chicos comÃan más y más, asà que apenas podÃa comer.
—Lo siento…
Yo no soy el que estaba comiendo, pero me disculpo como hombre.
—No has comido tanto, Kashima-kun.
Kurose-san levantó la vista de sus ojos abatidos y soltó una risita.
—Y la prueba es que estás comiendo ahora mismo.
Kurose-san señala el plato frente a mÃ. Como ha señalado, tenÃa hambre, asà que estaba comiendo patatas fritas.
—…
Creo que he visto la sonrisa natural de Kurose-san por primera vez. Pensaba que la sonrisa burlona que habÃa visto desde la escuela era bonita, pero esta es de alguna manera más tranquilizadora.
Si me enseñas tu estado natural asÃ, entonces ya me has dejado boquiabierto. Eso ayuda…
¿Debo decirle a Runa que hoy me encontré con Kurose-san en la biblioteca asÃ? DeberÃa decÃrselo… Porque no tengo nada de lo que ser culpable.
Kurose-san vuelve a abrir la boca hacia mÃ, que me habÃa callado después de pensar en varias cosas.
—¿Viene a menudo a esta biblioteca?
—Eh, no…
Sacudo la cabeza.
—Por primera vez hoy, lo sé por buscar. ¿Y Kurose-san?
—SolÃa venir mucho aquà cuando estaba en mi antigua escuela. Es la siguiente estación.
—¿En serio? Es un gran lugar, la escuela…
No puedo creer que haya una escuela en una ciudad metropolitana, y en una tierra donde hay tantas embajadas.
—¿PodrÃa ser una escuela para señoritas?
—SÃ.
Kurose-san asiente de buena gana a mi pregunta y pone en su plato el palito de perro americano que terminó de comer.
—Mi antiguo padrasto era el gerente. Me dijo que fuera a una escuela con un buen ambiente de todos modos, asà que me inscribà en la Academia T-girl.
—Hee…
Era la primera vez que escuchaba a Kurose-san hablar asÃ. Creo que he oÃdo rumores de los compañeros de clase de que su anterior escuela parece ser una escuela sólo para chicas.
—Me gustaba tanto T-girl… cuando mi madre decidió divorciarse de nuevo, lo más triste fue que tuve que cambiar de escuela.
—Pero… creo que podrÃas ir a la escuela por aquÃ, incluso desde donde vives ahora.
La casa de Kurose-san está en la misma ciudad que la mÃa, asà que no serÃa una distancia imposible para ir a la escuela.
Kurose-san se rÃo suavemente de mÃ, que le hice esa pregunta. Era una sonrisa de aspecto triste.
—La razón por la que me cambié de escuela no fue la distancia. Después de que el matrimonio se rompiera, mi padrasto no me transfirió los gastos de matrÃcula del primer semestre de mi segundo año. No pude seguir.
—… Gastos de matricula… ya veo. Es una escuela de señoritas, por lo que las matrÃculas son caras…
Me avergüenzo de mà mismo como plebeyo que ni siquiera lo sabe.
—Ah, pero aunque se divorcien, ¿no te quedas con un poco de las propiedades de la otra persona y esas cosas…?
Kurose-san se muerde el labio mientras pronuncio el conocimiento que he escuchado en algunas noticias.
—… Me pregunto si tenÃa esa cantidad de dinero. Mi padrasto, seis meses antes de la separacion, fracasó en los negocios y estaba endeudado. Por aquel entonces, empezó a frustrarse y se puso violento con mi madre… y al final, salió con algo más que dinero.
—… Ya veo…
Sentà que por fin entendÃa por qué Kurose-san se habÃa trasladado a la escuela en un momento tan intermedio de su vida.
—Mi madre encontró su actual trabajo después de empezar a pensar en divorciarse de mi padrastro, pero no es un trabajo a tiempo completo… no tenemos mucho dinero. Esta ropa, este bolso, todo fue comprado para mà cuando mi padrastro era un buen hombre.
Kurose-san sonrió, entrecerrando los ojos como si recordara los viejos tiempos. Eso me hace sentir triste y siento que tengo que decirle algo.
—… Pero parece que vas a nuestra escuela sin problemas, asà que eso es bueno.
Nuestra escuela también es privada, asà que debe ser difÃcil para ella ir a la escuela si realmente tiene problemas de dinero.
Sin embargo, Kurose-san sonrÃe alegremente ante mis palabras.
—En comparación con mi anterior escuela, la matrÃcula cuesta menos de la mitad. Está cubierto por el sistema de gratuidad de la escuela secundaria, asà que es prácticamente gratis.
—¿Eh, en serio? ¿E-Es asÅ?
Cuando me estaba impacientando, Kurose-san volvió a sonreÃrme sin esfuerzo.
—La admisión gratuita es imposible si la escuela está fuera de la prefectura. Se supone que vivo en casa de mi tÃa.
—Re-Realmente…
¿Es un truco? Sentà que no deberÃa preguntar, y estaba nervioso.
Kurose-san me mira asÃ.
—Kashima-kun, ¿no te lo preguntas? ¿Por qué crees que elegà nuestra escuela como mi nueva escuela?
Dudo un poco y abro la boca.
—… ¿Para vengarse de Shirakawa-san?
Kurose-san sonrió.
—No.
Abatida, dijo.
—Ciertamente le guardaba rencor a Runa. Runa tiene un padre, una abuela moderna y buena cocinera, y una vida estable… Una vez la culpé, preguntándome por qué sólo yo… incluso mi apellido cambió tantas veces… y por qué tenÃa que sufrir asÃ.
Cuando pienso en cómo se sintió Runa al escuchar eso, me da pena por ambas y me duele el corazón.
—Pero la razón por la que decidà trasladarme a nuestra escuela… probablemente querÃa hacer feliz a Runa.
—… ¿Eh?
A Runa le gustan las sorpresas. Ya sabes, si eres su novio, ¿verdad?
Kurose-san me sonrÃe finamente y yo asiento con la cabeza con un: Aah…
—Le dije muchas cosas desagradables a Runa… le dije mucho te odio… pero en algún lugar de mi interior, creo que la estaba malcriando. Pensé que Runa aún me perdonarÃa. Runa siempre… me amaria…
La cara de Kurose-san mientras hablaba parecÃa un poco feliz.
—Por eso lo esperaba. Cuando entré en el aula… ¡Es MarÃa! ¡Todos, esa chica es mi hermana! Creo que Runa se alegraria de decirlo.
La imitación de la voz de Runa sigue siendo muy parecida, y siento que esa es una lÃnea del mundo que realmente podrÃa haber ocurrido.
—Asà que me sorprendió. El hecho de que Runa estaba tan confundida cuando me vio.
Aah, no me habÃa dado cuenta.
En ese momento estaba lleno de mà mismo. No tuve tiempo de ver la reacción de Runa ante el nuevo estudiante.
—… ¿Y por eso hiciste eso?
Kurose-san asintió en respuesta a mi pregunta.
—Asi es. Ahora que lo pienso, creo que he hecho una estupidez. Todo sobre Runa y Kashima-kun, todo. Lo siento.
Con una mirada abatida, Kurose-san levantó un poco las cejas y murmuró. Y entonces ella mira hacia arriba.
—Pero gracias a ese fracaso, ya no me presiono como antes. Todo el mundo me odia de todos modos, y no importa si me halagan.
Eso es lo que he sentido también en la reunión social de hoy. Hablando asÃ, siento que estoy conociendo aún más la verdadera personalidad de Kurose-san.
—Kashima-kun, lo tenÃa fácil cuando estaba en T-girl. El entorno donde sólo hay chicas. No tenÃa que gustar a los chicos… Por primera vez en mi vida escolar, podÃa ser mi verdadera yo. Siento que poco a poco… vuelvo a ser ese tipo de yo ahora.
Al decir esto, Kurose-san me mira con una expresión de ceja baja.
—… Lo siento, por todo.
No es una mala chica, pensé. Aunque antes tenÃa una sensación poco halagüeña.
Asà es. Es la hermana pequeña de Runa.
—Bien, es suficiente.
Se acabó.
Es mi ego el que me pone un poco triste porque sus sentimientos me han abandonado por completo.
—Bueno, ¿volvemos a nuestros estudios?
—Ah, espera un momento, voy al baño.
Dicho esto, Kurose-san sacó un pañuelo y una bolsa de su bolso y se giró para abandonar su asiento.
En ese momento.
—Ah, eso…
Algo brillante me llama la atención y me quedo pegado a él.
—¿Es la luna y las estrellas?
Miro el tirador de la cremallera de la bolsa. Porque me pareció reconocer los motivos de la luna creciente y la estrella que tiene.
—Aah, sÅ Lo obtuve de Runa hace mucho tiempo.
Al escuchar las palabras de Kurose-san, jadeo.
—Cuando mi padre y mi madre decidieron separarse y nos mudamos a diferentes casas… Runa me dio estos pendientes. Ella dijo: Cuando seamos estudiantes de secundaria, llevaremos uno de ellos juntas… Sólo uno de ellos.
Mientras escuchaba, lo recordaba claramente. Se parece mucho a los pendientes que buscaba Runa cuando estábamos en Savage.
—¿Arete? Pero eso…
—Aah, yo misma lo convertà en un accesorio de cremallera.
Kurose-san responde claramente.
—No me he puesto ningún arete. No va en contra de las reglas de la escuela. Aunque creo que nuestra escuela es floja, pero no está ampliamente permitido por las normas del escuela, asà que no pueden quejarte si te lo quitas con una advertencia, ¿no? … De hecho, ni siquiera lo llevo yo, es algo tan llamativo. Como es Runa, probablemente se haya olvidado de que existe en su mayor parte.
—Eh, no…
Miro fijamente esa luna creciente y esa estrella en serio.
Estoy seguro de que no lo estoy viendo mal.
… Es importante, ¿no? Dijiste que no lo llevarÃas a la escuela porque no querÃas que te lo confiscaran.
Recuerdo lo que dijo Yamana-san.
No lo he olvidado. Runa no ha olvidado los pendientes y la promesa que le hizo a Kurose-san, y aprecia a su otra mitad… cuando estaba a punto de abrir la boca para decÃrselo.
—… Oye.
Kurose-san me dice en tono contundente, y yo la miro. Su cara parece incómoda y sus mejillas están ligeramente sonrojadas.
—¿Puedo ir ahora? … Esto es una bolsa sanitaria.
—Ah, lo siento.
Aunque me disculpé por reflejo, la palabra: ¿sanitaria? aparecio en mi cabeza.
Lo busqué en mi teléfono mientras Kurose-san estaba en el baño y descubrà que significaba bolsa sanitaria, y me sonrojé sin darme cuenta.
â—‡
Cuando volvà a mi asiento de lectura, recibà un LINE de Sekiya-san.
Shuugo Sekiya
¿No vas a venir hoy?
Kurose-san no está aquÃ, ¡asà que es la oportunidad perfecta para la sala de estudio!
—…
Si Kurose-san continúa estudiando en esta biblioteca, bien podrÃa mudarme a Ikebukuro por mi cuenta. Sé que no ira, asà que puedo estudiar sin preocupaciones.
Pero por alguna razón no me apetecÃa moverme, asà que estudié durante las dos horas siguientes frente a Kurose-san.
Antes de darme cuenta, ya eran las cinco. No habÃa comido mucho desde el almuerzo, asà que me estaba dando hambre de nuevo, y estaba pensando que era hora de ir a casa.
Kurose-san comenzó a limpiar su escritorio, aunque no me lo mostró.
—Kashima-kun, ¿te vas?
—U-Um…
—Yo también.
Y asÃ, de alguna manera, terminé saliendo del edificio con Kurose-san.
Cuando salÃ, la zona ya empezaba a oscurecerse. No me di cuenta cuando llegué, pero algunas hojas ya empezaban a cambiar de color hacia el estanque, y habÃa un ligero indicio de otoño en el aire.
—Kurose-san, ¿siempre te vas a esta hora?
—SÃ, cuando solÃa venir aquà después de la escuela. Si vuelvo a casa un poco más tarde, me molestan en los trenes en hora punta.
—Eeh.. ah, ya veo.
Me da hemorragia que haya dicho tal cosa tan a la ligera.
Pervertido. No tengo las agallas para hacer tal cosa, y aunque las tuviera, no lo harÃa, pero hay gente insolente en el mundo.
—Hoy es festivo, asà que creo que estoy bien… Kashima-kun también está aqui.
Kurose-san me mira y da una pequeña sonrisa. Su cara era linda y yo estaba un poco nervioso e impaciente.
No trato de encubrir esa culpa, pero decido empezar a hablar de Runa.
—… Shirakawa-san los lleva puesto. Este pendiente.
Iba a decir lo que no le dije antes en la cafeterÃa.
Kurose-san estaba a punto de decir: Eeh…, pero su rostro comprendió inmediatamente el tema.
—Dice que sólo lo lleva en sus dÃas libres porque no quiere que se lo confisquen en el escuela… hoy no lo he visto, pero el otro dÃa lo llevaba puesto. Me pareció familiar, asà que sentà curiosidad, justo ahora.
Incluso mi inarticulada explicación parece haber llegado a Kurose-san.
—… Asà que…
Kurose-san respondió, con una mirada abatida.
—A Runa siempre le han gustado los accesorios y los cosméticos.
Dijo, como si hablara consigo misma.
—Mi padre no lo veÃa muy mal, sin embargo. Hasta mi madre siempre me decÃa: Eres mejor cuando estás toda sin maquillaje. Mi madre no me dejó llevar extensiones de pestañas y maquillaje de moda. Eran muy similares. Madre y Runa.
Entrecerrando los ojos como si mirara a lo lejos, Kurose-san habla.
—No me maquillé ni me pinté las uñas como decÃa mi padre. QuerÃa que mi padre pensara que era bonita.
Se muerde el labio con frustración mientras dice esto.
—Pero no era a mà a quien amaba mi padre, era a Runa… Asà es. Porque mi padre se casó con mi madre porque la amaba. Asi que debi haber imitado a mi madre. Como Runa.
—Creo que Shirakawa-san imitó a su madre… porque siempre le gustaron ese tipo de cosas…
—Lo sé.
Pero, en una interesante respuesta, Kurose-san murmura.
—Por eso estoy enfadada… Porque no pude escapar en esa dirección.
—… ¿Qué quieres decir?
Kurose-san me sonrÃe sarcásticamente, atascada en la palabra escapar.
—¿Crees que las chicas se hacen chicas porque les gusta la moda de las chicas? Claro que puede haber chicas asÃ, pero en el caso de Runa, probablemente no. … Al menos me pareció que esa no era la única razón…
Kurose-san continúa mientras yo espero más palabras, preguntándome a qué se refiere.
—Originalmente, nuestras personalidades eran diferentes. Por eso nuestras aficiones no son similares. Pero me quedó claro alrededor del quinto grado, cuando mis padres empezaron a hablar de divorcio.
Su expresión es sombrÃa, como si estuviera recordando aquellos dÃas.
—Me metà en los mangas y los videojuegos para escapar de la desagradable realidad. Porque el tiempo que pasé siendo algo que no soy fue cómodo…
El ambiente solitario del Parque Memorial Arisugawa al atardecer coincide con su tono y hace que se me apriete el pecho.
—En esa época, a Runa le gustaba la moda de las gyaru. Una vez se maquilló en la escuela primaria y llamaron a mi madre.
Tal cosa ocurrió… No creÃa que fuera una chica desde la escuela primaria.
—No creo que ser una gyaru hoy en dÃa signifique ser una delincuente, pero sigo pensando que hay elementos de eso. Porque, si realmente sólo te gusta la moda de las gyaru, ¿por qué no lo haces en secreto, sólo en tus dÃas libres? El maquillaje, las uñas y el pelo castaño van en contra de las normas de la escuela.
Creo que lo que dice Kurose-san es plausible. Asà que la escuché sin refutarla.
—Si infringes las normas, te regañarán y te mirarán los adultos, ¿verdad? ¿No crees que es ridÃculo? Asà lo creo. Runa dijo que: más bien querÃa eso.
—¿Qué quieres decir?
—QuerÃa que la vieran. El profesor… Si el profesor se pusiera en contacto con los padres, también mirarÃan a Runa, ¿no?
Con una sonrisa sarcástica, Kurose-san me sonrÃe.
—TenÃamos miedo. Estábamos solas. Nuestros padres discuten todos los dÃas y nuestro entorno puede cambiar mucho. Si no hacÃamos algo, nos iba a aplastar la ansiedad.
Es doloroso pensar que esto le ocurrió a niñas que sólo están en quinto grado.
—Busqué la salvación en el mundo de la ficción, pero… Runa intentó luchar contra su soledad e inseguridad en el mundo real. Creo que la manifestación de eso fue lo gyaru.
Kurose-san dice claramente y mira con una mirada lejana.
—De alguna manera, lo sentà asÃ.
Eso podrÃa ser algo que sólo la gemela Kurose-san podrÃa haber notado. Estaba recordando los complicados sentimientos hacia su familia, que a veces ensombrecÃan el rostro siempre alegre de Runa.
—Tal vez Runa era más madura que yo, que intentaba llenar su soledad en el mundo real, en lugar de yo, que escapaba de la realidad en mi cerebro.
Riéndose para sà misma en señal de burla, Kurose-san se pone seria.
—Es más bien… tal vez Runa querÃa convertirse en adulto lo antes posible.
Kurose-san asintió, como si estuviera convencida de su propia afirmación.
—Soy un adulto, Runa… Asà que ella podrÃa perdonarme. He hecho tal cosa, yo…
—Te perdono.
Asà que dije.
—Porque… Shirakawa-san querÃa ser amiga de Kurose-san como antes, asà que se hizo miembro del comité organizador y se convirtió en panfletista.
No quiero entrometerme en los planes de Runa, pero esto está bien decirlo.
Kurose-san me miró asà un rato y bajó la cabeza.
—Pensé que lo harÃa. Ser panfletista no es para nada adecuado para Runa.
—Bien entonces…
No tienes que ser tan insociablemente, podrÃas haberte acercado un poco más a Runa. Kurose-san dice: Pero…, a mÃ, que estoy a punto de poner tales sentimientos en mi cara.
—TodavÃa no me ha perdonado. Todos los dÃas… cuando estoy sola, pienso en cosas.
Esas fueron palabras inesperadas.
—Por eso no puedo tener el valor… ahora mismo de ser amiga de Runa.
Murmurando con fuerza, Kurose-san asintió.
—Entonces, qué…
Kurose-san pensó que seguÃa siendo antagonista de Runa.
No lo sabes, ¿verdad?
… TodavÃa no me ha perdonado. Todos los dÃas… cuando estoy sola, pienso en cosas.
Pero aun asÃ, creo que son realmente gemelas opuestos.
… No se me da bien pensar.
Me di cuenta cuando recordé lo que dijo Runa.
El único parecido es la voz…
—¡Ah!
En ese momento, Kurose-san vio algo y levantó la voz.
—¿Qué pasa?
—He encontrado una tienda de tapioca. Se ve tan delicioso.
—Eh…
Kurose-san, que tiene una voz alegre, me pone nervioso.
Ya habÃamos salido del parque y nos dirigÃamos a la estación de metro. Los ojos de Kurose-san se iluminan cuando ve un cartel de una cafeterÃa de moda que aparece a un lado de la carretera.
—¿A Kurose-san le gusta la tapioca…?
—SÃ.
Kurose-san asintió con la cabeza y, con una mirada ligeramente molesta, metió la mano en su bolso y sacó su cartera con avidez.
—Me encanta. He decidido que aunque todo el mundo se canse de la tapioca y deje de beberla, yo soy la única que seguirá bebiéndola.
—A-Ah, sÅ
Estaba sorprendido.
La moda de la tapioca es de los últimos años. Se deduce que fue durante el tiempo que estuvieron distanciadas y se dedicaron a lo mismo sin ser conscientes la una de la otra en absoluto.
Mientras estoy secretamente impresionado, Kurose-san es absorbida por esa tienda de té con leche de tapioca.
Espero fuera y, al cabo de un rato, Kurose-san sale con un vaso de plástico en la mano con una pajita gruesa.
—Era cincuenta yenes más caro, pero le añadà más tapioca.
Kurose-san se rÃe con cara de niño que ha hecho algo malo en secreto.
… No tenemos mucho dinero.
Me preocupé cuando dijo eso antes. Kurose-san podrÃa pensar eso en comparación con sus amigas ricas de T-girl, pero no parece ser la familia sin dinero que se me ocurre, asà que estoy un poco aliviado.
—Siento ser la única.
—Está bien, Tengo una botella de té.
Empezamos a caminar de nuevo por la carretera. Cerca del parque hay una calle tranquila salpicada de algunas embajadas y tiendas de moda.
—¿No te gusta la tapioca, Kashima-kun?
—No, me gusta. Pero prefiero la leche con azúcar moreno al té con leche para la tapioca. ¿No sabe demasiado débil cuando se bebe con tapioca? Me lo imaginaba.
Recordando la discusión sobre la tapioca que silenció antes a Runa, esta vez he sido breve.
—Hum.
Kurose-san, que está bebiendo su té de leche de tapioca en este momento, da una respuesta cortante. TodavÃa me alegro de no haber hablado de ello en caliente, Kurose-san quita la boca de la paja.
—Apuesto a que Kashima-kun quiere que su bebida de tapioca sea tan perfecta como un postre.
—¿Eh…?
—El té con leche de tapioca no es un postre. Es una bebida, eso es todo.
Kurose-san me habla que parpadea los ojos.
—La tapioca es una forma de matar el tiempo El té con leche se acabará muy rápido después de beberlo, pero si lleva tapioca, durará más. Bebo un poco de té con leche y mastico tapioca como un oso grisly en el medio. Creo que se hizo popular entre las chicas de instituto porque es una bebida que puedes disfrutar durante un par de minutos mientras charlas con tus amigas.
—… Ya veo…
Me abrió los ojos.
El té con leche de tapioca es sólo una bebida. Tapioca es una forma de matar el tiempo. Es una perspectiva que nunca tuve.
—… Kurose-san es tan interesante.
Hablar con Runa me pone nervioso, me aligera el corazón y es divertido.
Hablar con Kurose-san es interesante porque me doy cuenta de cosas nuevas. Tal vez eso es porque ella es un tipo de pensamiento como yo.
—¿Si?
Kurose-san me miró inesperadamente y sonrió.
—Es la primera vez que un chico me dice algo asÃ.
Su cara parecÃa un poco feliz por alguna razón.
Entonces, Kurose-san y yo Ãbamos juntos de camino a casa, pero en la calle principal, fuera de la rotonda de la estación K, Kurose-san se detuvo.
—Kashima-kun, ¿vas por aqu� Yo voy por alli.
—Eh, aah…
—Hasta mañana.
Después de hacerme un ligero gesto con la mano, Kurose-san me dio la espalda y comenzó a alejarse.
—…
Asà es. Creo que esto es lo que se siente al despedirse de una chica que no es tu novia. Antes estaba en el tren, hablando de videojuegos recomendados, asà que estaba un poco fuera de juego.
Nunca he tenido una amiga mujer, asà que me resulta extraño.
Estoy con mis amigos varones.
Pero… ¿está bien de que quieres que te trate como a un amigo varón?
… Si es un poco más tarde, me molestan en un tren rápido.
Lo has dicho claramente, pero cuando te molestaron, Kurose-san también debió de tener una mala experiencia.
El cielo ya está completamente oscuro por la noche. Esto aún está frente a la estación, asà que todavÃa hay muchas luces y peatones, pero no sé si eso durará hasta la casa de Kurose-san. Aunque no estés en un tren, habrá gente que haga cosas como abusar de ti.
Si te encuentras con alguien asà después de dejarme… pensar en eso me inquieta, asà que salà corriendo sin pensar.
—¡Oh, te acompañare a casa!
Kurose-san hizo una cara de sorpresa cuando reaparecà por detrás de ella. Mientras me esforzaba, Kurose-san caminaba bastante por delante de mÃ, asà que me quedé sin aliento cuando la alcancé.
—Eh, vale.
Kurose-san dice poniendo los ojos en blanco y bajando la mirada.
—Es malo para Runa si estamos demasiado juntos…
—Pero estoy preocupado por ti.
Cuando digo esto, Kurose-san se queda sin palabras. Sus mejillas se tiñeron al mirarme, y se puso el pelo sobre las orejas como para ocultar su vergüenza.
—Bueno… gracias.
Manteniendo sus ojos alejados de mÃ, Kurose-san murmuró en voz baja.
La casa de Kurose-san estaba a quince minutos a pie.
—Perdón… Está lejos, ¿no? Suelo ir en bicicleta a la estación, pero dijeron que iba a llover esta tarde.
Kurose-san dice disculpándose. De hecho, hoy, la previsión meteorológica de la mañana decÃa que iba a llover. Ni siquiera hacÃa sol, pero parecÃa que se habÃa quedado nublado.
—Ya estamos aqui. Ese edificio de apartamentos.
Kurose-san señaló un edificio de apartamentos de siete u ocho pisos a la derecha en el sentido de la marcha. Ahora pasas por un camino desierto, con un pequeño santuario sin personal delante de ti. En los postes telefónicos y vallas publicitarias cercanas decian: ¡Hay muchos incidentes de robo en esta zona!, y me horrorizó ver que todavÃa era una buena idea acompañarla.
—Es aquà arriba. Gracias.
—Si has llegado hasta aquÃ, te veré en casa.
Se lo dije a Kurose-san, que estaba a punto de separarse en la entrada del piso, y entramos juntos en el edificio. No es un piso con cierre automático y cualquiera puede entrar, asà que después de ver carteles como ese, es más seguro asÃ.
El único ascensor estaba aparcado en la octava planta, asà que Kurose-san optó por las escaleras para subir.
Y eso fue cuando llegamos al segundo piso.
—¡Ah, MarÃa!
No podÃa creer lo que oÃa cuando escuché la voz que oÃ.
—¡Ah, Runa…!
Kurose-san también está sorprendida.
Era Runa en el pasillo del segundo piso
Sin embargo, sigo sin poder verla. Siguiendo a Kurose-san, que subió primero, se detuvo en medio de la escalera, con un pie en el segundo piso. Desde aquÃ, no puedo ver todo el pasillo porque está bloqueado por la pared.
—Runa… ¿por qué estás aquÃ?
Kurose-san mira a Runa, prestando momentáneamente atención a mÃ.
—He pulsado el intercomunicador, pero no ha contestado nadie. No puedo entrar, no tengo llave.
—Aah, el abuelo, está en el hospital ahora… Creo que la abuela estará en casa pronto. Es hora de que madre se vaya a casa también.
—¿Eh, el abuelo está bien?
—SÃ, es lo de siempre.
Después de responder brevemente, Kurose-san vuelve a mirar a Runa.
—Eso no, ¿por qué está Runa aqu�
—Aah, ya sabes…
El tono de voz de Runa se volvió un poco reservado allÃ.
—Después de la reunión social, fui a Shin-Okubo con Akari para divertirme. La última vez que hice croffles en casa, me gustan mucho los croffles, y cuando comà los verdaderos croffles en Shin-Okubo, estaban tan deliciosos que quise dárselos a MarÃa, asà que pedà comida para llevar.
Se escucha un sonido como de bolsa de plástico que se quiebra.
—Mira, tenemos el mismo gusto por la comida, ¿no? Asà que pensé que a ti también te gustarÃa…
Mientras dice esto, los pasos se acercan.
—¿Eh? E-Espera, Runa…
Pude ver que Kurose-san estaba nerviosa.
—… ¿Eh? ¿Quién está contigo?
Los pasos de Runa se acercan aún más.
Y luego…
—¿¡Ryuuto…!?
Me he reencontrado con mi novia, con la que he cortado hace unas horas, delante de la habitación del piso de su hermana, precisamente…
—A-Aah, Kashima-kun me acompaño. Después de eso, nos encontramos por casualidad en la biblioteca, estudiando.
Kurose-san explica con pánico.
—¿Biblioteca?
El rostro de Runa se nubla de ansiedad.
—¿No era una sala de estudio? Al que siempre voy, a la K Prep School en Ikebukuro…
—¿Eh?
Al escuchar eso, Kurose-san se sorprende.
—Kashima-kun, ¿también vas a la K Prep School…? Y la escuela de Ikebukuro…
No sabÃa por dónde empezar con Kurose-san, que se gira y me mira incrédula, ni con Runa, que espera pacientemente mis palabras.
—…
Es lo peor…
Miré al cielo y maldije mi destino.